Tras recuperar su libertad después de tres años y tres meses detenido, Luis Alfredo Ramos aseguró en diálogo con EL TIEMPO que mantiene plena confianza en la justicia colombiana, especialmente en la Corte Suprema, que lleva su proceso por señalamientos de 'parapolítica'.¿Por qué la Sala Penal de la Corte ordena ahora su libertad, que ya había sido pedida antes por la Procuraduría?
Lo primero que quiero decir es que agradezco enormemente todas las manifestaciones de solidaridad conmigo y con mi familia, y que agradezco a la Corte Suprema por esta decisión que me provoca una inmensa alegría. Ustedes no saben lo que significa poder reencontrarme con mi familia, poder estar en libertad para atender mi proceso. La Procuraduría ya le había pedido dos veces a la Corte que decretara mi libertad, la última vez hace un año. Esta semana mi defensa lo hizo y la Sala Penal afortunadamente atendió esa petición y voy a lograr pasar esta Navidad con mi familia.¿Qué ha sido lo más difícil en este tiempo?
De nuevo, el alejamiento de mi familia. Yo soy antioqueño tradicional, tenemos una familia muy unida y nos ha tocado estar separados. Pero gracias a Dios empieza a terminar este drama de este proceso que se basó en falsos testigos.¿Qué sigue en el proceso?
Para los próximos 13 y 15 de diciembre están programadas las audiencias finales en la Corte, donde seguiremos desvirtuando los señalamientos de esos falsos testigos.¿Cuál es su mensaje después de esta decisión de la Corte de darle libertad provisional?
El mismo de siempre: que hay que creer en la justicia y hay que trabajar para fortalecerla para el bien de Colombia. Yo siempre he confiado en la Corte y mantengo esa posición. Soy un hombre convencido de la necesidad de respetar y fortalecer la institucionalidad del país.
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