En 30 páginas radicadas el jueves ante un juez del complejo de Paloquemao, en Bogotá, la Fiscalía mostró las cartas con las que espera asegurar que Rafael Uribe Noguera sea condenado a 60 años de cárcel por el secuestro, la violación y el feminicidio de la niña Yuliana Samboní.
En una de las actuaciones más rápidas de la justicia colombiana en toda la historia, la Fiscalía presentó acusación apenas 12 días después del crimen y 10 después de la captura de Uribe Noguera. La fiscal 121, que lleva el caso, lo acusó por tres delitos: feminicidio agravado, acceso carnal violento y secuestro simple agravado.
(Además: Rafael Uribe Noguera admitió crimen de Yuliana Samboní)
Con 57 pruebas documentales –incluidos varios videos de la ruta del secuestro–, más de 20 declaraciones de testigos directos y, sobre todo, con más de 30 pruebas científicas realizadas por el Instituto de Medicina Legal, el ente acusador señala a Uribe Noguera como responsable y dice también que estaba en pleno uso de sus facultades mentales cuando atacó a la pequeña Yuliana, de 7 años. “Sabía perfectamente lo que estaba haciendo”, afirma la Fiscalía.
Incluso, dice el escrito de acusación, el sujeto recibió tres domicilios en el apartamento del edificio Equus 66 a donde llevó a la niña raptada. Pidió trago, cigarrillos y comida.
La Fiscalía decidió retirar el cargo de tortura porque, dijo el jefe de Seccionales y Seguridad Ciudadana, Luis González, este se integró al cargo de feminicidio agravado. “Hemos construido un caso con el que esperamos lograr la condena en el menor tiempo posible”, dijo el fiscal González.
Aunque Uribe Noguera confesó el crimen en una ampliación de interrogatorio –que en todo caso no le habría representado ninguna rebaja de pena–, la Fiscalía consideró que no es necesario para asegurar que sea sentenciado.
Los rastros biológicos hallados en el sitio y en el cuerpo de la víctima lo incriminan directamente.
Se decretó la ruptura procesal frente a la supuesta manipulación de la escena del crimen. En su momento, otro fiscal deberá determinar si vincula o no por estos hechos a Francisco y Catalina Uribe Noguera, hermanos del acusado y quienes estuvieron en el apartamento en la tarde de los hechos, según las minutas del edificio.
Fuentes cercanas al proceso aseguran que Rafael Uribe negó que sus hermanos hubieran conocido del hecho antes de que el abogado Francisco Uribe lo llevara a un centro médico, donde citó a la Policía para acompañarla al apartamento del Equus 66. En ese momento, el abogado dijo que Rafael le acababa de decir que la niña estaba muerta y que todo había sido un accidente.
JUSTICIA
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