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Brian Eno: medio siglo de vanguardia musical

El inglés, referente de la música electrónica, habló en Hay Festival sobre sus procesos creativos.

“¿De qué sirve ser artista? Es una pregunta que me he hecho todos los días desde que tengo 16 años, y aún no tengo la respuesta”. El no haber resuelto ese interrogante es lo que quizá ha hecho que Brian Eno lleve medio siglo creando música electrónica y experimental y se haya convertido en el maestro del ambient music.
La pregunta lo ha llevado a ser reconocido como el productor y la cabeza tras los mejores discos de los últimos años de bandas como U2, Coldplay, Talking Heads; a colaborar y coescribir canciones con David Bowie y David Byrne, o a que su música sea escuchada por millones de personas cada día al prender su computador: Eno fue el creador de los sonidos de Microsoft.
El músico, que también fue miembro de bandas icónicas como Roxy Music, se planteó estas preguntas a su paso por Cartagena durante el Hay Festival, cuando conversó con la periodista Georgina Godwin sobre su infancia e influencias musicales.
“Una noche, cuando mi padre, que era cartero, llegó a la casa tan cansado que no podía comer, me prometí que jamás iba a tener un trabajo convencional”, contó el músico, nacido en Woodbrige, en el campo de Inglaterra.
Pero fue el encuentro con la pintura, y especialmente con un profesor, lo que comenzó a diseñar el camino musical que está ligado constantemente a las artes visuales.
Eno quería ser pintor y admiraba a Mondrian y a Renoir, “pero especialmente quería ver mujeres con traseros enormes, ese sí que era un gran trabajo”, afirma en broma.
Entonces se fue de su pueblo a una escuela de arte donde pasó dos años y vivió, según él, uno de sus exámenes sicológicos más fuertes.
“Un profesor me dijo que describiera todas las características de mi personalidad y después me pidió que, durante tres meses, hiciera todo lo contrario a lo que había escrito. Esa fue una introducción muy dramática al mundo cuando apenas tenía 16 años”, dice.
Pero esa escuela que Eno define como radical fue clave también en su decisión de hacer música.
“En esa época la educación musical en Inglaterra era aburridísima y los grandes músicos de vanguardia no iban a esas escuelas, pero sí a las de arte como la mía”, sostiene.
Los años de Roxy Music, una de las bandas más exuberantes de la historia del rock. En el centro, Brian Eno, junto a Bryan Ferry y Phil Manzanera, entre otros.
Y entonces comenzó a pensar que la música es como la pintura. Que a la música se puede volver tal y como cuando uno compra un cuadro y lo revisita cada que puede y siente placer.
“Pensé que tal vez podía pasar lo mismo con la música y que esta es como un estado al que uno regresa de vez en cuando. Quería hacer música que fuera como sentarse al lado de un río. Que, como el río, fuera siempre constante y al mismo tiempo cambiante”, dijo Eno, cuyo héroe era Erik Satie, compositor y precursor de la música repetitiva.
Ahí estaría el germen de lo que más adelante se llamaría música ambient, que Eno desarrolló en solitario al dejar el grupo Roxy Music, donde tocaba los sintetizadores y donde se convirtió en uno de sus integrantes más llamativos (algo notorio en una banda de personajes ya estrafalarios como Phil Manzanera y Bryan Ferry).
Godwin, experta en el trabajo de Eno, dice que él se considera a sí mismo como no músico y más como un jardinero.
“Alguien que planta semillas y espera a ver exactamente lo que va a surgir. Esto se opone a, digamos, un arquitecto, que lleva una imagen completa en su cabeza antes de empezar a trabajar. Me veo como el jardinero, un plantador de semillas, de ideas para ver a dónde van”, ha dicho Eno.
Las estrategias oblicuas
Y justamente ese gusto porque las ideas tomen el camino que necesiten puede explicar las ‘estrategias oblicuas’, otra de las técnicas de composición que desarrolla Eno en compañía de su amigo Peter Schmidt. Consiste en un juego de cartas que intervienen el proceso de creación cuando está atascado.
Las cartas pueden decir frases como: “No cambie nada y continúe consistentemente”, “enfrentado con una elección, haga ambas”, “honre al error como a una intención oculta” o “mire de cerca los detalles más embarazosos y amplifíquelos”, que fue la que Eno publicó en su Twitter justo antes de comenzar el conversatorio al que llevó la caja con sus ‘estrategias oblicuas’.
Sobre ellas Eno ha explicado que “algunas están abiertas a la interpretación, mientras que otras son más específicas –una, por ejemplo, simplemente dice ‘reversa’ que puede implicar invertir la cinta, pero no tiene por qué ser eso. La mayoría de ellas tiene que ver con cuestionar tu acercamiento a las cosas”.
El músico inglés también es considerado un innovador de las tecnologías en la música, pero para él “las tecnologías más que cambiar las habilidades, lo que hacen es generar nuevas formas de creación”.
“En los años 80, cuando se comenzó a ver música grabada, se dio la oportunidad de repetir, pero las grabaciones lo que hicieron fue cambiar la música de un medio efímero a uno plástico”, argumenta.
“Si se mira lo que ha ocurrido con la música en los últimos 60 años –agrega Eno– es que los artistas han buscado acercar la música a la pintura y a la escultura, han buscado que esta se convierta en un acto de performance”.
Él mismo ha sido conocido por su trabajo artístico ‘4 o 77 millones de cuadros’ que gracias a un software se convierte en una obra de arte generativo y mezcla las imágenes y los sonidos.
Por ese tipo de trabajos es que Eno es considerado un artista multimedia que, pese a hacer profundas búsquedas con la música experimental, no deja de lado la producción comercial de bandas pop.
“Cuando haces música experimental, uno de los grandes experimentos que debe hacer es meter ideas nuevas en el circuito comercial, es muy interesante que te escuchen 2 millones de personas en lugar de 2 mil”, sostiene.
Lo que significa que a esa ya larga lista de 838 canciones registradas a su nombre se sumarán muchas más.
El artífice de grandes éxitos
En los años 80, con Bono (izquierda) y The Edge (centro), durante la producción del influyente álbum 'The Joshua Tree', de la banda irlandesa U2.
Como productor, Brian Eno está detrás de momentos brillantes del rock y el pop. Por ejemplo, en los créditos de 'The Lamb Lies Down on Broadway', Genesis reconoce su ‘enossification’; con U2, coprodujo 'The Unforgettable Fire', 'The Joshua Tree', 'Achtung Baby' y 'All That You Can’t Leave Behind'. además de Zooropa, con Mark ‘Flood’; para Talking Heads, produjo 'More Songs' 'About Buildings and Food' y 'Fear of Music', y para Devo, su álbum debut 'Q: Are We Not Men? A: We Are Devo!'
Como músico, además de su influencia a través de Roxy Music, y su aporte con el ambient music, con álbumes como 'Music for Films', 'Music for Airports', 'Another Green World', hizo la música de la película 'Dune', de David Lynch. Y compuso gran parte de la trilogía 'Berlin', de David Bowie.
Hoy, en el Hay Festival
Charla sobre los procesos de paz
La ganadora del Premio Nobel de la Paz 1997, Jody Williams (foto), y el jefe negociador del Gobierno colombiano en los diálogos de paz, Humberto de la Calle, hablarán a las 10:30 a. m. en el Teatro Adolfo Mejía con la periodista Claudia Gurisatti sobre los procesos de paz.
Después de ‘Charlie Hebdo’
Jon Lee Anderson, Ed Vulliamy, Martin Baron, Antonio Caño y Alejandro Santos hablan sobre las consecuencias para el periodismo que tiene la tragedia de la revista francesa. A las 10:30 en UNIBAC.
Rock y libros
Jacobo Celnik y el escritor Sandro Romero hablarán del género. A las 10:30 a. m. Centro de Cooperación Española.
¿Es la metrópolis el lugar dónde editar?
A las 10:30 a. m., en el Salón Santa Clara, se inicia el debate sobre los desafíos a los que se enfrenta la literatura contemporánea de África y América del Sur, con Binyavanga Wainaina, Óscar Guardiola Rivera, Ellah Wakatama Allfrey y Claudio López de Lamadrid.
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
Cartagena.
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