Según un balance rendido por la Fiscalía, 63 organizaciones dedicadas al tráfico de estupefacientes en 86 colegios y 23 universidades han sido desmanteladas en lo corrido de este año. De acuerdo con el Director Nacional del CTI, Luis González León, este es el delito que más impacta a la seguridad ciudadana.
“El doctor Néstor Humberto Martínez Neira, desde que llegó, instaló una de las herramientas más importantes para luchar contra los delitos que afectan la seguridad ciudadana. Esa herramienta es el censo delictivo semanal, que nos ha ayudado a establecer que el delito que más impacta la seguridad ciudadana es el tráfico de estupefacientes para el consumo interno; lo que conocemos como el microtráfico”.
Ya no se trata de organizaciones pequeñas en los municipios, sino de “organizaciones que están creando los disidentes y desertores del proceso de paz que se dedican al tráfico de estupefacientes para dos líneas, tráfico internacional y doméstico”, señaló González. Además afirmó que ese fenómeno está relacionado con homicidios ocurridos en regiones del país como Cauca, Nariño, Caquetá, Antioquia, Urabá antioqueño y chocoano, convirtiéndose en una de las grandes amenazas para la seguridad ciudadana.
Una gran preocupación de la Fiscalía es el incremento de la comercialización de estupefacientes en instituciones educativas. Según el CTI, entre las 629 personas capturadas en el 2017 por este delito se encuentran varios profesores de colegios e incluso algunos exalcaldes que “una vez terminan su periodo, pasan a la criminalidad”, señaló el director del CTI.
“Nosotros tenemos cuatro investigaciones que ya están concluyendo, como la que sucedió en Armenia, Quindío, donde el exalcalde de Vianí es el jefe de esta organización que se dedica al tráfico de estupefacientes y a otros delitos y así tenemos tres investigaciones más que ya han concluido y donde vemos que este tema del tráfico de estupefacientes golpea y afecta la tranquilidad de la mayoría de los municipios”, agregó.
Además, el Director Nacional del CTI hizo un llamado a los estudiantes, padres de familia y a todo el profesorado para generar conciencia.
“Al interior de un gran número de colegios y universidades estamos viendo que las organizaciones los ven (a los estudiantes) como unas rentas ilícitas para sus finanzas y vemos cómo en estos entornos educativos, ellos se apropian de la distribución de la droga el gran reto es para la Fiscalía, la policía Nacional, la Fuerza pública y el CTI, es ganarles tiempo para que no contaminen y para que no vayan a instrumentalizar cada día a más estudiantes”.
JUSTICIA
Comentar