El expresidente de Interbolsa Rodrigo Jaramillo Correa, quien cumple en su lujosa casa en Medellín una condena de siete años de prisión por el descalabro de la comisionista, no logró que la Fiscalía le concediera un beneficio con el que pretendía que no se le procesara por otros dos delitos.
El fiscal general de la nación, Néstor Humberto Martínez Neira, que ya había tumbado los beneficios que la anterior administración les había concedido a los cuestionados inversionistas Juan Carlos Ortiz y Tomás Jaramillo, consideró que aprobar el principio de oportunidad para el expresidente de Interbolsa ponía “en tela de juicio el verdadero espíritu” de esa figura e impactaba la política criminal en manos de la Fiscalía.
“No se evidencia que la investigación y la administración de justicia obtengan un beneficio mayor al que obtendría el procesado”, advirtió el fiscal Martínez Neira.
En la decisión se ordena a la fiscal del caso que continúe el proceso penal contra Jaramillo Correa por los delitos de concierto para delinquir y operaciones no autorizadas, por los cuales será acusado ante un juez de Bogotá. Por esos delitos, en caso de ser encontrado culpable, podría recibir una pena de hasta 10 años de prisión.
Jaramillo aceptó en noviembre del 2013 los cargos de manipulación fraudulenta de especies y administración desleal, por los que ya fue condenado.
Según la investigación de la Fiscalía, Jaramillo Correa concertó con un grupo de personas para “cometer conductas delictivas de manera sistemática, para enriquecerse a través, de una parte, de la realización irresponsable de operaciones sobre una misma especie, conociendo de antemano que los enajenantes de las mismas no estaban en capacidad de cumplir con estas”.
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