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'Bogotá es una novela negra llena de asesinos': Nicolás Díaz Durana

'La casa de las bestias', libro de conversaciones alrededor de los crímenes de un asesino en serie.

Al escritor Nicolás Díaz Durana, la imagen de la lechona sobre la bandeja siempre le ha parecido algo muy autóctono. Por eso, pensó que no sería difícil para un asesino en serie, medianamente creativo, preparar a su víctima de esta manera. Eso, precisamente, fue lo que hizo el protagonista de su novela La casa de las bestias: ponerle una manzana roja a doña Fanny –una de sus víctimas– en la boca y dejar su cuerpo tostándose sobre una bandeja engrasada.
Pero, aunque esta publicación tiene crímenes y un asesino, Díaz (1981) no quiere encasillar su novela en el género negro.
“La novela negra gira en torno a cómo el asesino planea sus crímenes, cuáles son sus vicios y sus costumbres. En este libro, el personaje principal no es el asesino, sino que lo son las personas que oyen sobre asesinatos en las noticias, en los buses, en el trabajo o en la calle”, dice el autor, finalista del Concurso Nacional de Cuento de la Fundación La Cueva 2012.
Agrega que la intención era quitarle importancia al asesino y crear una metáfora de la vida en Bogotá, una vida que, según él, ocurre al margen de una cantidad de cosas terribles.
“Bogotá es una novela negra llena de asesinos, pero ellos son secundarios en la vida cotidiana. La gente sabe que están ahí, comparten con ellos sin saberlo, pero al final es más importante el diario vivir”.
Por eso, en La casa de las bestias, que es la primera novela publicada de este escritor bogotano, maestro en lenguas y literatura de la Universidad de Rennes (Francia), se puede leer sexo, violencia, drogas, música y humor negro a través de sus personajes principales. Es el caso de Manuela, una prostituta con una prótesis en la pierna, y de Fernando, un homosexual que dicta talleres de salud sexual.
El libro, además, es de olores (las lechonerías, las clínicas, los buses) y de vidas que se entrelazan. “Los olores se volvieron muy importantes porque es un libro que cuenta la historia de un personaje que es muy primario, como ese sentido, y lo es porque sus impulsos siempre lo están dirigiendo. Fernando es neurótico, cerebral, antipático y retraído”, comenta Díaz.
Cuando empezó a escribir el relato, el escritor tenía a sus personajes muy definidos, inspirados en personas que conoció cuando trabajaba en un centro de salud de la calle 27 sur con Caracas, y a medida que los fue incluyendo en el libro, las historias se fueron entrelazando por los crímenes, de una forma espontánea.
Díaz, que además de escritor y músico, es psicólogo, dice que la cultura pervierte y controla ‘la bestia’ que llevamos dentro y que esto es algo funcional y necesario para vivir en sociedad, pero que ‘la bestia’ sigue ahí y encuentra muchas maneras de salir, unas más aceptadas socialmente que otras.
“Esta es una ciudad brutalmente violenta y su violencia es primitiva, de impulsos. Uno deja salir lo mejor o lo peor, por eso es una casa de bestias”, concluye el autor.
DIANA ESTRELLA CASTILLA
PARA EL TIEMPO
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