El excomandante paramilitar Hernán Giraldo Serna, también conocido como el ‘Patrón’ o el ‘Taladro’, regresó esta semana a Colombia, después de haber cumplido una condena de 12 años de prisión en Estados Unidos por delitos de narcotráfico. Actualmente se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad La Paz, en Itagüí, Antioquia, pues se le debe definir una condena impuesta por el Tribunal Superior de Barranquilla y existe la posibilidad de que pueda quedar en libertad, porque los años de cárcel que pagó en EE. UU. superan los ocho establecidos por la ley de Justicia y Paz como pena máxima para los desmovilizados de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).
El ‘señor de la Sierra’, como también era llamado Giraldo, llegó a tener bajo su mando a 1.200 paramilitares pertenecientes al bloque Resistencia Tayrona de las Auc, que operó en inmediaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta y el departamento de Magdalena entre los años 1990 y 2006.
Y si bien son múltiples los delitos que se le atribuyen a Hernán Giraldo, incluidos casos de desaparición y desplazamiento forzado, reclutamiento ilícito, homicidios y violencia contra pueblos indígenas, hay un crimen que resalta por su atrocidad y magnitud: la violación sexual de niñas y adolescentes.
Así lo evidencia una investigación de Norma Vera Salazar, experta en derechos humanos y en Derecho Internacional Humanitario que ha recopilado las voces de las víctimas y documentado las violaciones sexuales de niñas perpetradas por este paramilitar a lo largo de 20 años.
En nuestra investigación encontramos que Hernán Giraldo Serna es la única persona en la guerra colombiana que ha perpetrado de manera sistemática, y como política propia, la violencia sexual contra niñas menores de 14 años. Fueron 201 niñas menores de edad las víctimas, que en su gran mayoría eran vírgenes, porque dentro de la metáfora construida por Giraldo, en su apropiación del discurso de género machista y patriarcal, él decía que cada vez que se acostaba con una niña virgen, su masculinidad se veía reforzada. La violación de vírgenes le daba energía sexual, era lo que él pensaba.
¿Tenían otro tipo de características las niñas?Sí, el fenotipo. Hernán Giraldo tenía una predilección por las mujeres blancas, menores de edad, de caderas anchas y voluptuosas. Nosotras encontramos que Giraldo creía que mientras más ancha la cadera de la mujer, más posibilidades tenía de tener hijos más saludables. Además, eran niñas de entornos muy pobres, hijas de campesinos semianalfabetas o analfabetas que no tenían la capacidad para denunciar ni oponer resistencia.
Incluso tenemos un caso de una menor de 15 años de Cali que fue ingresada a la cárcel cuando Hernán Giraldo ¡ya se había sometido a Justicia y Paz! El ‘Taladro’ la violó tres veces mientras estaba en la cárcel.
En otra investigación que estoy construyendo doy cuenta de los crímenes reconocidos por personajes de las Farc como, por ejemplo, alias Tornillo, a cuyo frente se le atribuyen 65 violaciones sexuales. Pero en el caso de Giraldo son violaciones atribuidas a él, no al bloque Resistencia Tayrona, que tiene 18 casos documentados de otros lugartenientes. Yo no solamente comparto, sino que valido académicamente que Hernán Giraldo es el mayor depredador sexual del conflicto en Colombia.
¿Cómo llegaban las niñas a las manos de Hernán Giraldo? Porque tengo entendido que algunas familias se las entregaban.De ninguna manera es cierto que los padres dieran consentimiento, no puede haber consentimiento cuando existe un control en el territorio bajo la lógica de las armas. No obstante, es cierto, y está documentado, que varios padres entregaron a sus hijas sin resistencia, porque está claro que al que opusiera resistencia lo mataban.
Hay un caso, por ejemplo, de un hombre que fue a reclamarle a Hernán Giraldo por la violación de dos de sus hermanas. Luego de hacer el reclamo, el hombre fue degollado delante de sus hermanas. No había forma de que alguien en el territorio se resistiera. La gente no podía decir que 'no' ante la violencia sexual.
Muchas de las víctimas no tenían conciencia del nivel de violencia que esto generaba, pero todas sí sabían que no volverían a ser las mismas. El nivel de dolor que persiste aún en las víctimas es inmenso, precisamente porque a muchas de estas víctimas les tocó guardar silencio. Hernán Giraldo era un depredador sexual. Nadie le regalaba a las niñas, él las violaba y la mayoría de los casos se dieron bajo el dolor, la cohesión y el miedo.
Hernán Giraldo violó a estas menores con el fin de tener una estructura de poder que le garantizara su linaje
Lo que empezamos a investigar como un fenómeno de violencia sexual en el conflicto terminó convirtiéndose en un fenómeno sui géneris en la guerra de Colombia. Giraldo Serna violó a estas menores con el fin de tener una estructura intergeneracional de poder que le garantizara su linaje, su control del territorio a través de hijos consanguíneos. Veinte años después podemos verificar esta intención, pues ya han sido judicializados algunos de sus hijos y familiares.
Es decir, Hernán Giraldo fue llevado a Estados Unidos a pagar una condena por narcotráfico, pero nunca se fue del territorio. La violencia sexual ejercida contra las menores le garantizó la permanencia de su política paramilitar, de su modelo de guerra a través del linaje construido por su familia.
Exactamente. Fue el uso estratégico del cuerpo de la mujer como arma para el control territorial a través del linaje. Esta era una política exclusiva de Giraldo Serna como comandante del bloque Resistencia Tayrona.
¿Cuántos hijos tuvo Hernán Giraldo producto de estas violaciones?Nosotras hemos rastreado más de 50 hijos, pero muchos no han sido reconocidos legalmente. En Justicia y Paz, Hernán Giraldo solo ha reconocido 35 crímenes (sexuales), pero eso fue gracias a que se rastrearon los registros civiles de hijos que tuvo con menores de 14 años.
En materia de justicia y reparación de las víctimas, ¿cómo ha avanzado este proceso?En el tema de víctimas sexuales no hay avances porque Justicia y Paz sigue con la verdad de 35 víctimas, cuando en realidad son 201 víctimas de violencia sexual. Sabemos que pueden ser muchas más porque estamos hablando de veinte años de control del territorio en los que se normalizó la violencia sexual ejercida por Hernán Giraldo... Nosotros los defensores de derechos humanos insistimos en que Giraldo sea excluido de la ley de Justicia y Paz y sus crímenes sean investigados por la justicia ordinaria. Solo el hecho de que a la cárcel hayan ingresado menores de edad cuando él ya se había sometido a Justicia y Paz es suficiente elemento para que sea excluido.

Hernán Giraldo Serna fue uno de los grandes artífices de la violencia en la Sierra Nevada de Santa Marta.
ARCHIVO EL TIEMPO
Desde que se desmovilizó el bloque Resistencia Tayrona han existido 12 estructuras neoparamilitares, es decir, estructuras que controlan el territorio, que tienen poder militar y capacidad de sucesión. Este control territorial no solo se ejerce con la extorsión, sino también con una organización del territorio que se denomina el ‘POT paramilitar’, que se refiere al control de las tierras con el fin de evitar cualquier proceso de restitución.
¿Pero existe algún vínculo entre estos grupos con Giraldo Serna?Cuando usted compara el discurso ideológico de la política de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN) con el discurso que enunció Hernán Giraldo cuando se desmovilizó, encuentra que la narrativa es exactamente la misma. En el territorio la gente lo dice abiertamente: son los hijos de Giraldo los que controlan varias zonas de las ACSN. Ellos controlan la extorsión, el narcotráfico, las redes de microtráfico y otros negocios paralelos en la ilegalidad, como los prestamistas ‘gota a gota’.
Hernán Giraldo regresó esta semana a Colombia. ¿Cómo se ha recibido esta noticia en la Sierra Nevada y en el departamento de Magdalena?Hay miedo en el territorio, la gente le tiene miedo a Giraldo, la gente está asustada. Pero también da más miedo la impunidad, el silencio. Los líderes y defensores de derechos humanos tienen miedo, y los procesos de restitución en la Sierra Nevada se van a parar.
Se va a normalizar el asesinato, un poco más de lo que ya está. Creo que también hay una intención de validar la política de las ACSN (también conocidas como Los Pachenca) como el renacimiento del bloque Resistencia Tayrona y del control del territorio por los paramilitares. Quizá Hernán Giraldo ya no tenga la fuerza física, pero sí creo que tiene la fuerza ideológica para continuar y movilizar esa política. Espero que me equivoque, pero mi investigación ha demostrado que más de 30 de sus hijos y familiares siguen delinquiendo, por lo que no creo que exista la intención de paz.
SERGIO A. DAZA
Redacción Domingo