Tan solo han transcurrido tres etapas, 360 kilómetros, y la Vuelta a España ya tiene entre sus grandes candidatos al título una diferencia considerable, aunque no definitiva, porque queda mucho camino por recorrer. Como sucedió en los primeros pedalazos del Tour de Francia de este año, el español Alberto Contador cede tiempo importante con el colombiano Nairo Quintana y el británico Chris Froome, quien ganó el primer gran duelo de la prueba española. El corredor francés Alexandre Geniez protagonizó una larga fuga y fue el destacado ganador de este lunes.
La mala suerte parece estar rondando el espíritu de Contador. En el pasado Tour sufrió una serie de caídas en los primeros días y debió abandonar una carrera en la que tenía muchas aspiraciones. Con el reposo necesario y el título de la Vuelta a Burgos, conseguida hace dos semanas, llegaba con buen fondo y ganas de revancha a la tercera prueba grande del ciclismo mundial.
“No estoy satisfecho, pero siento que mi forma mejorará en los días siguientes. No fue un buen día en general, pero la Vuelta está lejos de terminar y las diferencias de tiempo todavía no son muy grandes”, afirmó el ciclista ibérico.
La etapa del lunes proponía de entrada, rapidito y sin espacio a equivocarse, la primera llegada en ascenso. El categórico muro de Ézaro era el escenario para ver cómo estaban las fuerzas de Nairo Quintana, Chris Froome, Contador, Alejandro Valverde y Esteban Chaves. Una subida que terminó cobrando los esfuerzos del madrileño por mantenerse con sus oponentes.
El vencedor de la etapa salió de una escapada de siete corredores que fue perdiendo unidades con el ascenso al Alto das Paxareiras, pero que sirvió al francés Alexandre Geniez para adjudicarse el triunfo final.
Sin embargo, la pelea estaba atrás. El equipo Sky puso el fuerte paso para proteger a su jefe de filas, el británico Froome, y al hasta ayer líder de la prueba, Peter Kennaugh. No había nerviosismo, pero sí expectativa de ver cómo respondían las piernas en esa última tachuela de la jornada.
En los últimos dos kilómetros el escenario estaba servido y los protagonistas, listos para mostrar sus armas. Los primeros en salir del grupo fueron los corredores del Movistar. Valverde, Nairo y Rubén Fernández movieron la carrera. Detrás de ellos salieron a marcar Chaves y Contador. La sorpresa fue que Froome estuvo desprevenido y se distanciaba del grupo de favoritos.
Cuando todos esperaban que Valverde tuviera un buen remate y que Nairo lo secundaría, las piernas no les dieron y esa ilusión se esfumaba rápidamente. Fue justamente el momento en el que, como una ráfaga, apareció Froome desde atrás y aumentó las pulsaciones de sus rivales, quienes no podían seguir su fuerte ritmo.
Movistar no se resignó a vestir a alguno de sus corredores con la camiseta roja de líder y fue Rubén Fernández quien sorprendió con un ataque largo para finalizar en la segunda posición, a 21 segundos de Geniez, y pasar a comandar la ronda ibérica.
De a poco, Alberto Contador fue relegándose y saliendo del grupo de favoritos. Valverde sufrió para seguir con el ritmo, pero combatió y cruzó la meta con el mismo tiempo del británico. El mejor colombiano fue Esteban Chaves, quien siguió la rueda de Froome y terminó con su mismo tiempo y ascendió a la cuarta colocación de la clasificación general. Nairo, por su parte, finalizó de sexto y ahora es quinto de la Vuelta.
Contador ahora ve a Froome y a Nairo desde el duodécimo puesto. Más de un minuto es la diferencia que pierde con sus rivales directos. Una diferencia considerable, aunque todavía tiene camino para recuperarse.
“La subida podía pillarte si empezabas muy rápido a pesar de que solo tenía 1,8 kilómetros, como le ocurrió a un par de corredores que acabaron pagándolo en los últimos quinientos metros”, reconoció Froome.
Este martes se disputará la cuarta etapa de la Vuelta a España con un recorrido de 163,5 kilómetros entre Betanzos y San Andrés de Teixido, cuyo final era un puerto de segunda categoría.
Felipe Villamizar M.
Redactor de EL TIEMPO
@FelipeVilla4
