En el XI encuentro de la Jurisdicción Constitucional, expertos discutieron en un panel sobre el plebiscito y la justicia transicional.
La expresidenta del Tribunal Constitucional de Chile, Marisol Peña Torres, hoy ministra de ese país, habló sobre la experiencia chilena en el plebiscito del 5 de octubre de 1988 y la transición a la democracia que dio la salida del general Pinochet del poder.
Dijo que de esa experiencia aprendieron que algo clave en los plebiscitos es que antes de que se realice ese mecanismo las reglas de juego deben ser claras y conocidas por todos. Así, "deben estar fijadas no sólo en la Constitución, sino que también debe quedar muy claro el efecto cuando se vote por el sí y o por el no"
Una segunda lección es que debe existir "una firme voluntad política de todos los actores de respetar la decisión democrática".
La exmagistrada también dijo que hoy el continente entero y el mundo "están esperanzados" en el proceso de paz colombiano. Dijo que, desde el punto constitucional, la paz es un valor fundamental, un principio de las relaciones internacionales y un derecho.
César Rodríguez, director de Dejusticia, y moderador del panel dijo que en Colombia estamos comprendiendo que "la mejor lección y venganza es que esté prevaleciendo la Constitución del 91 sobre la violencia".
Juan Carlos Henao, rector de la Universidad Externado, dijo que el país está llegando a un momento que se llama "la íntima convicción, cuando uno se desprende de incisos, normas, lecturas, conceptos, y es donde se expresan realmente la esencia y la forma de ser". Así, dijo que muchas posiciones políticas y la íntima convicción con la que hoy se están manejando las campañas por el sí o por el no están partiendo de la incertidumbre. Así, dijo que hoy nadie puede asegurar que "el país va para el castrochavismo".
"Voy a votar por el sí porque tengo una incertidumbre positiva, creo en la perfictibilidad del ser humano a pesar de todo, de las guerras, de la destrucción del medio ambiente. Lo que guía al ser humano es el ánimo de paz", dijo Henao. Añadió que en este caso hay dos análisis: el de tipo político en "el que cada lado puede pensar lo que quiera. Así del lado del uribismo, dice que se le entregó el país a las Farc mientras nosotros insistimos "que eso es carreta".
Pero dijo que desde el lado institucional está la intrepretación sobre si los acuerdos cumplen o no las normas internacionales. "Yo interpreté que la Fiscal Fatou Bensouda, de la Corte Penal Internacional, dijo que el acuerdo está acorde al derecho internacional".
Además aseguró que antes de "tergiversar" e insistir en que con el acuerdo se sustituyó la Constitución, esperemos al control debido que harán las Cortes.
A su turno, Rafael Nieto Loaiza, experto en derecho internacional, afirmó que la interpretación que él hizo de la Carta de Bensouda es distinta. Leyó un fragmento en el que dice que "la suspensión de la pena llevaría a la concesión del perdón que está prohibido por el derecho internacional". Dijo que en materia de Justicia el acuerdo "le rompe el espinazo" a la justicia, porque quedará por encima de las Cortes el Tribunal Especial para la Paz. "Se va a violar el principio de cosa juzgada, y el principal debe ser preestablecido".
Nieto añadió que en la amnistía e indulto el acuerdo señala que será la más amplia posible para exguerrilleros de las Farc. Nieto piensa qie esta "se hubiera podido extender a todos los que participaron del conflicto, lo que no se hizo". Además, afirma que en el acuerdo no quedan claros los alcances de la amnistía ni a qué delitos va a aplicar.
Agregó que el acuerdo no dice cómo las Farc van a reparar a las víctimas, ni dice que deben entregar los bienes ilícitos. "No queda claro que haya una pérdida de beneficios por haber mantenido esos bienes y no haberlos denunciados".
También se manifestó en contra del Acto Legislativo para la Paz porque reduce en el Congreso los tiempos para debatir las normas relacionadas con el acuerdo. Dice que el acuerdo restringe las competencias de la Corte Constitucional, y le da "facultades extraordinarias al Presidente para que decida sobre lo divino y lo humano". Rafael Nieto también afirmó que el acuerdo es "farragoso, mamerto" y que podría durar hasta 30 años su implementación.
La exministra Cecilia López Montaño dijo que la paz traerá beneficios que ya se han visto. "Economistas que han visitado el país dicen que si Colombia no hubiera generado esta esperanza, tendríamos una situación como la de Chile o Ecuador que están creciendo a tasas del 1 por ciento". López dijo que entre los costos del no, estaría el de las inversiones internacionales. "Se crearía una profunda incertidumbre en los mercados porque hay muchas inversiones esperando qué pasará en Colombia".
"Con paz o sin paz cuánto va a aguantar Colombia siendo el segundo país más desigual de América Latina. Los costos de ahora no son los del plebiscito, son reformas que teníamos que hacer hace mucho tiempo", aseguró.
Así, dijo que las reformas que se van a hacer es más fácil pagarlas con el sí que con el no. "No nos digamos mentiras. Esas reformas las vamos a pagar los colombianos con impuestos. La decisión es si las queremos pagar hoy o las generaciones de mañana. Aquí ciertos sectores como los individuos ricos no pagan impuestos y toca subir esos impuestos con paz o sin paz".
Gustavo Wilches Chaux, investigador del Externado, dijo que el conflicto colombiano le ha costado 179.000 millones de dólares al país en 52 años, 3.452 millones de dólares al año, unos 19 billones anuales.
Wilches dijo que a la paz-conflicto hay que hacerle gestión del riesgo, así, dijo que este es un riesgo que vale la pena correr. "Hagámoslo ahora. No esperemos 200 años para volver a hacer el intento".
El exsenador Juan Lozano dijo que le angustia el mecanismo plebiscitario. Dijo que su reparo es la ausencia del voto en blanco en la refrendación de este domingo.
Dijo que en este plebiscito se está violando el fallo de la Corte: "el alto tribunal dijo que el derecho a la paz no puede ser consultado. La pregunta no era sobre la paz. La pregunta del plebiscito tenía que ser sobre los acuerdos".
También insiste en que la Corte señaló que las armas no podían ser forma de perturbación. "Hay intimidación. En muchos pueblos se siente el temor de que si votan no, las armas se van a devolver contra ellos. Están las armas del Eln que sorpresivamente ha empezado a crecer en regiones".
Lozano también dijo que en el plebiscito hay una campañas sin topes. "Mire los miles de millones destinados al sí y la precariedad de las campañas del no". También insistió que no hay piezas de pedagogía sobre los acuerdos.
Lozano también dijo que a pesar de que la Corte ordenó abrir el registro en el exterior para que colombianos votaran, el Registrador no lo hizo.
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