Abel Guillermo Caballero, expresidente de Fidupetrol, se convirtió en el tercer implicado que negocia con la Fiscalía una re baja de su pena, en el marco de la investigación que se le sigue por un intento de soborno en la Corte Constitucional.
La Fiscalía le imputó a Caballero el delito de tráfico de influencias por su responsabilidad en una estrategia para ofrecer sobornos con el fin de evitar que Fidupetrol tuviera que pagar una multa de más de 22.000 millones de pesos.
El exdirectivo aceptará su implicación en los hechos y con ello rebajará su pena de 48 a 24 meses de prisión y el pago de una multa de 50 salarios mínimos legales vigentes.
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Caballero está detenido desde noviembre del 2015, por lo que una vez el juez avale el preacuerdo quedaría en libertad.
Según la investigación, el empresario sabía de las maniobras ilegales que se estaban desplegando para evitar la multa y firmó contratos para legalizar los pagos que se habrían hecho a terceros para conseguir que influyeran en magistrados de la Corte Constitucional con el propósito de lograr un fallo favorable.
El máximo accionista de Fidupetrol, Helbert Otero, y el abogado Víctor Pacheco, enredados en la investigación, también lograron acuerdos con la Fiscalía y rebajaron sus penas a menos de tres años de prisión.
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Los tres procesados serán testigos en los casos contra los demás investigados por el escándalo.
JUSTICIA
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