El presidente Iván Duque le pidió a la Corte Constitucional que module la sentencia de ese mismo tribunal que le cerró las puertas al uso del herbicida glifosato en la aspersión aérea contra los cultivos ilícitos.
El mandatario dijo que se necesita modificar el alcance de ese fallo porque "la expansión de los cultivos realmente hace un daño tremendo al orden constitucional, al orden legal, al medio ambiente, a la seguridad territorial y a la protección de los derechos fundamentales”.
Duque fue el primero en intervenir en la audiencia que la Corte está desarrollando este jueves sobre el uso del glifosato en el país.
"Hemos acatado el fallo para prepararnos en el cumplimiento de los 6 elementos protocolarios que ustedes han planteado, y estamos listos a dar el paso siguiente, pero mi solicitud respetuosa es que haya una modulación de la sentencia", dijo Duque.
Señaló que no se defiende un herbicida, sino que se busca que no se renuncie a las herramientas posibles contra el narcotráfico y que mejor se armonicen las políticas antidrogas con temas como la salud, el medio ambiente, la legalidad y la protección de los derechos de las comunidades. Igualmente dijo que gobierno es respetuoso de la consulta previa con los derechos de las minorías.
El Presidente sostuvo que no iba a la Corte a pedir cheques en blanco, ni a minimizar ningún riesgo: "Este Gobierno tiene la responsabilidad y el deseo de integrar todas las herramientas para que no tengamos más afectaciones en el territorio, y entendamos que el crecimiento exponencial de cultivos ilícitos amenaza la paz en el país".
Así, afirmó que no controvierte las sentencias de la Corte, porque no se trata de un choque de poderes, sino de un diálogo fraterno y de cooperación armónica. "Estamos haciendo todo lo que tenemos a nuestra disposición, pero una modulación le daría un fortalecimiento al orden público", añadió.
El Presidente habló de las estrategias que ha usado para combatir el narcotráfico. Dijo, por ejemplo que pasó de 23 grupos de erradicación manual a tener 100 y que en lo que va del Gobierno, se han erradicado 80.000 hectáreas, pero existe un grave problema de resiembra, por lo que se necesitan todas las herramientas.
Dijo que se ha logrado un Plan de Desarrollo de 1.100 billones de pesos donde el 47 por ciento es inversión social.
Duque invitó a hacer una reflexión sobre la defensa y protección del orden constitucional en el marco de la decisión que tomó la Corte en el 2015 y luego en el 2017, "pero pensando sobre todo cuál es el verdadero debate".
El Presidente consideró que esta no es una discusión sobre el herbicida, sino que la verdadera discusión es "sobre la amenaza y riesgos que afronta el país por cuenta del crecimiento vertiginoso de los cultivos ilícitos y las consecuencias que esto trae en la seguridad nacional y la protección de los derechos de los colombianos".
El mandatario señaló que desde el 2013 a primero de agosto del 2018, "el país tuvo el más rápido crecimiento de su historia en cultivos ilícitos, prácticamente se quintuplicaron", aseguró.
Añadió que el crecimiento fue del 64 por ciento por año, después de haber visto que entre 1999 al 2012, Colombia había representado la más rápida reducción de cultivos ilícitos pasando de 110.000 hectáreas a menos de 60.000.
Según Duque, esta cifra muestra que el crecimiento de los cultivos "amenaza seriamente el orden público y el orden constitucional en sí mismo en las zonas donde se ha presentado esa expansión". Esto, asegura, afecta los derechos económicos, sociales y ambientales en el país.
Así, dijo el Presidente este debate no es sobre un herbicida sino sobre las herramientas que deben ser bien usadas, con precaución, para hacerle frente a este problema de la droga.
Dijo que en la época de los carteles de la droga el país tenía 50.000 hectáreas, luego se llegó a 280.000, para bajar en el 2012 a 60.000 con la combinación de varias herramientas entre las que estaba la aspersión aérea, que se hizo contando con cooperación internacional y las autoridades locales. Se "buscó siempre en el uso de ese instrumento la no afectación de terceros", aseguró Duque.
Duque dijo que actualmente se están viendo 6 cosechas por año. Señaló que algunos han tratado de entrar 4 millones 130 mililitros de ácido sulfúrico a la Amazonía, 3 millones de amoniaco y 102 millones de galones de gasolina que se usan para la cadena criminal de la producción de cocaína.
"Es decir, que si el debate gira en torno al uso de químicos o herbicidas, también deberíamos tener en consideración los usos indebidos de químicos que están produciendo una afectación estructural a nuestra selva tropical", aseguró Duque.
Dijo que, según expertos, por una hectárea sembrada de coca se afectan más de 1.8 hectáreas de selva tropical en el país. "Esta situación hay que ponerla también en el contexto de otras afectaciones".
Duque insistió en que la discusión no es sobre un herbicida, sino sobre la gran afectación que el narcotráfico genera en el territorio, la corrupción que genera y la afectación a las instituciones democráticas. "No se entiende por qué el debate para algunos no implica reconocer estas afectaciones".
Señaló que su labor como Presidente es acatar estas directrices, pero también, buscar el orden constitucional en el país. Por eso invitó a reflexionar sobre qué fue lo que se hizo bien cuando se logró esa reducción de cultivos ilícitos que combinó erradicación manual, pago alternativo, pero también "se implementó con los debidos protocolos un mecanismo de aspersión", señaló.
Aseguró que los grupos manuales pueden estar erradicando al día entre 2 y 3 hectáreas, mientras la fumigación puede afectar a 150 hectáreas al día. Y la erradicación manual, aseguró, es 2.65 veces más costos que la erradicación aérea con aspersión.
Para Duque, lo que llevó a esta crecimiento en los cultivos de coca es una combinación de varios factores: primero, se desmontaron los grupos de erradicación manual en el país. Teníamos más de 200 y cuando llegamos a nuestro Gobierno tenían 23.
También dijo que se debilitaron las herramientas de cooperación interistitucional que habían liderado los ministerios de Defensa y el de Justicia.
Además, señaló que la suspensión de la fumigación aérea también tuvo un efecto.
"Las herramientas más efectivas se fueron desmontando, y se ve una línea roja entre la reducción de herramientas y el crecimiento de cultivos ilícitos. Nos hemos quedado sin herramientas", señaló.
Para el Presidente, también se crearon incentivos perversos porque se ofreció dinero de manera indeterminada en el tiempo para que se pague por la erradicación. "Es un doble incentivo perverso, el sembrar y comercializar lo sembrado, y segundo, recibir el dinero por desmontar lo sembrado".
Finalmente, señaló que en países vecinos hay organizaciones criminales de países vecinos que han sido permisivos con los grupos ilegales. Dijo que hay rutas marítimas desde Venezuela que se usan para el envío de coca.
También dijo que hay preocupación por el influjo de los carteles mexicanos en Colombia. "Los hemos ido enfrentando con determinación pero en los últimos años, con ese crecimiento exponencial (del negocio), aumentaron su presencia en el territorio", aseguró.
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