Pese a una desaceleración inicial a causa de la pandemia de covid-19, la producción global de cocaína alcanzó niveles históricos en los últimos años, según el Informe Mundial sobre Cocaína 2023, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el delito (UNODC, en inglés), que advierte de aumentos “drásticos”.
(Lea también: Los retos para una política de drogas que el Gobierno no termina de aterrizar).
Según el informe, entre 2020 y 2021 hubo un aumento del 35 por ciento en el cultivo de coca, que fue un récord y el mayor aumento interanual desde 2016.
Ese aumento estuvo empujado, en parte, por la expansión en los cultivos de coca, que se duplicó entre 2013 y 2017, alcanzó su punto máximo en 2018, y volvió a aumentar considerablemente en 2021, dice el documento; pero también hay otro factor que influyó: las mejoras en el proceso de conversión de hoja de coca en clorhidrato de cocaína.
Para ese aumento en la producción también hubo un aumento similar en la demanda, que creció constantemente en varias regiones durante la última década, y aunque el mercado sigue centrado en las Américas y partes de Europa, la ONU detectó que existe un gran potencial para una gran expansión en África y Asia.
(Puede interesarle: En secreto fue enterrado 'Siopas', excapo de 'clan del Golfo' muerto en vendetta).
Despite #COVID19, the global supply of cocaine is at record levels.
— UN Office on Drugs & Crime (@UNODC) March 16, 2023
Almost 2000 t. were produced in 2020, continuing a dramatic uptick in manufacture that began in 2014.
Full data in the Global Report on Cocaine 2023: https://t.co/XWLZTPiHrO pic.twitter.com/fBvwn7HgXP
En cuanto a la interdicción, en 2021 se alcanzó la cifra récord de casi 2.000 toneladas incautadas en todo el mundo.
Otra preocupación que destaca el documento tiene que ver con que la presencia de grupos criminales extranjeros podría incentivar a los productores particularmente en Colombia, que es el mayor productor de cocaína del mundo, concentrando el 61 % de la producción en 2020, frente a 27 por ciento de Perú y 13 % en Bolivia.
(Puede ser de su interés: Informe confidencial del Gobierno: en Venezuela hay 1.441 disidentes y elenos).
Al respecto, el informe señala que el narcotráfico en el país antes era controlado por unos pocos grupos, pero, por una fragmentación del panorama criminal tras la desmovilización de las Farc en 2016, ahora hay múltiples “grupos criminales de todos los tamaños, estructuras y objetivos” metidos en este negocio ilegal.
Eso también ha propiciado una presencia cada vez mayor en Colombia de actores extranjeros como grupos mexicanos y de los Balcanes que buscan acceder a suministros y venta al por mayor cantidades de cocaína.

Incautación de 3 toneladas de cocaína que era transportada en un semisumergible en aguas del Pacífico.
Armada Nacional
“Estos grupos extranjeros no pretenden tomar el control del territorio. En cambio, están tratando de hacer que las líneas de suministro sean más eficientes. Su presencia está ayudando a incentivar el cultivo de hoja de coca y financiar todas las etapas de la cadena de suministro”, se lee en el documento.
Aunque Colombia sigue dominando el mercado productor y de envíos, la ONU también identificó que las rutas de tráfico hacia Europa han evolucionado y el papel dominante de los puertos de Colombia como punto de salida parece estar disminuyendo, pues los narcos cada vez más están moviendo su producto a través de América Central y otros países de América del Sur.
“La cocaína procedente de Bolivia y de Perú se transporta cada vez más a través de la denominada ruta del Cono Sur a través de Paraguay y la vía fluvial Paraná-Paraguay. Los grupos criminales, a menudo de Brasil, usan aviones para cruzar la frontera y luego botes a lo largo del río hasta el Atlántico”, se lee.
Además, el informe revela que han proliferado los llamados “proveedores de servicios”, es decir, grupos especializados que prestan sus servicios en todas las etapas de la cadena de suministro a cambio de una tarifa.
Estos proveedores de servicios a menudo recogen la cocaína del puerto, brindan transporte local y protegen los envíos. También pueden trabajar para varios clientes y organizar entregas a compradores en varios lugares.
"Estos grupos van desde bandas de motociclistas en Bélgica hasta grupos del crimen organizado bien conectados en Guatemala. Los expertos creen que la práctica está muy extendida en América del Sur y Central, el Caribe y África. Algunos proveedores de servicios tienen tanto éxito que han podido obtener protección política y establecerse como traficantes independientes", dice el informe.
(Más notas: Peso del narcotráfico en la economía sería del 4,5 % del PIB).
Las formas de envío de la droga
El informe mundial de cocaína detalla que el uso de servicios de paquetería y mensajería aumentó significativamente durante las restricciones por la pandemia de covid-19 puesto que las restricciones en vuelos comerciales significaron que los narcos no pudieron usar tanto a las llamadas ‘mulas’ para transportar la droga en aviones.
Y aunque la pandemia pudo haber acelerado esta tendencia, los traficantes ya venían desde antes aumentando el uso de servicios de correo internacional para llevar cocaína a Europa.
En cuanto al envío marítimo, se siguió detectando el uso para mover droga de containers, barcos de pesca, veleros, lanchas rápidas tipo go fast, buques de mercancía, semisumergibles y un tipo de envío ‘parásito’ en el que la cocaína se adhiere a la embarcación desde el exterior por debajo de la línea de flotación.

En semisumergibles como el de la foto los narcos mueven la droga fuera de Colombia.
Armada Nacional
De otra parte, otra alerta tiene que ver con el surgimiento de nuevos centros para el tráfico de cocaína en países del sudeste de Europa y África, en particular en África occidental y central, que cada vez se usan más como zonas de tránsito clave para la droga.
Se resalta también que puertos en Amberes, Róterdam y Hamburgo han eclipsado los puntos de entrada tradicionales en España y Portugal para la cocaína que llega a Europa Occidental. “Los traficantes también están diversificando sus rutas en América Central enviando cada vez más cocaína a Europa, además de América del Norte”, dice.
El efecto de la guerra en Ucrania
El documento también se refiere a los efectos que podría tener la guerra entre Rusia y Ucrania en los patrones de tráfico y consumo de cocaína. Al respecto se menciona que la coca es cara y uso en Europa del Este está reservado a grupos de consumidores de altos ingresos, y a menudo asociado con lugares recreativos como clubes nocturnos.
Aunque en Ucrania el mercado se había estado expandiendo, es probable que el conflicto armado haya alterado drásticamente esos patrones de estilo de vida y reducido las oportunidades para el consumo de cocaína. En cuanto a Rusia, se dice que el mercado interno de cocaína también se había expandido pero aún no es claro cómo las consecuencias económicas del actual conflicto armado y las sanciones pueden alterar los hábitos de consumo.
“Es probable que algunas líneas de suministro también se vean afectadas. Hay pruebas de que grupos delictivos extranjeros han utilizado los puertos de Ucrania como una forma de eludir los controles policiales en Europa occidental. Es probable que esos grupos trasladen tales actividades a otros puertos del Mar Negro en Rumania o Bulgaria”, se lee.
justicia@eltiempo.com
En Twitter: @JusticiaET