Defensor: ¿una elección cantada en la Cámara?

Menos de una semana después de conocerse oficialmente los nombres de los ternados al cargo de Defensor del Pueblo, la plenaria de la Cámara se apresta a elegir este martes a quien ocupará el cargo hasta el 2020.

Aspiran la exfiscal Caterina Heyck Puyana, el expersonero de Cali Andrés Santamaría y el abogado Carlos Alfonso Negret, actual secretario general del partido de ‘la U’.

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Creada por la Constitución del 91 para defender los derechos humanos, la Defensoría completa casi tres lustros golpeada por la mala imagen y los escándalos. El último de ellos, por un supuesto acoso sexual, llevó este año a la renuncia de Jorge Armando Otálora, quien a su llegada al cargo, en el 2012, había encontrado una entidad desgastada por casi 10 años de administración de Vólmar Pérez.

Esta semana, la coalición Elección Visible pidió a la Cámara que el proceso para designar a un funcionario que jugará un papel clave en el posconflicto sea ejemplo de transparencia.

“El próximo Defensor deberá acompañar el proceso de construcción de paz y tendrá una participación crucial en los desafíos para garantizar la vigencia de los DD. HH. durante los primeros años del posconflicto –dice Elección Visible– (...). Los candidatos al cargo deberían ser personas de calidades excepcionales y con una trayectoria probada de servicio a la sociedad; reconocidas por su solidez moral y ética, fuera de toda duda, y por demostrar un compromiso inquebrantable con la defensa”.

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Aunque la aspiración de Negret, como las de sus compañeros de terna, apenas se protocolizó hace cinco días, en los círculos políticos se da como fija su elección. En la plenaria de Cámara, que debe elegir, se mueve como pez en el agua porque fue enlace legislativo de la Contraloría de Sandra Morelli. Su alto cargo en ‘la U’, además, le da acceso directo a todos los congresistas. De hecho, sus competidores admiten que la desventaja en el partidor es grande.

El perfil más político que cercano al campo de los derechos humanos del virtual elegido genera preocupación. Gloria María Borrero, directora de la Corporación Excelencia en la Justicia, dice que el país asistirá a “una competencia completamente desigual” en la Cámara y advierte que el presidente Santos podría estar repitiendo los pasos del pasado Gobierno, que llevó a la Sala Disciplinaria de la Judicatura a personas de la política cuya magistratura fue cuestionada. “El Defensor tiene una magistratura moral y eso se excluye con los cálculos políticos”, advierte Borrero.

César Rodríguez Garavito, director de Dejusticia, considera también que el proceso que se está llevando a cabo “no es transparente ni participativo”: “No ha habido tiempo para que los representantes a la Cámara ni la ciudadanía tengan tiempo para conocer los méritos y la preparación de los candidatos”, dice.

En el mismo sentido, Marco Romero, director de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), advierte que “siendo la Defensoría una de las instituciones que más actuarán en la implementación de los acuerdos de paz, la elección del Defensor no debería responder a un criterio partidista sino de idoneidad en el campo de los DD. HH.”.

El presidente a la Cámara, Miguel Ángel Pinto Hernández, dijo a EL TIEMPO que entiende las reservas, pero que tal y como está planeada la elección cumplirá con todos los estándares de transparencia. Dijo además que él no conoce a los aspirantes. “El Comité de Acreditación hará la verificación de los requisitos de los postulados y que no se estén incursos en una inhabilidad, y se elegirá”, dijo.

La Defensoría tiene un presupuesto anual de 41.000 millones de pesos; 2.300 funcionarios en todo el país y 4.100 abogados contratistas, que son los defensores de los sindicados que no tienen cómo contratar a uno privado.

Andrés Santamaría es, de los ternados a Defensor, el que más cerca ha estado de esa entidad en su ejercicio profesional. Durante siete años se desempeñó como defensor regional del Valle y fue personero de Cali entre el 2012 y el 2016, tiempo en el que también presidió la Federación Nacional de Personerías. Sobre la inmediatez de la elección, dijo que debería haber más tiempo “para que haya un análisis detallado de las hojas de vida”. “Si se imponen decisiones políticas en la elección de Defensor, no pierde un aspirante, sino el país”, dijo.

La mujer de la terna es abogada con doctorado en la Universidad de Granada en investigación para la paz y DIH. Hace un mes, Caterina Heyck dejó la Fiscalía donde impulsó procesos claves como la búsqueda de desaparecidos de la comuna 13 en Medellín y los casos de desaparecidos en la cárcel Modelo de Bogotá. “No soy ingenua: es un hecho notorio que me resulta imposible dar a conocer a todos los representantes a la Cámara mi hoja de vida. La Defensoría debe ser de todos; por eso esperaría que el color político no oriente la elección”, dijo Heyck.

Carlos Alfonso Negret, miembro de una tradicional familia política de Popayán –es hermano del exgobernador del Cauca César Negret–, es el actual secretario general del Partido de ‘la U’. Ha hecho carrera tanto en el sector público como el privado. El abogado de la Universidad Javeriana y especialista en DIH pasó por la Contraloría, Invías, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Caja Agraria. En el sector privado estuvo en la banca. Por varias vías EL TIEMPO intentó contactar a Negret, pero no obtuvo respuesta.

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