Este miércoles se conoció que la carta enviada al Consejo Nacional Electoral por Otto Bula y conocida el martes en la tarde no fue escrita por el excongresista, sino por otra persona detenida junto a él en los calabozos del DAS en Paloquemao.
Una fuente cercana a Bula le dijo a EL TIEMPO que la letra de Bula es ilegible y que por ello le pidió a otro detenido que le escribiera la carta.
“Él se la dictó, luego la revisó y puso la huella y la firma. En ese edificio no hay oficina jurídica y por eso Bula decidió hacer ese procedimiento así”, dijo la fuente.
Agregó que la carta fue enviada en un sobre con el rótulo de confidencial y que el lunes pasado Bula había hecho saber a los fiscales del caso que enviaría esa comunicación en la que afirma que "no es cierto" que el dinero de Odebrecht que entregó a Andrés Giraldo –casi un millón de dólares– tuviera como destino la campaña del presidente Juan Manuel Santos en el 2014.
Precisamente este miércoles, la Fiscalía citó a Giraldo, mencionado por Bula, como la persona que recibió ese dinero supuestamente con destino a Rodrigo Prieto, jefe de la campaña de reelección de Santos.
Fuentes cercanas al caso señalaron que Giraldo estará este miércoles en el búnker de la Fiscalía para que entregue información sobre lo manifestado por Bula en su declaración juramentada.
Esta fue la declaración de Bula:
“Cuando llegó la primera plata que fueron los 500.000 dólares, se hizo el descuento original del 10 por ciento que fue el negocio que se hizo con el señor López. Me dieron 200 millones de pesos. El saldo de esa plata me mandaron a entregárselo a un señor que se llama Andrés Giraldo en un hotel aquí en Bogotá, que uno entra y en la parte de atrás está un restaurante italiano, y esa plata era para el señor Roberto Prieto. Andrés Giraldo es un señor que me dijo que era de Medellín. Allí hablamos. Yo me senté, comí y luego le dejé un maletín con la plata ahí (sic). Sé que es como en la calle 85, en la parte de atrás ahí como un parquecito. La segunda vez que llevé la otra consignación yo la llevo al mismo hotel, en el mismo restaurante. Pero mi conductor cuadra el carro en otro parquecito, porque en esa vía lo molestaban mucho y yo ahí me encontré otra vez con el señor Giraldo. Le entregué la otra plata en efectivo de la segunda consignación (sic). Comí, me demoré un poquito. Cuando iba saliendo del restaurante hacia el carro iba entrando el señor Roberto Prieto al restaurante. Yo salí hacia el carro y él entró al restaurante donde estaba el señor Andrés Giraldo…”.
JUSTICIA
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