En un documento de 140 páginas, la magistrada Patricia Salazar, de la Corte Suprema de Justicia, resolvió la situación jurídica de Bernardo Miguel Elías Vidal, el 'Ñoño’ Elías, y determinó que debe estar preso en la cárcel La Picota mientras avanza el proceso penal en su contra.
El alto tribunal comienza el documento narrando los hechos en los que la multinacional Odebrecht, a cambio de sobornos, logró millonarios contratos en Colombia, práctica que se ha replicado en otros países. La Corte asegura que Odebrecht necesitaba de varias personas en Colombia que le permitieran “replicar en el país su política de acceso ilegal a la contratación de obras públicas”. Así es como llega Bernardo Miguel Elías Vidal “a la empresa criminal estructurada con los propósitos atrás indicados”.
Entonces, según la narración de los hechos, el'Ñoño’ habría aprovechado su condición como congresista de la Comisión Tercera del Senado, que se encarga de estudiar y debatir los proyectos de presupuestos de rentas y gastos de la Nación, entre los que están los de infraestructura.
La Corte recuerda que, según la investigación, hasta ahora se ha establecido que la suma acordada como comisiones o coimas fue de un cuatro por ciento del valor del contrato; un dos por ciento para el ‘Ñoño’ y su grupo de personas, un 1 % para otro congresista, y el otro 5 % para Otto Bula, así como el restante 5 por ciento para el empresario Federico Gaviria.
El pago se hizo a través de transacciones trianguladas desde cuentas offshore (en paraísos fiscales) a cuentas de terceros, así como contratos simulados, y usando correos humanos.
Además de agilizar los trámites para que se aprobaran los contratos, el documento dice que el rol del 'Ñoño' “implicaba lograr que otros congresistas apoyaran las iniciativas de control político, y a través de esos debates se presionaba a los funcionarios que tenían a cargo las decisiones en materia contractual”.
El documento también expone las declaraciones que dio el 'Ñoño' Elías en la indagatoria, después de ser capturado.
En la indagatoria ante la Corte Suprema 'el Ñoño' dijo que su actividad en el caso Odebrecht se enmarcó "dentro de las funciones propias de un congresista, relacionadas con la gestión a favor de las comunidades de las regiones, por lo que es normal que los representantes a la Cámara y senadores interactúen con las distintas instituciones del nivel nacional o regional".
También dijo que sus visitas a Luis Fernando Andrade, de la ANI, fueron institucionales e insistió en que esa fue la finalidad de las 9 reuniones que tuvieron entre julio del 2013 y abril del 2016.
Aunque también aceptó haber tenido dos reuniones con Martorelli, aseguró que trataron asuntos que no tenían importancia.
Ante la Corte el Ñoño negó "enfáticamente cualquier tipo de acuerdo con los representantes de Odebrecht o la Concesionaria Ruta del Sol II, para intervenir de cualquier manera en la adjudicación y desarrollo de las obras mencionadas en esta investigación, pues desconoce todo lo relacionado con el proceso contractual".
Dijo que no tenía ninguna capacidad de influir ante el presidente de la ANI, Luis Fernando Andrade, ni de los ministros de Transporte, Hacienda, o el director del DNP, ni ante los demás congresistas.
"Niega que le hayan ofrecido o haber recibido dinero para incidir en los proyectos Ruta del Sol II, su adición o el contrato de Navelena", asegura el documento de la Corte.
Aunque admitió haber recibido un dinero de Gabriel Dumar Lora, quien hacía parte del Consorcio Sion, en marzo del 2014, dice que se trató de un préstamo que le hizo Otto Bula a él "sin suministrar detalle alguno sobre las circunstancias y condiciones del mismo".
Estos son los testigos y los chats que hacen parte de las pruebas que tiene la Corte Suprema de Justicia, en medio de la investigación que lleva contra el senador 'Ñoño' Elías por su participación en el caso de Odebrecht.
El testimonio de Bula es el que tiene más señalamientos contra el ‘Ñoño’ Elías. En su declaración “explicó de manera clara la forma como se vinculó al entramado criminal que devino en el pago de sobornos a distintos funcionarios”.
Aseguró que entre febrero y marzo del 2013 Federico Gaviria Velásquez, a quien ya conocía, se le presentó como lobista de Odebrecht, y le manifestó el interés de esa firma de acelerar el contrato de la Ruta del Sol II, para la vía Ocaña-Gamarra. Dijo que “conociendo su cercanía con el senador Bernardo Miguel Elías y otros congresistas de las comisiones de presupuesto, le pidieron su colaboración en tal propósito”.
Para ese fin, afirmó que se reunió en febrero y abril del 2013 en su casa en Chía con Federico Gaviria y ‘el Ñoño’ Elías, en la que Gaviria le presentó al senador su propuesta y “él aceptó pues tenía llegada con Luis Fernando Andrade, de la ANI, así como con otros congresistas, a cambio del 4 por ciento del valor de la adición del contrato, que ascendía a 1.6 billones de pesos”.
Tres días después Odebrecht aceptó el pago del soborno, pero repartido entre los diferentes beneficiarios. Bula dijo que el pago de sobornos por ese concepto ascendió a los 31.000 millones de pesos.
Bula aseguró que le comunicó esta propuesta de Odebrecht al ‘Ñoño’ en su apartamento, quien pidió entonces un anticipo del 25 por ciento de lo ofrecido.
“Aseguró que posteriormente, en virtud de lo pactado, Bernardo Miguel Elías realizó entre cuatro y cinco reuniones en su residencia, en especial con Luis Fernando Andrade y Eleuberto Martorelli, para resolver los obstáculos que se iban presentado”.
También dijo que Elías, junto con otros congresistas de la comisión tercera, “presionaban duro a los funcionarios de la ANI, del Confis y del Ministerio de Hacienda, para que aprobaran rápidamente el Confis y el Conpes, al punto que entre la firma de éstos y la del otrosí número 6, sólo transcurrieron 8 meses”.
La presión consistía, según Bula, en condicionar el trámite de otros asuntos del Ministerio de Hacienda a la aprobación de los documentos Confis y Conpes.
Bula también dijo que para pagar los sobornos, la concesionario de la Ruta del Sol (Consol) contrató a la empresa Sion, cuyo representante legal es Mauricio Vergara y en donde trabaja Gabriel Dumar Lora, amigo del Ñoño Elías. El objeto del contrato era una simulación con un monto girado por 10.062 millones de pesos que terminaron, tras descontar impuestos “en las arcas del senador Bernardo Miguel Elías Vidal, con una suma aproximada de 8.500 millones de pesos”.
También afirma que Consol contrató a una unión temporal entre Sion y una firma española, para realizar falsos estudios técnicos por 7.500 millones de pesos, de los cuales la ganancia fue de 5.350 millones de pesos que una vez más llegaron en efectivo a Elías Vidal.
“De esta forma, sumados los dos contratos, el testigo asegura que a Elías Vidal le fueron entregados entre 13.500 y 14.000 millones de pesos”.
Bula también habló de un contrato con la empresa Consultores Unidos, con el que se legalizaron 6.981 millones de pesos, de los cuales él recibió unos 4.000 millones. De ese dinero consignó 2.700 millones en una cuenta de una empresa familiar de Transportes y Equipos de la Sabana, propiedad de su familiar Mauricio Bula Jaraba, y el saldo restante (1.200 millones y 1.300 millones) se le entregaron a Bernardo Miguel Elías.
También habló de otro contrato con Consultores Unidos por 6.293 millones de pesos de los cuales recibió unos 4.500 millones a través de un contrato simulado con la firma de su primo Bula Jarava. De este dinero, según dijo, le dio en efectivo a Básima Elías (prima del Ñoño Elías) otros 800 millones con destino al ‘Ñoño’.
Dijo que aunque nunca conoció a Andrade, de la ANI, sí le parecía “sospechoso que este se reuniera tantas veces con Bernardo Miguel Elías”. Además, agregó que aunque no estuvo presente en dichas reuniones, “de ellas era enterado por el mismo senador, por Martorelli y Juan Sebastián Correa”.
Bula aseguró que Martorelli siempre supo de la negociación que se había hecho con Elías, “pues aquel se reunió con el senador entre 10 o 12 veces en el apartamento del ‘ñoño”, encuentros en los que Elías le preguntaba “cuándo le iba a pagar”.

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Juan Manuel Vargas /Archivo EL TIEMPO
En la diligencia ante la Corte, Otto Bula también habló de las capturas de pantalla de su celular que entregó voluntariamente. De ellas, dice la Corte, se destaca una comunicación con el Ñoño Elías en la que le solicitaba “que apure a los cariocas porque Luis Fernando Andrade le está cobrando”.
En otra conversación se lee que Mortorelli estaba pendiente de realizar una reunión con un “Ñ.Ñ”, quien según Bula era el Ñoño Elías. En ese chat Martorelli le dijo que “los congresistas amigos de este último (el Ñoño) lo estaban persiguiendo porque los pagos estaban muy atrasados y entonces le estaban cobrando a él”.
Hay otro chat en el que se muestra que los brasileños no alcanzaron a cumplir con los pagos pactados, por lo que Elías le insistía en que “sus compañeros congresistas e incluso el propio testigo lo tenían loco”.
También habla de una conversación de texto en la que se muestra que Elías estaba interesado sobre el curso de los reclamos de los congresistas, ya que se volvió a tocar el tema en un foro de infraestructura en Cartagena.
Según Otto Bula existe otro chat en el que se refiere a la gestión de la Procuraduría para que “sirviera de intermediaria entre la ANI y Odebrecht” en unas reclamaciones que tenían como objeto que el Estado reconociera unos sobrecostos causados por la temporada invernal en la adición al contrato Ocaña-Gamarra.
Según la Corte “el testigo indicó que se estaba tratando de dar una apariencia de legalidad a través de peritos y la gestión de la Procuraduría, para no tener problemas legales con los dineros que se iban a reconocer a la firma Odebrecht, gestión en la que los congresistas fueron de mucha ayuda”.
Dijo que gracias a la gestión de los congresistas, se le dieron a Andrade unas facultades para que pudiera disponer de la adición que se le hizo al Presupuesto Nacional entre el 2015 y 2016 de 250.000 millones en bonos de la Nación (TES), reclamaciones y litigios que tuviera la ANI, pues la instrucción es que se pagaran unos 700.000 millones de pesos de reclamos.
Según Bula, en esa gestión intervinieron Eder Paolo Ferracuti y Eleuberto Martorelli, quienes hablaron con Bernardo Miguel Elías y Luis Fernando Andrade al respecto.
También habla de otras dos conversaciones sobre reuniones de abril del año pasado en el apartamento del Ñoño Elías con empresarios portugueses, pues para el cierre financiero del contrato de Navelena para la recuperación del Río Magdalena, se necesitaba a inversionistas de otros países.
Aunque la defensa del 'Ñoño' le pidió a la Corte Suprema no tener en cuenta los chats que salieron del teléfono de Otto Bula, el alto tribunal aseguró que eventualmente pueden hacer parte del tema de prueba del proceso penal "bien porque tengan el carácter de hechos jurídicamente relevantes, o porque puedan catalogarse como hechos indicadores a partir de los cuales pueda inferirse un dato trascendente en el ámbito penal".
También, dice la Corte, la defensa del 'Ñoño' pidió excluir el celular como prueba, sin tener en cuenta que "el teléfono de donde fue sustraída la información objeto de censura fue entregado voluntariamente por quien tenía expectativa razonable de intimidad frente al mismo, tal y como lo ha reiterado Otto Bula".
El empleado del consorcio Sion dijo en su interrogatorio a la Fiscalía señaló que Otto Bula lo contactó en diciembre del 2013 y le presentó a un funcionario de Odebrecht, con quien firmó un contrato el 26 de febrero del 2014. Dijo que recibió un anticipo del 20 por ciento (2.000 millones de pesos), pero que cuando viajó al sitio donde debía realizar las obras se dio cuenta que no podía ejecutarlas por capacidad técnica.
Dumar afirma que, entonces, Otto Bula y Mauricio Marangoni (director de la obra de Consol en Aguachica) le dijo que ese contrato ya estaba hecho y que usara ese dinero “para pagar unos compromisos de Otto Bula, así como unos dineros que se debían”.
“Entonces es cuando me dicen que esa plata hay que entregársela a Bernardo Elías, a él se le deben unas platas… yo, bueno listo, yo tenía una buena amistad con Bernardo, también tenía una buena amistad con Otto, y quise hacerle el favor a unos amigos. Yo le dije a Otto, entonces yo que voy a ejecutar, dijo no te preocupes, que ellos más adelante te dan trabajo”.
Dice que el dinero se lo entregó a Bernardo Elías: “él me decía, tráemela a la casa, él me decían, pónmela en mi casa en Sahagún, tráemela aquí a la casa en suero (cada del suegro) en Sincelejo y yo se la llevaba”. De esos 2.000 millones, según Dumar, 1.600 fueron para ‘el Ñoño’ y otros 360 para Otto Bula.
Aseguró que en ningún momento Otto Bula le explicó las razones por las que debía entregar el anticipo al Ñoño, y que sólo supo cuando se destapó el escándalo.
También afirma que en marzo, mayo y junio del 2015 le giraron los restantes 9.000 millones de pesos que le fueron consignados en cuentas al consorcio Sion, y terminaron entregados a Bernardo Elías “directamente en su casa en Sahagún, e igualmente en su apartamento en Bogotá, y a través de terceras personas cuyos nombres se encuentra pendiente de precisar, con quienes el senador tenía deudas de las campañas del 2014 y 2015”.
Dijo que cuando le dio el dinero al Ñoño, el senador nunca le dijo las razones por las que lo estaban usando de intermediario, y que luego Bernardo Elías le dijo que esos dineros que le estaban dando era por la “gestión normal de un congresista ante la ANi (…) para poder sacar el otrosí Ocaña-Gamarra”.
Además, Dumar habló de otro contrato con Sion por 7.000 millones del que quedaron 5.500 millones, de los cuales la mayoría se le entregó a Bernardo Elías, y otra pequeña parte, unos 350 millones, a Otto Bula.

Luis Fernando Andrade es el actual director de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
EL TIEMPO / Mauricio León
El presidente de la ANI “refiere el interés que el senador Bernardo Miguel Elías tenía en el desarrollo de la obra Ruta del Sol II”, principalmente en la adición del contrato para la vía Ocaña-Gamarra. Según su testimonio también estaba interesado en obras de la Costa Atlántica y en ampliar la autopista norte en Bogotá.
“Reseña el director de la ANI, sostuvo varias reuniones con el congresista en distintos lugares, entre ellos, el apartamento del senador, en donde éste le presentó al presidente de Odebrecht Colombia, señor Eleuberto Antonio Martorelli”.
También asegura que le habló del interés de inversionistas extranjeros en el contrato para mejorar la navegabilidad del río Magdalena.
El representante legal de Odebrecht en Colombia ha negado cualquier actividad ilegal de la empresa. Sin embargo ha dicho que Otto Bula estuvo vinculado a Odebrecht con un contrato de asesoría (honorarios por resultados) “dadas sus capacidades para influencias política, social y empresarialmente, y en tales condiciones, gestionar y agilizar el trámite de la adición del contrato principal”, a cambio del pago de un 1 por ciento del valor del contrato, es decir, 4.6 millones de dólares.
Juan Sebastián Correa Echeverry:
Juan Sebastián Correa Echeverry, asesor de la Agencia Nacional de Infraestructura (Ani).
Archivo particular
Exfuncionario de la ANI que era el enlace de Odebrecht y el Congreso, quien se refiere a dos reuniones entre Luis Fernando Andrade y ‘el Ñoño’ realizadas en el apartamento del congresista.
En una de ellas estuvo Martorelli, y en la otra, el parlamentario le presentó unos inversionistas portugueses.
El empresario cartagenero habla de un pago de 6.5 millones de dólares de Odebrecht al exviceministro de Transportes Gabriel Ignacio García Morales.
José Elías Melo Acosta:El expresidente de Corficolombiana se limitó a referir la participación de la financiera en la estructuración del contrato inicial.
Eleuberto Antonio Martorelli y Luiz Antonio Bueno:
Eleuberto Antonio Martorelli, en el 2015, negaba que la empresa hubiera 'participado en un cartel'.
Archivo EL TIEMPO
Los dos empresarios y ciudadanos brasileños, expresidentes de Odebrecht, se refieren al pago de sobornos y la actividad para la que contrataron a Otto Bula. Martorelli dice que la participación de Otto Bula fue fundamental, porque si no lo hubieran contratado, el negocio por el que iban “se hubiera demorado 3 ó 4 años más, o se hubiera ido a una de las últimas olas de las 4G por licitación”.
William Santos y Miguel Antonio Ricaurte Lombana:El Contador de la Constructora Odebrecht, y el representante legal de la firma OHL, respectivamente, se refieren a aspectos del trámite contractual. Ricaurte habla de denuncias que hizo ante los medios sobre el proceso de adjudicación.
Luis Carlos Batista, Héctor William Santos Jiménez, Jorge Barragán Holguín y Luis Fernando Arboleda González:La Corte dice que Barragán y Arboleda se refieren a una reunión en el Club de Banqueros en el centro de Bogotá, con directivos de Odebrecht y ejecutivos de la firma portuguesa AFA Vías en la que estuvo Bernardo Elías.
Barragán también dice que antes de esa reunión, hubo un encuentro previo en el apartamento del Ñoño con los representantes de AFA Vías, en el que se trató su participación en el proyecto de Navelena.
El empresario “confirmó en aspectos generales lo aseverado por Otto Bula”, pero no dijo nada más afirmando que está en una negociación con la Fiscalía.
Gabriel Ignacio García Morales:
Gabriel Ignacio García Morales ha estado recluido desde el jueves en el búnker de la Fiscalía.
Nestor Gómez/ EL TIEMPO.
Aseguró en interrogatorio ante la Corte que el entonces congresista Plinio Olano “lo fustigó en el congreso duramente” cuando estaba en el proceso de licitación de la Rutal del Sol II. Dijo que el otrosí de ese contrato debió haberse dado por licitación.
Afirmó que Morterelli le comentó que una forma de legalizar los pagos era “hacerles aportes a algunos candidatos al Congreso por el partido de la U en razón de una compensación por la adjudicación de Navelena”, pagos que se hicieron en efectivo, aunque dijo desconocer quiénes fueron los beneficiarios.
El representante legal de Consultores Unidos Colombia y Panamá habló sobre los contratos y el desembolso de recursos a Otto Bula. También señaló que está negociando con la Fiscalía.

Los contratos irregulares se presentaron en el marco de las obras de la adición del tramo Ocaña-Gamarra de la Ruta del Sol II.
Jaime Moreno / EL TIEMPO
La Corte menciona el caso de la Ruta del Sol Tramo II, que va desde Puerto Salgar (Cundinamarca) a San Roque, Curumaní (Cesar) para la que se suscribió un contrato en el 2010 con el Instituto Nacional de Concesiones (Inco) por un valor inicial de 2.094 millones de pesos. Ese contrato se adicionó con un otrosí suscrito el 14 de marzo del 2014 por un valor que terminó entre 1.4 y 1.6 billones de pesos.
También hay un contrato para recuperar la navegabilidad del río Magdalena, que se suscribió el 13 de septiembre del 2014 entre Cormagdalena y el concesionario Navelena. Para ese contrato, según la investigación, el Ñoño “gestionó reuniones privadas entre posibles contratistas, funcionarios de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y Cormagdalena” para que permitieran la participación contractual de dichos inversionistas privados y buscar alternativas de financiamiento con el sistema bancario”.
“Para la adjudicación de las refereidas obras de infraestructura, la aprobación de condiciones favorables a la compañía y la agilización de los trámites contractuales respectivos, los directivos de la multinacional Odebrecht, por intermedio del exviceministro de Transportes, Gabriel Ignacio García Morales, el exsenador Otto Nicolás Bula y otros lobistas, acordaron la entrega de dinero a varios servidores públicos y congresistas para que se comprometieran a suplir las necesidades de la contratista”, dice el alto tribunal en la narración de los hechos.
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