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Funcionario de la ONU habla de los dos meses que estuvo en cautiverio
Herdely Lopez, funcionario de la ONU que había sido secuestrado por disidencia de las Farc.

Primera foto de Herdely López en libertad.

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Funcionario de la ONU habla de los dos meses que estuvo en cautiverio

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Herdely López habló con la directora del Centro de Información de ONU. Fue liberado el 5 de julio.

Herdely López Hernández, el funcionario de la ONU que fue secuestrado el 3 mayo pasado en Barranquillita, en Miraflores (Guaviare), y liberado el pasado el pasado 5 de julio, cuenta en entrevista con Héléne Papper, directora del Centro de Información de la ONU- CINU Bogotá, como fueron esos dos meses en los que estuvo en la selva bajo el poder de un frente disidente de las Farc.

¿Cómo se encuentra tras esos dos meses de secuestro? ¿Cuál es su estado de salud?

Me encuentro en un proceso de adaptación, a través del reencuentro con mi familia, el reencuentro con mis actividades. De todas maneras, dos meses en un sitio totalmente apartado pues viene uno con una serie de expectativas y de problemas que se vienen presentando. (…) El teléfono no ha parado de sonar, llamadas de los amigos. Estoy muy agradecido con todas las personas que me han llamado para saber cómo me había ido en este proceso.

Lo primero que hice fue hacerme un chequeo médico. Tenía algunas heridas en mi rodilla izquierda entonces en mi EPS me han hecho unos exámenes y tengo cita médica para descartar que sea leishmaniasis. Ahora estoy medicado con antibióticos, aparte de eso no tengo ningún otro quebranto de salud. Bajé 10 kilos, pero digamos que fue por el esfuerzo físico durante los dos meses de Cautiverio.

El primer día del secuestro estaban haciendo un trabajo con varias entidades sobre la sustitución de cultivos ilícitos, ¿qué fue lo que sucedió?

Nosotros estábamos en una reunión de socialización del programa de sustitución de cultivo ilícitos. En la mesa de trabajo estaba la delegación del gobierno, que era el encargado de explicarle a los campesinos las todas las bondades que tiene el programa y habían diferentes personas de otras entidades.

Se terminó la reunión y  llegaron cuatro personas armadas con fusiles que nos preguntaron el nombre y la institución que representamos cada uno. Desde ese momento con los compañeros hablamos con estos señores armados, les dijimos que teníamos un programa para ir haciendo este mismo evento en diferentes veredas, pero dijeron que lo lamentaban mucho pero que el señor de la ONU se tenía que ir con ellos. Entonces me suben a una lancha y me cruzan el río y ahí fue donde empezó todo el proceso.

¿Qué pasó después?

Después de que cruzamos el río llegamos a una casa muy cerca, ellos se comunicaron por radio con sus claves. Esperamos ahí un rato, más o menos a que anocheciera y sobre las 4:30 de la tarde me subieron a una lancha, arrancamos y navegamos aproximadamente hasta las 3:00 de la mañana, nuevamente bajamos de la lancha y caminamos en el monte y me hicieron un cambuche improvisado y ahí dormimos.

Muy temprano en la mañana  me levantaron y me llevaron a hablar con la persona que supuestamente estaba encargada de mi secuestro. Él me dice que el tema no es personal que es un tema político, que se van a hacer algunas exigencias y que se establecerá un protocolo de liberación.

Luego, proceden a quitarme toda la ropa y me hacen la revisión con dispositivos detectores de metales para ver si yo llevaba algún tipo de chip. Me quitan todas las cosas que ellos creen que tienen chip, la tarjeta de crédito, la tarjeta de TransMilenio, la tarjeta de ingreso al edificio en donde yo vivo y el reloj.

Luego de eso, me dan desayuno, ahí duramos mucho tiempo y nos volvimos a montar a la lancha y pues ya me dicen que me acueste y me cubren con un plástico negro con el que cubren los equipos y arrancamos con rumbo desconocido. No tengo ni idea hacia donde me llevaron porque el viaje fue toda la noche.

¿Cuál era la rutina estando en la selva?

Mi vida se convirtió en armar el cambuche, dormir, al otro día levantarse; caminar, arme, desarme el cambuche, duerma, camine. Nos quedábamos dos días en un lado, tres días en otro.

Siempre tuve vigilancia permanente las 24 horas del día y eventualmente la persona que estaba a cargo de mi secuestro se acercaba a hablar conmigo,  hablábamos de temas diferentes, pero siempre que le preguntaba en qué va la liberación me decía bien ahí vamos, pero siempre era con evasivas.

Yo les decía tráiganme un libro alguna cosa para leer, algo con que matar el tiempo, pero no. En alguna oportunidad me pasaron dos libros de izquierda, pues dos libro muy pequeños que los leí en día y medio.

En la medida que pasó el tiempo empecé a establecer mi rutina de ejercicios, de caminar dándole vueltas a mi cambuche, hacer flexiones, hacer todo tipo de ejercicios para poder cansarme y poder descansar.

Él señor que me retuvo me dice que el tema no es personal que era un tema político y que se iban a hacer algunas exigencias

¿Pudo comunicarse con su familia durante ese tiempo?

El 05 de mayo me hicieron escribir un mensaje en un papel y el correo de mi esposa. Yo asumí que pues por lo menos eso había llegado, pero pues después me enteré que nunca llegó ese correo y que ellos escribieron algunos mensajes que supuestamente de alguna forma me iban a llegar y tampoco llegaron. Nunca tuve una comunicación con mi familia, nunca me llegó un comunicado de mi familia ni a mi familia le llegó un comunicado.

Después de que me liberaron supe que el mensaje que yo había escrito nunca llegó, los mensajes que ellos supuestamente me enviaron tampoco llegaron y yo me cansé de insistir solicitando nuevo mensajes para que mi familia supiera que estaba bien, pero siempre me decían pues vamos a consultarlo a ver qué dice mi superior.

¿Cómo lo trataban sus captores?

Bueno, esa es una pregunta que me hicieron al bajarme del avión, pues el tema dejando de lado que uno está secuestrado, que eso ya es un tema muy difícil, el trato fue muy humano, yo no tengo ninguna queja de maltrato de palabras irrespetuosas o de cualquier otra índole contra mi persona o contra mi integridad. Las necesidades básicas con cubiertas con el mayor respeto, la comida, al acceso al servicio sanitario, es con todas las restricciones y todo dentro lo que el medio permite.

¿Qué fue lo más difícil durante esos dos meses?

El haberme alejado de mi familia, no saber de mi familia absolutamente nada, para mí eso fue bastante difícil y el otro tema es sentarse usted todo el día sin hacer absolutamente nada. O sea, la dinámica, las personas que me conocen a mí saben que yo soy hiperactivo, que yo tengo que estar en movimiento.


¿Tenía alguna idea de cuánto tiempo iba a durar allá?

Esa era otra cosa que era bastante desesperante. Cuando uno está allá obligatoriamente recuerda los diputados del Valle, a Ingrid Betancourt, al general Mendieta, a toda esa gente que duró muchos años en cautiverio, algunos nunca salieron y eso también le genera a uno un problema. Uno pregunta y ellos responden eso no depende de nosotros, depende de las exigencias que hicimos.

Algunas veces decían no es que nosotros estábamos pidiendo que despejaran un lugarcito muy pequeño pero el gobierno llenó esto de ejército, entonces se nos está complicando la cosa. Yo decía bueno y entonces ¿qué vamos a hacer? esto no puede ser toda la vida, y me decían que tocaba esperar, pero a ellos no les corre absolutamente ningún afán.  Si uno se desespera se vuelve loco, tiene uno que buscar la forma de calmarse.

¿Cómo supo que lo iban a liberar?

Días antes yo en algún momento escuché al que estaba a cargo de mi secuestro decir no pues toca buscarle una maleta buena a este muchacho para que empecemos a caminar, porque ya se dieron las cosas. Yo no me hice muchas ilusiones ni nada, de pronto escuché mal. Cuando llegaron con una maleta, un morral militar muy pequeño y él me dice: bueno, vamos a empezar a caminar hacia el sitio de liberación pero yo no sé cuántos días vamos a durar en el sitio de liberación. Le dije no pero usted ya me habló de liberación, entonces más bien empaquemos rápido y empecemos para no llegar tarde.

Si uno se desespera se vuelve loco, tiene uno que buscar la forma de calmarse

¿Cómo fue ese trayecto hacia la libertad?

El día anterior a la liberación a las 5:00 de la tarde me dice la persona que estaba a cargo: póngase el uniforme que se va. Entonces me pongo yo mi uniforme limpiecito, me dicen que me afeite que porque no pueden sacarme así todo barbado como si viniera del infierno, palabras textuales. Yo medio me afeito con una máquina porque una barba de dos meses no era tan fácil y a esa hora y con un espejo partido pues no era una cosa sencilla.

Cuando me baño siento como me caminan cosas en la cabeza, entonces más adelante vine a saber que esos son unos animalitos, no son piojos, entonces les digo que me corten el cabello, porque no me aguanto esa piquiña y unos guerrilleros cogen unas tijeras y me cortan el cabello y me siento a esperar. A las 9:00 de la noche se escucha la llamada de una lancha y me dicen vámonos, Yo dije hasta luego, que estén muy bien, me subí a la lancha con la persona que estaba a cargo de mi secuestro y ahí venían otros cinco guerrilleros.

Estuvimos navegando alrededor de una hora cuando dio una vuelta ahí en el río y había otra lancha ahí parqueada que traía tres personas sin uniforme y les piden que me lleven hasta donde ellos van, me cambian de lancha, me entregan el comunicado para la Oficina de las Naciones Unidas.

les pregunto ¿dónde estamos? me dicen que estamos a 10 minutos de Sardinata, Meta, dije ¿Meta? yo pensé que nosotros estábamos caminando hacia el amazonas. Entonces salimos de un río que desemboca en el Río Guaviare y a eso de las 5:00 de la mañana llegué yo al corregimiento de Mocuare.

¿Qué fue lo primero que hizo cuando se bajó de la lancha?

Me acerqué a donde hay una luz prendida y hay una señora cocinando que me dice ¿usted es el doctor de la ONU cierto? y le digo sí señora, y me dice: ¡ay no mijo usted está muy acabado¡ venga yo le hago un caldito y me preparó el mega-desayuno. Me hacen una curación en la rodilla, me termino de afeitar y espero que abran la oficina donde hay un servicio telefónico.

¿Quién fue la primera persona con la que logró comunicarse?

Llamé a Pilar mi esposa... ¿Cómo estás? ya estoy libre, no sé qué. Regálame el número de la Oficina de Seguridad de las Naciones Unidas y esa es la segunda llamada que hago y ya me contesta Luz Marina, ella me conoce la voz de toda la vida y hasta ahora la conocí hace como tres o cuatro días. Luz Marina se llena de emoción y empieza el despliegue de llamadas hasta que llegan a recogerme como hasta las 9:30 am la lancha militar y me llevan hasta el otro corregimiento donde ya está el helicóptero que me lleva hasta San José del Guaviare.

¿Los civiles que te trajeron en la lancha sabían de su secuestro?

El señor con el que yo empecé a hablar, al que le pregunté dónde estábamos me dijo ¿usted quién es? y le dije yo soy el funcionario de la ONU que estaba retenido y entonces dijo: "Tenaz, ¿no?".

Una de las personas que venía conmigo, venía hacerse ver del médico porque en Mocuare había una misión médica. Cuando yo fui a pagar la llamada, el señor que venía en la lancha me dijo no te preocupes yo pago eso. De hecho, el dinero que yo llevaba no me lo quitaron.

¿Qué pasó con el comunicado que le entregaron los guerrilleros?

Me entregaron dos hojas de papel cuaderno dobladas y me dice pues es original y copia. Yo miro rápidamente y veo es una hoja que está escrita a mano.

Me daba miedo que se me cayera o algo entonces yo la echo de una vez en el bolsillo y arrancó. Siempre estuve muy pendiente de ese comunicado pero pues no lo pude mirar porque en la lancha estábamos totalmente a oscuras, yo tocaba mi bolsillo para tener la certeza de que el comunicado no se fuera a caer.

Cuando llegó y pasa todo el proceso y me encuentro con el jefe de mi oficina yo le entrego el comunicado. Todavía no sé qué dice o si ya hablaron de eso, con la emoción de todo el proceso de la liberación se me olvidó.

HÉLÉNE PAPPER*
*Directora del Centro de Información de la ONU- CINU Bogotá

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