Wigberto Tomás Chamorro Acosta y Juan Carlos Cuéllar, ambos recluidos en la cárcel Bellavista (Medellín), serán los gestores de paz que el gobierno reconocerá para participar en el proceso de paz con el Eln.
Chamorro es hermano de ‘Antonio García’, el segundo al mando en el Eln, y está preso desde el 2014, cuando intentaba cruzar la frontera con Venezuela. Tiene una condena por rebelión y un proceso en Estados Unidos por el secuestro de un ciudadano norteamericano. La Corte Suprema de Justicia ya negó su extradición, con el argumento de que el delito fue cometido en Colombia.
Tiene 61 años y lleva tres décadas en el Eln y fue jefe de ese grupo guerrillero en el Tolima. Tenía mando sobre el Frente de Guerra Central, participó en el secuestro el 13 de agosto de 2004 de José Yesid Ceballos, de 71 años, en el municipio de Salento (Quindio), y habría sido liberado el 8 de diciembre de ese año luego de que su familia entregara al Eln 24 millones.
Entre tanto, Cuéllar, quien fue capturado por el Ejército en Chachagüí, Nariño, a finales del 2004, ha jugado un activo papel en el proceso desde su sitio de reclusión. De hecho, fuentes cercanas al Eln aseguran que participó en el diseño de varios de los puntos que la guerrilla planteó para la agenda de negociación.
Cueller, conocido como ‘comandante López’ o ‘Silvio’, fue comandante del Frente de Guerra Suroccidental y desde su captura se ha dedicado a liderar procesos de acercamientos de paz.
Su nombre verdadero es Tulio Gilberto Astudillo Victoria y tiene una condena en su contra de 25 años de cárcel por el secuestro del empresario Mario Scarpetta Gneco perpetrado por la guerrilla el 12 de febrero 2000.
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