Aunque oficialmente el cese del fuego bilateral entre el Gobierno y las Farc empezó a regir a las cero horas de este lunes, en realidad ese día se completó el día 52 sin incidentes armados entre las dos partes. El último fue el 8 de julio, durante la movilización de un grupo de guerrilleros que se dio por fuera de las coordinadas acordadas y dio lugar a un cruce de disparos que dejó algunos miembros de las Farc heridos.
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, y los generales Juan Pablo Rodríguez y Jorge Hernando Nieto (comandante general de las Fuerzas Militares y director de la Policía) le anunciaron al país algunas de las reglas para el cumplimiento de ese fundamental paso que se adelantó al menos un mes (estaba previsto para el ‘Día D’, la firma definitiva de la paz), y cuya esencia está contenida en las 297 páginas de los acuerdos de La Habana.
Todas las fuerzas tienen la orden, desde el lunes, de “suspender operaciones en contra de los miembros de las Farc que participen en el proceso de paz y se encuentren dentro de los procedimientos para la ejecución del cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo”.
Son los miembros de frentes y compañías que en este momento se concentran en sus ‘campamentos madre’ en varias regiones del país y en la zona de los llanos del Yarí, donde se realizará la X Conferencia de las Farc (convocada para el 13 de septiembre y que durará siete días), y que están llegando a esos destinos por rutas previamente conocidas por las tropas.
Tanto el Ministro de Defensa como el comandante de las Fuerzas Militares y el director de la Policía fueron claros en señalar que en todo el país se mantienen las operaciones de control territorial “para garantizar la protección y seguridad de todos los colombianos en el territorio nacional”, y en que no se bajará la lucha contra el delito, en el entendido de que las Farc honrarán su compromiso de no realizar acción alguna en contra de la población civil y de alejarse del narcotráfico, la extorsión y la minería ilegal.
Expresamente, esa guerrilla se compromete a “no realizar actividades ilícitas para la financiación de la organización” desde este lunes, cuando empezó a regir el compromiso formal de las Farc de “respetar y acatar el compromiso de cesar todas las acciones ofensivas contra la Fuerza Pública y las hostilidades contra la población civil”.
En este momento, en cumplimiento de lo acordado, la guerrilla está en el proceso de movilización y reagrupación de las “comisiones, misiones y unidades tácticas de combate dentro de sus frentes”.
Esos desplazamientos hacia sitios previamente definidos cuentan con acompañamiento del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y han sido notificados al Estado y a la ONU, que realizará el monitoreo del proceso. En los protocolos hay expresa prohibición de “usar las rutas de desplazamiento (...) para fines o propósitos diferentes a los acordados”.
En cumplimiento de lo acordado, la guerrilla tiene expresamente prohibido “efectuar presencia en cabeceras municipales y centros poblados” y no realizará en este tiempo “eventos públicos y cualquier tipo de manifestaciones que involucren componentes y estructuras armadas”.
Reglas clarasTambién se comprometieron a “mantener la disciplina y control dentro de las áreas acordadas, a fin de no generar actos o incidentes que pongan en riesgo su seguridad. En este tiempo, antes del ‘Día D’, deberán efectuar “la difusión y comunicación de los acuerdos al interior de sus estructuras mientras se produce el plebiscito”.
Las partes dejaron consignados en los documentos de La Habana los protocolos de comportamiento para evitar incidentes en la etapa definitiva del proceso. Esos manuales establecen claramente “conductas que no deben ser realizadas” para que “la población civil no sea afectada en sus derechos” en la etapa de concentración final de las Farc.
Entre esas conductas proscritas están: “Entrar en contacto armado”, impedir las labores de verificación”, “adelantar acciones que impidan la protección o asistencia humanitaria”, “ejecutar actos de violencia o cualquier amenaza que ponga en riesgo la vida e integridad personal de la población civil” y “realizar acciones que atenten contra la integridad física o moral de la contraparte”, entre ellas “utilizar lenguaje difamatorio por cualquier medio”.
En cumplimiento del cese bilateral, las Farc se comprometieron a no afectar de ninguna manera “los derechos y libertades de la población civil” y a no reclutar nuevos combatientes”.
Aunque eran reglas previstas para el ‘Día D’, las Fuerzas Militares ya están preparándose para adoptar algunas restricciones a sus operaciones, como no sobrevolar por debajo de los 5.000 metros de altura las zonas donde están concentrándose los guerrilleros de las Farc, y no establecer controles para el ingreso de alimentos y medicamentos a esas áreas.
Para evitar al máximo los incidentes que suelen darse en este tipo de procesos, se creó un Puesto de Mando Unificado que entró en operación el lunes y que será, en palabras del general Nieto, “el encargado de articular toda la información sobre la seguridad en los municipios aledaños a las zonas de concentración y que, además, verificará cualquier situación o incidente que se pueda presentar en desarrollo del cese bilateral del fuego y de hostilidades”.
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Desde este Puesto de Mando Unificado, además, se concentrarán las actividades para garantizar la seguridad de los integrantes de la comisión tripartita (delegados, ONU, Gobierno y Farc) que ya están desplazándose a las zonas de concentración.
"Se ha dispuesto un servicio adicional de refuerzo de seguridad y convivencia en las zonas veredales. La Policía ya desplazó 500 hombres que están en las cabeceras municipales de los diferentes municipios que tienen zonas veredales transitorias”, dijo el director de la Policía.
Este diario conoció que tanto la Policía como el Ejército empezaron a trasladar unidades hacia las zonas en las que se están moviendo los guerrilleros. No solo para garantizar la seguridad de este traslado, sino para impedir que allí lleguen otros actores armados que tienen en la mira el control sobre cultivos y rutas de la coca y minería ilegal de oro.
El general Juan Pablo Rodríguez, por su parte, señaló que habrá “seriedad absoluta de las tareas” encomendadas a las Fuerzas Armadas y que espera “que las Farc cumplan con la misma seriedad”.
El comandante de las Fuerzas Militares indicó que hacia el 8 de septiembre, los equipos de verificación coordinados por Naciones Unidas estarán en las regiones. Desde el 20 de septiembre empezará el Plan Democracia, para garantizar en todo el país la seguridad de las votaciones del plebiscito para la paz, convocado para el 2 de octubre.
Versiones cruzadasDesde el domingo pasado empezó un cruce de versiones entre el Ejército y las Farc a raíz de cinco capturas realizadas en zona rural de El Bagre (Antioquia).
Según las autoridades, se trata de cinco guerrilleros del frente Darío Ramírez Castro del Eln que “se encargaban de amedrantar a la población civil a través de la extorsión, cobro de vacunas y la recolección de dineros obtenidos de la minería ilegal”.
Pero horas después, las Farc, por medio de la ‘Agencia Anccol’, aseguró que dos de los capturados eran miembros de ese grupo que supuestamente estaban en ruta hacia un campamento.
Según ‘Anccol’, se trata de dos personas identificadas como Víctor Manuel Gutiérrez y Uberley Madrid, del frente 36, quienes iban a asistir a una preparatoria para elegir delegados a la X Conferencia. Y agrega que los otros tres son campesinos de la zona.
Los cinco capturados fueron puestos a disposición de un juez para su judicialización por los delitos de porte ilegal, tráfico y fabricación de armas y munición, y extorsión.
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