Camilo Gómez, director general de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, dijo que la recusación contra los 5 magistrados de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) se da porque se está prejuzgando a Colombia y “se está condenando sin ser escuchado”.
La audiencia pública por el secuestro, tortura y violencia sexual de los que fue víctima la periodista Jineth Bedoya, quien hoy lidera la campaña No Es Hora De Callar, se encuentra suspendida hasta que el Estado colombiano presente la recusación. Tiene plazo hasta las 11 de la mañana de este martes.
(Lea además: Corte IDH suspende juicio contra Colombia por ataque a Jineth Bedoya)
Colombia se retiró este lunes de la diligencia alegando una supuesta falta de garantías. “No puedo dejar que a Colombia lo maltraten con prejuzgamientos”, indicó Camilo Gómez en declaraciones con la W Radio.
(Además: 'Que se conozca la verdad y haya medidas de reparación': Jineth Bedoya)
“Lo que me preocupa es sentarme con unos jueces que carecen de imparcialidad”, dijo.
El abogado añadió que su responsabilidad es defender al Estado con igualdad de armas. “No pueden prejuzgar, no puedo permitir que trapeen con el Estado colombiano y condenarlo sin ni siquiera escucharlo”, agregó.
Gómez reconoció que el Estado ha cometido errores, pero puntualizó que “los jueces en cualquier parte de mundo deben ser objetivos y no deben prejuzgar”. “El Estado colombiano ha tenido fallas en la justicia y hemos sido los primeros en aceptarlo, en el caso concreto de Jineth hay condenados. No me estoy inventando normas procesales. Ayer los jueces demostraron que no son objetivos”, agregó.
(También: Colombia recusa a magistrados y se retira de juicio por caso J. Bedoya)
La periodista indicó que el 25 de mayo de 2000 fue a la cárcel La Modelo, de Bogotá, porque, tras recibir amenazas por sus publicaciones, la Policía le dijo que la mejor manera de pararlas era entrevistarse con uno de los jefes paramilitares en la cárcel. La cita que le pusieron ese día fue una trampa en la que fue secuestrada en la entrada de la cárcel, frente a una patrulla de la Policía, golpeada en una bodega y sacada fuera de Bogotá en un carro. Fue víctima de abuso sexual y abandonada en un descampado en la vía a Villavicencio.
(Lea también: Jineth Bedoya recibe la Pluma de Oro de la Libertad)
Añadió que varias veces sus captores le dijeron “que los periodistas se metían donde no debían, que la verdadera plaga no eran ellos sino los periodistas y que este era un escarmiento para la prensa”.
Además, dijo que en la investigación de la Fiscalía, que poco ha avanzado, ha tenido que narrar 12 veces su violación y que ella misma tuvo que investigar su caso. En esa investigación descubrió que había uniformados involucradas y que quien ordenó su secuestro fue un general de la Policía que no sigue activo en la institución, pero maneja a nivel nacional oficinas de seguridad privada.
(Además: Llamado contra la violencia sexual desde La Modelo)
“A mí me mataron la mañana del 25 de mayo de 2000, mi vida se destruyó”, expresó al hablar de las secuelas del ataque, y añadió que nada puede reparar estos daños, pero que una medida sería cerrar la cárcel La Modelo y convertirla en un espacio de memoria. También pidió que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) abra un caso para investigar la violencia sexual en el conflicto.
Bedoya también le dijo a la Corte que considera que la persona que ordenó su ataque ha sido protegida y que no obstante múltiples testimonios y pruebas sobre los determinadores de su ataque, nunca han sido llamados a declarar y solo hay tres condenas de autores materiales.
ELTIEMPO.COM y JUSTICIA