El 98 por ciento de los seguidores en Twitter de Humberto de la Calle son reales. Para Germán Vargas Lleras, esta cifra es de 62 por ciento. En el caso de Sergio Fajardo, es 65 por ciento.
Según Paola Méndez, directora de LOOR, agencia especializada en gestionar reputación de marcas que publicó estos porcentajes, en esta época preelectoral la compra de seguidores en Twitter se convierte en una práctica común por parte de los candidatos.
Según un estudio hecho por LOOR junto con Adalid, empresa de seguridad informática, de los seguidores de Marta Lucía Ramírez, solo el 70 por ciento son reales y en el caso del candidato uribista Iván Duque, este número es 84%.
El análisis se realizó por medio de un software desarrollado por estas empresas, en donde se identifican las actividades irregulares de los usuarios en redes sociales. Determinan el origen de las IP de los perfiles y se establece si son usuarios activos.
Y no son solo los políticos quienes compran este tipo de perfiles. Algunos famosos del mundo artístico también son recurrentes en esta actividad. El 23 por ciento de los seguidores de Lina Tejeiro son falsos. De Marbelle, esta cifra llega a 26 por ciento.
De acuerdo con Paola, “los bots que se compran normalmente provienen de Rusia y de Ucrania. Por ejemplo, si notamos mucha actividad en una cuenta a las 2 o 3 de la mañana en Colombia, comenzamos a sospechar”.
Las empresas que se especializan en vender seguidores, tienen un rango de precios entre 5 dólares y 100 dólares. Para la experta, cada seguidor nuevo puede costar un dólar y se paga por medio de Bitcoin.
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