Daniel Alfonso Gallego perdió su pierna derecha el 14 de septiembre del 2002, luego de recibir accidentalmente un disparo del arma de dotación de un soldado del Batallón Ayacucho, de Manizales.
Ahora, 14 años después, el Consejo de Estado falló una demanda a favor de Daniel y su familia en la que además de una millonaria indemnización ordena, aunque el joven no lo haya pedido, que se le dé una prótesis.
Los hechos ocurrieron en la barrio San José de la capital caldense, cuando un soldado perseguía a dos personas que se negaron a someterse a una requisa. En su intento por disuadirlos, el uniformado disparó pero la bala rebotó contra un andén y lesionó a Daniel, quien entonces era menor de edad.
En su fallo, el tribunal hace énfasis en la obligación que tiene el Ministerio de Defensa de garantizar la reparación integral de la víctima, sobre todo, por tratarse de un joven que era un reconocido bailarín de tango y jugador de fútbol en su comunidad y que tuvo una pérdida de su capacidad laboral del 44 por ciento. Por eso exigió que le suministre una prótesis y le brinde las medidas de rehabilitación que requiera.
El Consejo de Estado advirtió que “dentro de cualquier proceso que se surta ante la administración de justicia, la valoración de daños irrogados (causados) a las personas y a las cosas atenderá los principio de reparación integral y equidad”.
Dice además que siempre que se trate de daños a la salud no solo será obligatorio el pago de sumas de dinero, en este caso cerca de 270 millones de pesos, sino la entrega de medicamentos, sillas de ruedas, atención médica o psicológica integral.
La sentencia absolvió al soldado, sobre quien el Ministerio de Defensa había pedido imputar responsabilidad exclusiva por los hechos.
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