Parque nacional natural Tayrona
Aunque hay que caminar un buen tiempo, cada paso en este parque viene acompañado de una postal, de una playa de arena blanca y aguas cristalinas pintadas de azul, de una jungla con árboles centenarios y gigantescos por donde brincan monos y vuelan cientos de pájaros.
Mina de sal de Nemocón
Con más de 500 años de antigüedad y a 80 metros de profundidad, se vive algo mágico y único en el mundo. Aquí, los espejos formados por piscinas de salmuera crean el efecto óptico que genera adrenalina, perfecto para tomarse fotos. Esta visita la pueden hacer, sin problema, niños y adultos mayores.
Ciudad Perdida
En la Sierra Nevada de Santa Marta se esconde este santuario arqueológico y natural. Son cinco o seis días de caminata exigente en la selva (ida y vuelta, con guía), entre cascadas y puentes colgantes, para llegar hasta este sitio con reminiscencias de Indiana Jones.
Isla Grande
A 30 minutos en lancha desde Tierra Bomba, Isla Grande ofrece más de 15 kilómetros de playas con arena blanca y un mar cristalino y azul turquesa. Además, los amantes del senderismo pueden lanzarse a la aventura de recorrer los bosques de la isla a pie o en bicicleta.
Piedra del Peñol
Este es un monolito de 220 metros de altura que además de ser un mirador ideal, ofrece a los montañistas una excelente 'pista' para practicar escalada. Para llegar a la piedra se puede tomar una de las simpáticas mototaxis pintadas de colores.
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