Tras la terminación de la audiencia pública ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), en el juicio contra Colombia por el ataque a la periodista Jineth Bedoya el 25 de mayo del 2000, la comunicadora habló en una rueda de prensa sobre estos días de audiencia.
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Bedoya recordó que en su caso se ha perdido parte del expediente, ha sido amenazada constantemente, y mencionó que si a una persona como ella, una periodista reconocida que tiene acceso a medios de comunicación, el Estado le da un trato indigno, "imagínense cómo trata el Estado a una víctima anónima, que no tiene esa posibilidad".
Añadió que el perdón parcial que ofreció el Estado en la audiencia de este martes fue "una bofetada más. Reconocer solamente que en 12 oportunidades me hicieron declarar mi violación, que no hubo investigación en las amenazas y que no admiten las reparaciones que yo he presentado es como los casos que denuncio todos los días, donde el marido golpea a la mujer y al otro día le dice 'perdóname, te quiero pero estaba de mal genio'. Eso es lo que el Estado ha hecho conmigo ante la Corte", expresó.
Añadió que "un perdón total es reconocer que hay una ausencia de todas las líneas de investigación pero, sobre todo, de todo el apoyo que se le puede dar a una mujer que ha sufrido la peor violencia que se pueden ensañar conta un ser humano, la violencia sexual".
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A su turno, Jonathan Bock, director de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), que junto con el Cejil llevaron la defensa legal de Bedoya, añadió que la decisión del Estado es negar "la violencia sistemática contra las periodistas mujeres y no quiere encontrar los modos de reparar a centenares de periodistas".
Añadió que el mecanismo de protección a periodistas en Colombia no brinda reales garantías ni es capaz de proteger a los periodistas.
"Establecer los hechos con claridad y sin ambigüedades es fundamental para un proceso que ha tenido todos los obstáculos que se pueden presentar. Trampas con la participación de agentes estatales, un plan que involucró la confabulación de la fuerza pública. Pero la defensa jurídica del Estado se niega a reconocer esto, que es esencial para reconocer de manera integral la responsabilidad del Estado".
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Por último Viviana Krsticevic, directora del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), mencionó que un Estado que no reconoce ni entiende sus errores no puede cambiarlos.
"Lo más duro de este reconocimiento parcial es que no dimensiona sus propias falencias, haber dicho que los errores en la investigación se limitan a las 12 veces que la llamaron a declarar y falta de investigación de las amenazas demuestra que no entiende cómo se han obstruido buena parte de las investigaciones a través de la destrucción de la prueba, demoras, falta de investigación de líneas fundamentales que vinculaban a agentes del Estado...", expuso.
Añadió que la teoría sostenida este martes por el Estado de que no es responsable por la falta de protección y prevención en el caso "es especialmente escalofriante porque adelanta una teoría según la cual Jineth es la culpable de lo que le pasó. El Estado utiliza parte de la información de los hechos de manera amañada y omite decir cosas importantes", concluyó.
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