“El general Flavio Buitrago Delgadillo recibió sumas de dinero mensual que le eran entregadas por miembros del Bloque Central Bolívar (de las Auc) como retribución por su apoyo en inteligencia, las cuales provenían de actividades ilícitas, entre ellas la del narcotráfico, más la recibida de alias ‘el Papero’, reconocido narcotraficante”.
Esa fue la conclusión de la jueza novena penal especializada de Bogotá en el proceso que representa la segunda condena penal de un exjefe de seguridad de la Presidencia de la República.
Buitrago pagará nueve años de prisión, dos más que la que recibió de la justicia de Estados Unidos su antecesor en el cargo, el también general de la Policía Mauricio Santoyo, quien ocupó la secretaría de seguridad en el primer gobierno del expresidente Álvaro Uribe y fue reemplazado en el 2005 por Buitrago, que estuvo allí hasta el final del segundo mandato del hoy senador del Centro Democrático. En los dos casos, los cargos fueron recibir dinero de narcos y ‘paras’.
Así, tras un proceso que se inició en el 2012 por un informe entregado por la Embajada de los Estados Unidos en Bogotá, Buitrago y su esposa, Alba Elieth Pulido (condenada a seis años), fueron hallados responsables de enriquecimiento ilícito por al menos 670 millones de pesos. Esto sin incluir el valor de una casa de campo en el municipio cundinamarqués de Fusagasugá, que, según la jueza, vale más de mil millones de pesos y cuyo origen no ha sido investigado.
Aunque a lo largo de todo el proceso el general aseguró que sus finanzas fueron beneficiados por ‘dobles pagos’ que recibió cuando ocupó comisiones de la Policía y por la actividad de su señora como prestamista, la justicia les dio crédito a los testimonios del narco condenado Jaime Dib Mor Saab (socio de Marco Antonio Gil, ‘el Papero’, también sentenciado) y del detenido exjefe paramilitar Carlos Mario Jiménez Naranjo sobre pagos ilegales supuestamente realizados al general Buitrago.
El rastreo contable a las cuentas del matrimonio encontró millonarias sumas sin justificar y a lo largo del proceso se comprobó, según el expediente, una relación de amistad y comercial del oficial de la Policía con ‘el Papero’.
Buitrago, siendo coronel del Gaula de la Policía, rescató a una hija del ‘Papero’ (llamado así porque era uno de los principales comercializadores de ese alimento en el centro del país) en 1997 y desde entonces empezó una amistad que, según la justicia, permitió que “la pareja Buitrago Pulido empezara a incrementar su patrimonio de manera inusual”.
En el proceso, Mor Saab aseguró que Buitrago supuestamente le sirvió de intermediario para entregarle al ‘Papero’ 600.000 dólares. Según Mor, que hasta mediados de la década pasada también posaba como un próspero empresario, aseguró que su socio le comentó “que tenía una caleta de dinero que le guardaba el general Buitrago y que decía que mejor cuidada no podía estar, porque estaba en manos de la ley”.
La jueza encontró válido el testimonio de Mor, de quien dice que “no se avizora un motivo por el que quisiera causar algún perjuicio a Buitrago, en tanto que Marco Antonio Gil (‘el Papero’) tiene razones de sobra para exculparlo”.
La versión de 'Macaco'.En una de sus pocas colaboraciones con la justicia desde la cárcel de Estados Unidos, donde cumple 33 años por narcotráfico, alias Macaco, capo del Bloque Central Bolívar, aseguró que desde mediados de los 90, cuando era coronel y trabajaba con Santoyo en el Gaula de Medellín, el general Buitrago estaba “en la nómina” de las Autodefensas y que “daba información y hacía seguimientos, interceptaciones, etc.”.
Incluso, dijo que cuando Buitrago pasó a ser jefe de seguridad del expresidente Uribe, “desde allí colaboraba para que la gente se moviera sin problemas”. ‘Macaco’ asegura que estando en Presidencia Buitrago recibía mensualidades de 15 millones de pesos y que el supuesto trato era que un ‘recomendado’ de Buitrago o de Santoyo fuera la cabeza de la Policía en los municipios del bajo Cauca antioqueño, donde él se movía.
La sentencia dice que las declaraciones de ‘Macaco’ y de varios de sus hombres de confianza en el Bloque Central Bolívar “no presentan mayores contradicciones y son coincidentes en sus partes esenciales”, por lo que da crédito a la versión de que recibía pagos mensuales de los ‘paras’.
Sobre la señora Pulido Solano, dice que estaba plenamente consciente de que su esposo estaba recibiendo dinero en una cuantía muy superior de lo que devengaba como policía.
JUSTICIA
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