El lunes, cuando Héctor Jaime Beltrán Fuentes –uno de los desaparecidos en la toma del Palacio de Justicia en 1985– cumpliría 60 años de edad, su familia recibió sus restos en un acto simbólico.
Su esposa, Pilar Navarrete, dijo que aunque el encontrarlo les permite cerrar el duelo, todavía quedan muchas preguntas: “Después de 32 años tenemos un poco de tranquilidad porque sabemos dónde va a estar y que lo podemos visitar por siempre. Sentimos tranquilidad, pero seguimos con más dudas. Necesitamos saber qué pasó”.
Beltrán Fuentes trabajaba como mesero del Palacio de Justicia y para la época tenía 28 años de edad.
La ceremonia se efectuó en el patio interior del Palacio de Justicia y fue coordinada por Medicina Legal y la Fiscalía General. Sus familiares estuvieron rodeados de amigos y organizaciones sociales.
El 2 de junio de este año, su esposa, Pilar Navarrete; sus cuatro hijas y demás familiares conocieron que el cuerpo de su ser querido se encontraba en el cementerio Jardines del Recuerdo, en Barranquilla. Por error, la tumba estaba con el nombre del magistrado auxiliar Julio César Andrade, muerto durante la toma del Palacio de Justicia.
Con pruebas de ADN, la Fiscalía confirmó que los restos en realidad coincidían con las muestras genéticas tomadas a la familia de Beltrán, quien había salido de su casa a las seis de la mañana del 6 de noviembre de 1985 a su trabajo y de quien no se volvió a saber nada.
Jorge Hernán Díaz, fiscal delegado ante la Corte y quien lleva el caso del Palacio de Justicia, dijo a la familia Beltrán que este es el comienzo de nuevas líneas de acción. “Comprendemos todo lo que han vivido. El nombre de Héctor Jaime lo honramos y le pedimos perdón por todo”, señaló.
“El holocausto les arrebató la posibilidad de celebrar muchos momentos, y son muchas las respuestas que debemos darles”, dijo.
La ceremonia religiosa se efectuó en la iglesia de San Ignacio, donde entonaron: “Todavía cantamos, todavía soñamos”. Y posteriormente se efectuó la inhumación.
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