Las disidencias de las Farc en Guaviare y Cauca han ejecutado al menos cuatro ataques contra la Fuerza Pública. En uno de ellos, ocurrido el 9 de julio, cuatro civiles –entre ellos un menor de edad– y dos militares quedaron heridos cuando los delincuentes activaron un artefacto explosivo en una zona rural de El Capricho, en Guaviare.
Acciones como esta, que mostraron cierto nivel de organización en esa estructura, justificaron la directiva oficial 037, según la cual a esas disidencias, hoy llamadas grupos criminales residuales, se las puede atacar con bombardeos, como se hace con los grupos armados organizados (GAO), como el ‘clan Úsuga’, ‘los Puntilleros’ y ‘los Pelusos’.
Las disidencias de las Farc portan armas largas, se ubican en campamentos y pretenden tener control sobre algunos territorios. Su fuerza está calculada en unos 700 hombres, que se dedican fundamentalmente al narcotráfico y, en departamentos como Guaviare, a la explotación del coltán.
Las propias Farc advirtieron en su momento que 481 de sus integrantes habían decidido seguir el camino de la delincuencia, pero el trabajo de inteligencia de las Fuerzas Militares sumó a esa cifra otros 218.
De acuerdo con la Fuerza Pública, los disidentes de las Farc están organizados en 14 estructuras. La más grande uniría a exintegrantes de los frentes primero y séptimo, al mando de Miguel Botache Santillana o ‘Gentil Duarte’, un curtido y reconocido jefe guerrillero que está alrededor de los 50 años, alcanzó a estar en las negociaciones en La Habana y, tras pertenecer durante más de 30 años a la organización, desertó.
‘Gentil Duarte’, según las informaciones de inteligencia, estaría viajando por las zonas del país donde hay disidentes para reclutarlos y consolidar una sola estructura bajo su mando.
En la actualidad, la disidencia de ‘Gentil Duarte’ contaría con 300 hombres armados, con injerencia en Guaviare, Vichada, Guainía y Meta, donde mantiene el control de unas 13.000 hectáreas de coca, y en las fronteras con Venezuela y Brasil, para el envío de droga a Centroamérica y EE. UU.
Para las autoridades, el encargado de las actividades del narcotráfico es Géner García Molina, ‘Jhon 40’, quien aprendió del negocio al lado del ‘Negro Acacio’. Otro disidente empoderado en la actividad ilegal es Néstor Gregorio Vela, ‘Iván Mordisco’, quien llevaba unos 18 años en la guerrilla y estaría encargado del reclutamiento. Se dice que ofrece hasta dos millones de pesos mensuales como salario.
En Guaviare, las disidencias citaron a los 72 presidentes de las juntas de acción comunal para informarles que seguirían cobrando “impuestos”, tanto por la base de coca procesada como por cada cabeza de ganado. Y les advirtieron que ellos serían la ley en la zona.
La muerte de uno de los jefes disidentes, ‘Euclides’, por la acción de un francotirador de las Fuerzas Especiales, obligó a las cabezas de estas redes de crimen residual a internarse más en la selva del Guaviare. ‘Euclides’ militó durante más de 32 años en las Farc y llegó a ser jefe de varios de los frentes.
Los disidentes de las Farc se ubican también en el Cauca, donde hay rezagos del frente sexto especializados en el cultivo de marihuana. A este grupo se lo sindica del ataque con explosivos que cobró la vida de tres policías en zona rural de Miranda el pasado 2 de octubre.
En Tumaco, Nariño, donde al menos 11 redes se disputan el narcotráfico, hay presencia de tres estructuras que nacieron después del desarme de la columna móvil ‘Daniel Aldana’ y el frente 29. No suman más de 80 hombres, pero manejan altos niveles de violencia.
Finalmente, ‘La Gente del Orden’ es un reducto de milicias que se dedica a la extorsión y los homicidios por encargo.
ALICIA LILIANA MÉNDEZ@AyitoMendez
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