En Bosa El Recreo, una comunidad de un conjunto residencial se unió para que los niños recibieran una Navidad diferente, en la que ellos pudieran mostrar sus talentos y unirse alrededor del arte, además de aprender los valores de esta época.
La profesora Cecilia Serrano, de 65 años, tomó las riendas de su bloque que estaba en obra gris y junto a los padres definió que en las tardes de noviembre los niños se reunieran para decorar la torre y darle otra vida.
Desde los bebés hasta los niños de 14 años, 24 en total, armaron cuadros para decorarla al interior y en el exterior lo hicieron con materiales reciclajes que con ayuda de luces iluminaran la Navidad de este conjunto. Plantaron flores y a los árboles secos les dieron vida arreglándolos.
La enseñanza de esta profesora para esta comunidad es que los padres se alegren con las creaciones de sus hijos y que compartan entre ellos, como en el día de las velitas cuando todos los pequeños las prendieron como hermanos y duraron horas hasta que estas se apagaron.
La unión de la comunidad y alegría al ver a los niños le llega hasta a los abuelos, como Rebeca Roa, quien dice que nunca había visto una Navidad en la que los niños construyeran sus cosas y se interesaran en arte.
Cecilia, por su parte, le recuerda a su comunidad que aunque hay dificultades, en Navidad lo bonito es resolverlo. “Es generar alegría en los corazones”, dice.