En medio de rezos, bailes típicos y cantos tradicionales, cerca de 200 guajiros e indígenas wayús esperaron este viernes la decisión de un magistrado del Tribunal de Bogotá que debía definir si enviaba a prisión al gobernador de La Guajira, Wílmer González Brito del partido de 'la U', investigado por corrupción electoral.
Casi tres horas duró la algarabía de los partidarios del mandatario, que se silenciaron y terminaron abrazados y llorando luego de que el magistrado del caso decidiera que González Brito debía ir preso a la cárcel La Picota y esperar allí el juicio en su contra por los delitos de cohecho, falsedad en documento público, corrupción al sufragante y fraude procesal.
ncluso, cuando el magistrado anunció su veredicto, se escucharon gritos en la sala de audiencias contra la administración de justicia, hecho que obligó a la Policía a retirar a varios de los seguidores del gobernador, que llegaron durante la semana en buses luego de un viaje de 22 horas. (Le puede interesar: Mercados y chivos se dieron para elección de gobernador: Fiscalía)
La mayoría provenía de los municipios de Uribia, Maicao, Manaure, Riohacha y Albania. Algunos de ellos reconocieron que vendieron parte de sus chivos para financiar el viaje a Bogotá, cuyo costo se acercó a $ 200.000 por cabeza.
Mientras varios de los indígenas repartían la comida que trajeron desde La Guajira, un grupo de oración se atrincheró en uno de los muros de la sala de audiencias donde se decidió la suerte de González.
El magistrado Orlando Muñoz Neira, quien emitió la orden de captura contra González, tuvo unas palabras de consuelo para los seguidores del mandatario, pero les aclaró que él debía quedar preso. “Este despacho respeta y entiende el dolor de allegados, familiares y seguidores del señor gobernador de La Guajira. La modalidad del comportamiento delictivo nos permite fundamentar que su permanencia en libertad y al mando de La Guajira configura un riesgo”, dijo.
Igualmente señaló que desde su cargo, González Brito tiene la capacidad y posibilidad de delinquir: “La medida es urgente; si no se toma ahora que está la investigación en pleno curso, si se deja para después y no se sigue la investigación, la opción de que lo aprovechado hasta ahora se pierda es bastante alta”.
El funcionario judicial cuestionó el argumento de la defensa según el cual dar mercados no constituía un delito, e indicó que si fuera así, no se habría ocultado esa práctica. “La entrega de mercados y otros regalos a cargo de la campaña política no fue en absoluto un inocente regalo que un buen amigo le hace a otro, sino una clásica dádiva no bien intencionada”, dijo. (Lea también: Audios revelaron las burdas trampas en elección en La Guajira)
La Fiscalía sostuvo durante la imputación de cargos contra el gobernador que dos semanas antes de las elecciones atípicas para elegir al mandatario de La Guajira, en noviembre del año pasado, se distribuyeron mercados, tejas, cemento, material para fabricar artesanías y hasta chivos, con el fin de que habitantes de zonas rurales votaran por el entonces candidato. También habló de sumas de dinero en efectivo entregadas a concejales.
JUSTICIA
Comentar