Según el último informe de Naciones Unidas, los cultivos de coca en Colombia tuvieron una leve reducción el año pasado con respecto al 2017. El presidente Iván Duque y voceros de la ONU confirmarán en unos minutos que los cultivos cerraron en el 2018 en 169.000 hectáreas, unas 2.000 menos que hace dos años.
El dato es clave porque confirma que la tendencia creciente de las siembras ilegales, que se mantenía en Colombia desde hace cinco años, se rompió. Hace un mes, Estados Unidos había informado que según sus cálculos, las narcosiembras dejaron de crecer en el país en el 2018.
Las conclusiones del Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de la ONU (Simci) confirman las buenas noticias para el país.
Esta mañana el presidente Iván Duque y el representante en Colombia de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Pierre Lapaque, se reunieron en la Casa de Nariño, en donde fue entregado oficialmente el informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) para 2018.
Pierre Lapaque destacó que los cultivos ilegales en el país se redujeron en nueve departamentos y que en ocho departamentos hay menos de cien hectáreas de cultivos ilegales.
El comportamiento de los cultivos en Norte de Santander, Bolívar y Cauca no permitió que la reducción fuera mayor, pues en esas zonas se registraron incrementos en el número de hectáreas detectadas.
Indicó que los cultivos cada vez están más concentrados y el 62 por ciento de todos los sembradíos ilegales están ubicados en el cinco por ciento de todo el territorio nacional.
Advirtió que en algunas zonas hay una profesionalización de los cultivos ilegales en las que hay presencia se ilegales que presionan a las comunidades. En ese grupo estarían localidades como El Tambo, Argelia, La Gabarra y Tarazá.
Y en otras zonas el problema registra la tendencia a la mejoría. El 54 por ciento del territorio mostró tendencia a la reducción y en esas zonas incluso se podría pensar en acabar con los cultivos a mediano plazo.
A pesar de lo positivo de la reducción dijo que Colombia sigue en niveles muy altos de cultivos frente a otros países.
Igualmente destacó que se deben mantener las políticas contra el narcotráfico como la erradicación voluntaria que tiene una resiembra muy baja que llega al seis por ciento.
La cifra más reciente sobre el comportamiento de los plantío ilegales se conoció a finales de junio, cuando se reveló la estadística de la Oficina Nacional para las Políticas sobre el Control de Drogas (Ondcp, por sus siglas en inglés) de la Casa Blanca.
Según esa medición, durante el 2018 fueron detectadas 208.000 hectáreas sembradas con coca en Colombia, una leve reducción frente a los 209.000 que contabilizaron los estadounidenses en el 2017.
El último Simci conocido señala que en el 2017 los cultivos ilícitos crecieron en Colombia al menos un 23%, hasta llegar a las 180 mil hectáreas. El Sistema de Monitoreo de las Naciones Unidas reportó 146.000 hectáreas para 2016.
La cifra que se conoció es clave pues ratifica que se rompió la tendencia al alza en el nivel de cultivos ilegales como lo había planteado el estudio de la Casa Blanca.
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