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Conflicto y Narcotráfico

Exmiembros del M-19 niegan injerencia de Escobar en toma del Palacio

Toma del Palacio de Justicia, en 1985.

Toma del Palacio de Justicia, en 1985.

Foto:Archivo / EL TIEMPO

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Lo afirmaron en una conversación ante la Comisión de la Verdad sobre la toma y retoma de 1985.

Este miércoles, varios antiguos miembros de la guerrilla del M-19, como Otty Patiño, Álvaro Jiménez, Vera Grabe y Darío Villamizar participan en un espacio de contribución de verdad ante los comisionados de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad.
¿Por qué la toma del Palacio de Justicia? ¿Por qué la guerra los llevó a esa acción que se ve desproporcionada y fuera de toda racionalidad? ¿Son conscientes de los costos políticos que trajo para la izquierda democrática esa acción? ¿Cómo es que el M-19 no vio la cantidad de cosas que estaban en juego y qué pasa en medio de la guerra para que se pierda la capacidad de leer las cosas con una acción así? ¿Cómo era la relación del M-19 con Pablo Escobar?
Esas fueron las primeras preguntas que el sacerdote Francisco de Roux, presidente de la Comisión, les planteó a los antiguos guerrilleros, en la civilidad desde hace casi 30 años.
José Otty Patiño comenzó señalando que él no cree que, moralmente, el entonces comandante del M-19, Álvaro Fayad, hubiera transado ningún tipo de relación con el narcotráfico, ni con Pablo Escobar en particular. Para él, la teoría de que el M-19 se tomó el Palacio como un favor pago por el cartel de Medellín, es una mentira que se instaló en la opinión pública por medio de la repetición.
"Tengo constancia directa de que esto no fue ordenado ni consultado con narcotraficantes", señaló Patiño.
Vera Grabe reafirmó esta respuesta. "Lo que le hace mucho daño a la verdad es querer vincular al M-19 con el narcotráfico, eso es quitarle el sentido político a esa toma, que sabemos que fue un error, pero fue un acto político”, aseguró.
Patiño explicó el porqué de la toma al Palacio de Justicia, como una respuesta al deterioro del proceso de paz que se había "enredado" con Belisario Betancur, presidente de la República, a quien responsabilizó de que se hubiera roto el diálogo. "Nunca hubo diálogo", aseguró. Para él, el juicio político de la responsabilidad del Gobierno en esos hechos sigue pendiente.
Álvaro Jiménez planteó que la toma del Palacio fue una decisión que buscaba "una respuesta militar para retomar la negociación de paz con el Gobierno". Además, según dijo, "era un llamamiento para hacer la reconexión con la paz y hacer un reclamo por el incumplimiento" del que la guerrilla acusó al gobierno del entonces presidente Belisario Betancur.
Según José Otty Patiño, el gobierno manejaba un doble discurso, entre el político de las negociaciones y el de la confrontación militar, un sector que no estuvo completamente alineado con los diálogos que el gobierno de Betancur adelantó.
Ante esto, el sacerdote Francisco de Roux pidió profundizar, quizás en otra conversación como esta, sobre la relación del gobierno de Belisario Betancur con el sector militar del país.
Patiño también dijo que el M-19 "debió deponer las armas frente a la Corte Suprema" para que esta hiciera el juicio de responsabilidades que se reclamaba entonces, pero lo que terminaron haciendo fue tomar el Palacio en "un cruce de fuego y ahí perdimos todos". 
Vera Grabe señaló, en respuesta a la comisionada Marta Ruiz, que los hechos del Palacio de Justicia llevaron a una profundización de la guerra con el M-19, pero al mismo tiempo se incrementaron los llamados sociales de paz. "Para el M-19 era muy importante estar conectado con la gente", dijo, y por ello también fueron transitando a la búsqueda de la paz que llegaría a finales de los años 80, después del secuestro de Álvaro Gómez Hurtado.
JUSTICIA
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Justicia@eltiempo.com
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