A mediados de enero de este año, Jefferson Jiménez David, alias Yeyo, de 31 años de edad, citó a todos los expendedores de droga de Puerto Boyacá a una finca ubicada a las afueras de ese municipio.
Al lugar llegaron cerca de 30 personas, que vieron a ‘Yeyo’ rodeado de más de 20 hombres que portaban armas de distintos calibres. “De hoy en adelante vamos a manejar el microtráfico en Puerto Boyacá, somos de ‘los Urabeños’ y el antiguo jefe paramilitar ‘Botalón’ nos arrendó este territorio”, les dijo en forma enérgica, advirtiéndoles que quien no se sometiera pagaría con su vida.
La amenaza no fue en vano, porque a este hombre y su red criminal autodenominada ‘los Yeyos’ se les sindica de 11 homicidios, entre ellos los de tres menores de edad que no respetaron las siete zonas en las que dividió el municipio para expender droga y quisieron hacerlo por cuenta propia.
Además, se conoció que ‘Yeyo’ estaba utilizando menores de edad para la comercialización y expendio de alucinógenos.
Estos dos factores prendieron las alarmas de las autoridades y fue así como en un trabajo coordinado con la Dirección de Protección y la Policía del Magdalena Medio se infiltraron en la población y apoyados en escuchas lograron identificar a los 23 integrantes de esta red criminal y sumar las pruebas para lograr su judicialización.
En una primera fase capturaron a 6 hombres de la red de sicarios, y este fin de semana se logró la detención de los 17 restantes, entre ellos ‘Yeyo’, jefe de la red criminal, y Alberto González, alias Caballo, jefe de finanzas y desmovilizado de las autodefensas del Magdalena Medio. ‘Caballo’, según los investigadores, fue muy cercano a Arnubio Triana, alias Botalón, con quien delinquió desde muy temprana edad, ganándose su confianza.
Los capturados tendrán que responder por concierto para delinquir, homicidio, fabricación, tráfico o porte de armas de fuego y tráfico de estupefacientes.
JUSTICIA