En el barrio México, en Ciudad Bolívar, a Anderson Tivabizco le enseñaron que en Navidad ayudar a los demás no da trofeos pero lo que sí da son bendiciones.
Desde hace once años en su barrio, en el sur de Bogotá, lo reconocen como el ‘Papá Noel de los pobres’. Su misión es darles regalos a los niños de la localidad cuyos padres no tienen los medios para hacerlo.
Junto a una Virgen aledaña a un pequeño potrero de México, Anderson arma cada año un pesebre con muñecos gigantes que dura meses construyendo en un taller que tiene en su casa junto a su papá, mamá e hija, quienes hacen las veces de ‘ayudantes de Santa’.
Anderson, de 33 años, acaba de perder su trabajo como camillero en una clínica de Bogotá, pero eso no le quitó las fuerzas y ahora tiene toda la voluntad de Papá Noel para entregarles obsequios a los menores y las ganas de recorrer las calles no en trineo pero sí con unos parlantes para invitar a sus vecinos a las novenas y, además, a donar algún juguete para los pequeños.
A ese potrero llegan unos 100 niños a realizar las lecturas de la novena y los cantos decembrinos. La comunidad se une en torno a esta tradición para celebrar el objetivo que tiene Anderson: ver a los menores contentos.
En el barrio, todas las casas se iluminan con alguna luz en su ventana y hay dibujos relacionados con la Navidad en los andenes. Para Anderson, la mejor forma de pasar esta época es estando unidos, entre familia y amigos.
Este año, Anderson tiene por primera vez un traje de Papá Noel comprado, su mamá se lo regaló de cumpleaños. En ese potrero basta una llamada de él para que decenas de niños lleguen para rezar.
Las madres de la zona señalan que Anderson tiene una voluntad enorme para ayudar y que es una bendición para los niños que no pueden recibir nada, en un barrio al que llegan desplazados en busca de algún detalle para sus pequeños.
Sueña con estudiar psicología o trabajo social para seguir ayudando a su comunidad, pues su trabajo como ‘Papá Noel de los pobres’ no solo es en Navidad, también trabaja con habitantes de calle para sacarlos de las drogas.