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Cortes

Había una cercanía entre Piedad Córdoba y las Farc evidente: Betancourt

Piedad Córdoba e Ingrid Betancourt.

Piedad Córdoba e Ingrid Betancourt.

Foto:EL TIEMPO

EL TIEMPO revela declaración de Íngrid Betancourt en el proceso contra Córdoba por nexos con Farc.

EL TIEMPO conoció la declaración completa que por tres horas y media dio la candidata presidencial Íngrid Betancourt ante la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia en el marco de la investigación que se adelanta contra la senadora electa Piedad Córdoba por presuntos nexos con la guerrilla de las Farc.
La declaración se realizó el pasado 16 de febrero ante el despacho de la magistrada Cristina Lombana, en la que se trataron asuntos como el secuestro del que fue víctima entre el 23 de febrero de 2000 y el 2 de julio de 2008 cuando fue liberada por el Ejército Nacional, así como la relación que tendría Córdoba con la guerrilla en la época de los procesos de paz en el Caguán.
"Lo que el país conocía. No tuve información especial. No creo que para nadie es un secreto que ella era cercana a las Farc. Es más creo que en el proceso de paz eso era muy obvio, el que se adelantó en la presidencia de Juan Manuel Santos", señaló.
"Sí claro, todo el mundo lo supo, eso era de público conocimiento. Todo el país lo supo no sólo por las noticias radiales (en el secuestro) sino por los comentarios de la guerrilla. Se sabía de la relación frecuente, constante, de Piedad Córdoba con las Farc. Eso sí era de conocimiento en la guerrilla", señaló.
Y agregó: "no escuché (en cautiverio) que le dieran recursos (a Piedad) pero si, múltiples veces, que la consideraban 'de ellos'. ¿Qué quiere decir 'de ellos'? No sé si eso involucre apoyo económico", dijo.

La invitación a hablar con la guerrilla

Piedad me dijo que tenía contacto con la guerrilla y que si yo quería ir a conocer a 'Manuel Marulanda'

En la diligencia, Betancourt señaló que en su primer periodo en el Congreso en 1994 en la Cámara de Representantes, Córdoba estaba en el Senado y, si bien estaban en "bandos opuestos", tenían una relación cordial. "Era una persona con la cual uno podía hablar porque la violencia en el Congreso era muy fuerte, la polarización. Y Piedad es muy decente".
Luego, ambas coincidieron en el Senado en 1998. "No me atrevería a decir que era amiga de Piedad. Nos conocíamos. Coincidíamos en algunos debates. Yo creo que había una solidaridad de mujer. Y, en algún momento, salíamos juntas a almorzar. Era un colegaje".
Betancourt dijo que en una de esas oportunidades, "Piedad me dijo que tenía contacto con la guerrilla y que si yo quería ir a conocer a 'Manuel Marulanda' y a los comandantes de las Farc. Y yo en ese momento estaba en oposición al Gobierno de (Andrés) Pastrana y estaba promoviendo un referendo anticorrupción para pasar unas reformas constitucionales al régimen electoral".
"Yo estaba hablando con todos los sectores políticos, los gremios, las personas que podían incidir en la opinión pública. Y dentro de esos contactos que yo tuve, como congresista, uno de ellos fue con Carlos Castaño (jefe de las Autodefensas). En ese contexto, cuando Piedad me dice que vayamos a ver a la gente de las Farc, me parece que era bien porque estaban en negociación de paz", dijo.
Betancourt relató un encuentro con alias Raúl Reyes y aunque inicialmente dio una fecha sobre esa reunión, luego consideró que debió ser otra, hacia 1999, y se comprometió a entregar las fechas exactas al despacho. Y primero afirmó que con ella estaba Córdoba y luego precisó que no recordaba si en esa visita fue con ella o con un asesor.
“Raúl Reyes me pareció un hombre muy desagradable”, señaló la candidata al indicar que ahí debía haber un equipo de comunicaciones. No obstante, dijo que  recuerda con claridad que en otra reunión, con 'Manuel Marulanda', sí estaba con Piedad Córdoba.
Ingrid Betancourt, ingresa a la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, para dar declaración, en el marco de una indagación preliminar que se adelanta en contra de la exsenadora Piedad Córdoba Ruiz.

Ingrid Betancourt, ingresa a la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, para dar declaración, en el marco de una indagación preliminar que se adelanta en contra de la exsenadora Piedad Córdoba Ruiz.

Foto:Foto: César Melgarejo/ CEET

La visita a 'Marulanda'

Lo que yo sí vi en ese momento fue que Piedad tenía cariño por ‘Manuel Marulanda’. Es decir, los otros tenían una forma de respeto y distancia pero Piedad era cercana a él y le hacía chistes

“La sensación que yo tuve es que en San Vicente del Caguán había contactos ya establecidos que eran de la guerrilla. El hostal al que fuimos, no era la primera vez que ella (Córdoba) iba. Uno sabe cuándo alguien conoce a otra persona. Yo me sentí tranquila. Ella era familiar de ese ecosistema", relató.
Betancourt señaló que, en su criterio, Córdoba quería mostrar “que ella manejaba ese mundo porque eso le daba poder. Para mí como congresista el mundo de las Farc era totalmente inaccesible. Todo era un poquito con un sabor clandestino”.
La candidata presidencial dijo que en ese momento, todavía no se había pavimentado la carretera ni había las estructuras que se crearon cuando avanzó el proceso de paz. Y señaló que en la visita a otros jefes guerrilleros, a la que está segura fue con Córdoba, pasó la noche previa en la finca de una señora que había sido víctima de los paramilitares. Luego, relató que las recogieron en una camioneta, que llegaron a un retén, siguieron hacia un sector llamado Los Pozos, donde había una construcción de madera rudimentaria.
“Una era la ‘socia’ de Manuel Marulanda. Nos ofrecen de comer y, poco a poco, van llegando comandantes de la guerrilla", dijo Betancourt al indicar que ella estaba intimidada pero que “Piedad estaba como pez en el agua" y que era claro que Córdoba conocía de antes a las guerrilleras que las recibieron, que se sabía el nombre de ellas y que eran “amigas”.
A la cita, dijo, llegaron Joaquín Gómez, Fabián Ramírez y otros comandantes. "Piedad me dijo aquí está el secretariado", señaló. "Estaba ‘Manuel Marulanda’, el ‘Mono Jojoy’, ‘Raúl Reyes’ (...) Había una construcción de madera y el piso era en tierra. Había sillas Rimax, la pusieron fuera de la parte cubierta. Había llovido. Y cuando llega ‘Manuel Marulanda’ “se crea como una conmoción entre ellos”.
Imagen de Manuel Marulanda Vélez, fundador de las Farc, en la entrada a la Zona Veredal Transitoria de Colinas.

Imagen de Manuel Marulanda Vélez, fundador de las Farc, en la entrada a la Zona Veredal Transitoria de Colinas.

Foto:Juan José Pardo

“Marulanda se sienta en una silla Rimax y lo alzan, literal, y los ponen en el sitio donde habían hecho un piso entablado. A mí eso me pareció muy curioso. Como una deferencia muy especial. Le tenían una devoción particular. Lo que yo sí vi en ese momento fue que Piedad tenía cariño por ‘Manuel Marulanda’. Es decir, los otros tenían una forma de respeto y distancia pero Piedad era cercana a él y le hacía chistes. Y el viejo como que se reía. Se veía como que quería a Piedad", relató.
Betancourt señaló que ‘Marulanda’ era un tipo “seco” de trato, que con ella fue algo displicente y “osco”. “Era un viejo malgeniado”, agregó al indicar que Córdoba se refería a los jefes guerrilleros de “comandante” o de nombre. “En todo caso había una simpatía y una cercanía que era evidente. Y eso a mí, en ese momento, me tranquilizó mucho porque yo sentía que era una persona que me estaba protegiendo”, agregó.
Piedad Córdoba habló primero, según explicó Betancourt quien en ese momento estaba promoviendo un referendo anticorrupción y lo explicó. “Yo sentí que a ‘Marulanda’ ni le interesó ni le importó ni lo entendió y tuvo comentarios como que estaban en otra cosa, que era una visión de ellos (los políticos) y nosotros (los guerrilleros)", dijo al señalar que en algún momento, el ‘Mono Jojoy’ se para, dice que se va a ir y que lo que tenía que hacer la guerrilla era “secuestrar a toda esta gente y ver si así, sí negocian”.

En ese momento yo creo que ellos no estaban pensando en lo que años después sería el proceso de paz

“Eso fue una cosa muy violenta. Yo me volteé y le dije a ‘Marulanda’ si él pensaba eso. Y él dice: no le ponga bolas. Salió 'Jojoy' y los otros se rieron, era como un chiste”, señaló la candidata al indicar que también Piedad Córdoba le dijo que no le pusiera atención a ‘Jojoy’.
Betancourt agregó que ese comentario y la ausencia de preguntas le hicieron pensar que, o la guerrilla no entendía que era una reforma electoral o no les interesaba.
“En ese momento yo creo que ellos no estaban pensando en lo que años después sería el proceso de paz. No creo que en ese momento ellos estuvieran en una reflexión sobre cómo cambiar armas por hacer un proyecto político”, señaló. Luego, se devolvieron al hostal y a Bogotá.
De memoria, Betancourt dijo que pudieron haber pasado unos tres años entre este encuentro y su secuestro. Y señaló que días antes del secuestro fue que ocurrió la reunión que fue televisada con varios candidatos presidenciales, cuando el proceso ya estaba en crisis y ella les hace un reclamo a los jefes guerrilleros.

'Todos sabíamos que Piedad tenía relación con las Farc'

La pre candidata a la presidencia, Piedad Córdoba da unas declaraciones a la prensa en su sede de campaña.

La pre candidata a la presidencia, Piedad Córdoba da unas declaraciones a la prensa en su sede de campaña.

Foto:Foto: César Melgarejo / CEET

Yo no sé cómo se inicia ese contacto, lo que sí sé, es que era un contacto especial. Ella le hacía la intermediación a las Farc. Yo no fui la única persona que ella llevó a los comandantes

En la diligencia, la magistrada Lombana le preguntó a la candidata si supo cómo o en qué momento Piedad Córdoba obtuvo ese contacto con la guerrilla de las Farc. “No sé”, contestó.
Lo que sí sé es que en el Congreso todos sabíamos que Piedad tenía relación directa con los comandantes de las Farc. Ella lo decía también. Era una cosa que se veía como algo normal porque entre otras porque estábamos en un proceso de paz, en unos diálogos, y había mucha gente visitando a las Farc”, señaló.
En ese contexto, dijo Betancourt, esos contactos con la guerrilla se veían como “plausibles y no creaban interrogantes”. “Yo no creo que ella tuviera ningún papel oficial (en los diálogos de paz), no estaba nombrada por el Gobierno para nada, era una cercanía ideológica”, precisó.
Y ante las preguntas de la magistrada Lombana, que busca establecer en qué momento Córdoba inició los posibles contactos con la guerrilla, Betancourt dijo: “Yo no sé cómo se inicia ese contacto, lo que sí sé, es que era un contacto especial. Ella actuaba como..., ella le hacía la intermediación a las Farc. Yo no fui la única persona que ella llevó a los comandantes”.
“Era el canal obligado, había que pasar por Piedad para saber...., por lo menos, en el ámbito del Congreso”, precisó. “Era lo que se decía. Era esa información no oficial que corría en el Congreso. Uno sabía que para llegar a hablar con Castaño tenía que hablar con ganaderos de Montería y, para las Farc, era Piedad”, dijo.
Betancourt señaló que no puede precisar nombres, pero que Córdoba sí llevó a más personas a hablar con las Farc, no solo congresistas. La magistrada Lombana le preguntó a la declarante si sintió que Córdoba estaba “cooptando adeptos” a proyectos políticos de la guerrilla y Betancourt contestó: “no creo”.
“Yo creo que ella le estaba haciendo una labor a la guerrilla de relaciones públicas, de abrirle contactos a la guerrilla. Yo creo que ellos tenían como la voluntad de que la gente entendiera quiénes eran ellos y socializarlos. Era como relaciones públicas”, dijo Betancourt.
La candidata dijo que en ese momento, en su criterio, las Farc estaba interesadas en tener un espacio internacional o reconocimiento. “Y (el presidente Andrés) Pastrana les estaba dando reconocimiento político. Dejaban de ser una guerrilla aislada (...) ellos tenían una actuación militar que los había desdibujado ante la opinión pública. La gente no quería a las Farc”, precisó.

El secuestro

Foto:Felipe Caicedo. Archivo EL TIEMPO

“Yo era candidata a la presidencia y tenía un evento en San Vicente del Caguán. Me desplacé de Bogotá a Florencia. Los acuerdos de paz se habían roto con las Farc que en ese momento adelantaba el gobierno del presidente Andrés Pastrana. (...) Teníamos carros blindados de la gobernación y dos motos en el trayecto entre Florencio y San Vicente”, dijo.
Betancourt explicó que ese trayecto ya lo había hecho en el pasado, incluso junto a Piedad Córdoba quien, dijo, la había llevado “a visita y a dialogar con los comandantes de las Farc meses antes de mi secuestro”. La hoy candidata presidencial narró como conversaciones con personas a cargo del aeropuerto porque se estaba esperando la llegada del presidente Pastrana y señaló que hubo unos retrasos para su recorrido.
“Estaba viajando como con 12 personas, seis escoltas, y cuando di la orden de tomar el camino se me anunció que ellos (mis dos jefes de escolta) habían recibido una orden de que no me podían acompañar. Hubo una discusión con ellos y el escolta Omar Garzón me dijo: esto está militarizado, no hay ningún problema, coja la carretera”, narró.
La candidata dijo que como ya no tenía los vehículos de la Gobernación, su escolta le consiguió un vehículo del DAS, en el que se fueron cinco personas. “Había un retén militar y el oficial de alto rango me dijo: doctora, por favor anote acá que usted coge la carretera por su propio riesgo. Yo anoté diciendo que me voy por la carretera, por el riesgo que me hace coger el Gobierno que me quita mis escoltas”.
Betancourt le dijo a la magistrada Lombana que si los militares en efecto advertían de un riesgo, debieron evitar que siguiera el camino. “No me pararon como no pararon a nadie. Al frente mío había un bus, un taxi, una moto y una camioneta Jeep de la ONU. Todos pasamos. Había tropa”, dijo.
La candidata narró que pararon media hora después en una estación de gasolina y luego siguieron hasta un puente que cruzaba un río y, al llegar a la otra orilla, vio cómo el Jeep de la ONU que iba enfrente paró y llegaron hombres armados y uniformados: “Cuando vi que eran botas de caucho (señal de que eran guerrilleros) me dio angustia, le dije al conductor que nos devolvíamos ya. La maniobra de dar la vuelta fue lenta y mientras la hacía, llegaron”.
“Se acercaron dos guerrilleros, hicieron abrir las ventanas, preguntaron quiénes son ustedes. Yo dije: soy Íngrid Betancourt. Apenas dije eso pararon todo, nos hicieron alinearnos y el otro carro siguió pero a nosotros nos detuvieron. Nos hicieron entrar hora y media por una trocha, por un camino abierto”, dijo.
Luego, un guerrillero pisó una mina antipersonal. “Y ese fue el momento en que me secuestraron”, relató Betancourt con la voz entrecortada.

Lo que escuchó en el secuestro

01 de agosto 2007
El presidente de venezuela, Hugo Chávez llega a la hacienda presidencial de Hato Grande, en las afueras de la ciudad de Bogotá. De traje informal junto al presidente Álvaro Uribe, estuvieron reunidos por más de seis horas.

01 de agosto 2007 El presidente de venezuela, Hugo Chávez llega a la hacienda presidencial de Hato Grande, en las afueras de la ciudad de Bogotá. De traje informal junto al presidente Álvaro Uribe, estuvieron reunidos por más de seis horas.

Foto:Héctor Fabio Zamora/ CEET

Piedad era la más conocida, la más popular. Ellos hablaban de Piedad, de Chávez, pero mucho antes de lo que nosotros descubrimos por la radio, que Hugo Chávez estaba involucrado en la negociación

En la declaración, la candidata presidencial dijo que estando en cautiverio, pudo darse cuenta de que los guerrilleros rasos que los cuidaban tenían afecto por el presidente de Venezuela Hugo Chávez y Piedad Córdoba y desafecto por Fidel Castro.
Piedad era la más conocida, la más popular. Ellos hablaban de Piedad, de Chávez, pero mucho, mucho antes, de lo que nosotros descubrimos por la radio, que Hugo Chávez se estaba involucrando en la negociación de los secuestrados y que Piedad lo estaba acompañando en ese propósito”, dijo.
La candidata señaló que cuando ese anuncio se hizo, para ella como secuestrada, se tomó como algo “normal porque sabíamos que eran cercanos con la guerrilla. Muchas veces nosotros pensábamos que estábamos en terreno venezolano, seguramente nunca fue el caso. Pero, como nos estaban moviendo constantemente uno se preguntada: ¿no será que ya pasamos la frontera o dónde estaremos?”.
En ese momento, Betancourt explicó que estuvo un año con Clara Rojas en poder del Bloque Sur de Joaquín Gómez y Fabián Ramírez y luego pasaron al Bloque Oriental del Mono Jojoy', en donde el trató cambió y “fue terrible”.
"Era un campo de concentración, rejas, alambrados, garitas en las esquinas. Fue un momento muy difícil para todos. Hacinamiento. Hubo un sinfín de peleas entre secuestrados. Nos ponían a pelear por la comida, por los medicamentos. Le daba a unos cosas y a otros no y eso creaba rivalidades. Había compañeros de secuestro que informaban a la guerrilla entonces uno tenía mucho miedo de decir cosas porque sabían que lo reportaban", narró.
Betancourt señaló que la noticia del aval del entonces presidente Álvaro Uribe para que el presidente Chávez tomara contacto con la guerrilla para un eventual canje, junto a Piedad Córdoba, se tomó como algo lógico. Y dijo que eran los guerrilleros los que decían que esa organización era cercana al mandatario venezolano.
“Los muchachos decían ‘el comandante Hugo Chávez’ y lo tenían como un ídolo. A uno le quedaba muy claro que las Farc eran muy cercanos a Hugo Chávez y no nos quedaba duda de que había una relación, que tenían que haber encuentros clandestinos”, señaló.
Igualmente, la magistrada Lombana le preguntó a Betancourt sobre las gestiones de paz que realizó Álvaro Leyva y la diferencia de esa relación con la que tendría Córdoba con la guerrilla. Ante ello, la candidata dijo que Leyva era conservador, que no militaba, y estaba interesado en lograr un proceso de paz.
"Yo creo que Álvaro Leyva estaba interesado en lograr un proceso de paz para Colombia. Yo creo que Piedad estaba interesada en que le fuera bien a las Farc. Era una diferencia de perspectiva", aseguró.

Lo que supo ya liberada

Hugo Chávez era cercano a las Farc y entonces no las veía como unos secuestradores

En la diligencia, la candidata presidencial narró que una vez liberada hizo un esfuerzo para dejar el pasado atrás y se concentró en su familia, quienes le contaron sobre momentos que vivieron durante el cautiverio. Así, por ejemplo, su señora madre le hizo un comentario en el sentido que "Piedad siempre me acompañó"
Lo que generó preguntas de su parte. "Si Piedad hablaba de los demás secuestrados, mi mamá no tenía el filtro que yo tenía de 'por qué no me menciona a mi', eran situaciones diferentes. Ella estaba luchando por la liberación de todos los secuestrados incluida yo, y yo estaba pensando 'cuando voy a salir de acá'".
"Yo entendía que la liberación se daría en el conjunto de todos los que estábamos ahí secuestrados, pero la guerrilla nos estaba fraccionando e informando que unos sí y otros no", narró al contar el episodio cuando fue capturado 'Simón Trinidad' y se planteó la posibilidad de no extraditarlo si liberaban a los secuestrados.
También señaló que, estando secuestrada, recibía las declaraciones que se hacían sobre las Farc como demasiado benévolas incluidas las de los presidentes de la región que en algún momento hicieron llamados para la liberación. "Hugo Chávez era cercano a las Farc y entonces no las veía como unos secuestradores", dijo.
Betancourt insistió en que, para ella, Córdoba "hacía relaciones públicas para las Farc" y narró como su mamá le explicó que tuvo que explicar en Europa con ahínco que la guerrilla era una organización ilegal que secuestraba. "Muchos veían la guerrilla como algo legítimo y el trabajo de mi mamá fue muy importante al explicar que el secuestro no podía justificarse legítimamente", dijo.
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