El candidato presidencial de Colombia Humana, Gustavo Petro, tendrá derecho a una curul en el Senado de la República. Esta posibilidad quedó establecida en la Reforma al Equilibrio de Poderes, aprobada en 2015, y en el Estatuto de la Oposición, aprobado en 2017 y que se estrena este año, a partir de la conformación del nuevo gobierno.
Y Angela María Robledo, la fórmula vicepresidencial del candidato, también tendrá un escaño en la Cámara de Representantes.
"Aquellos candidatos que sigan en votos a quienes resulten elegidos Presidente y Vicepresidente de la República tendrán el derecho personal a ocupar, en su orden, una curul en el Senado de la República y otra en la Cámara de Representantes", señala en uno de sus artículos el Estatuto de la Oposición, que tiene como fin fortalecer el régimen y las garantías de la oposición en Colombia.
Con el Estatuto, el ejercicio de la oposición es considerado un derecho fundamental y autónomo. Además obliga a todas las organizaciones políticas a que dentro del mes siguiente al inicio del Gobierno se declaren en oposición, independientes o como organización de gobierno.
Dichas curules (las del candidato perdedor y de su fórmula vicepresidencial) serán únicamente por el período de la correspondiente corporación, en este caso, entre 2018 y 2022.
Y aunque la idea del Congreso al aprobar el Estatuto de la Oposición es que el candidato presidencial que no resulta vencedor, como sucede con Petro, ejerza el derecho a la oposición, el senador Antonio Navarro Wolf explica que eso no significa que "se convierte en el jefe de la oposición" del nuevo gobierno.
"Va a ser un senador más de la oposición, si finalmente acepta la curul", explicó Navarro.
Según señalan tanto la Reforma al Equilibrio de Poderes como el Estatuto de la Oposición, los dos nuevos congresistas tendrán los mismos derechos de los actuales legisladores, como voz y voto, salario y una Unidad de Trabajo Legislativo, así como una serie de garantías para ejercer a cabalidad como oposición.
No obstante, de acuerdo con estas normas, Petro y Robledo, o alguno de los dos si es el caso, tienen la posibilidad de no aceptar las curules asignadas por ley.
Guillermo Reinoso Rodríguez
Editor ELTIEMPO.COM
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