En su primer discurso como presidente electo, Iván Duque dejó en claro que asumirá el poder sin revanchismos, que se centrará en unir y que para ello es necesario pasar la página de la polarización que dejó esta campaña.
Claro que también delineó lo que serán algunos ejes de su administración, en la que hará énfasis en la lucha contra la corrupción y el clientelismo, además de reiterar que no hará trizas el acuerdo de paz.
Por eso, una de sus primeras frases al hablar este domingo ante cientos de seguidores en un centro de eventos de Colsubsidio en Bogotá fue sobre concertación: “Voy a entregar absolutamente todas mis energías por unir a nuestro país; no más divisiones, pensemos en un país con todos y para todos”.
Luego agregó: “Hoy no hay ciudadanos vencidos, porque quiero ser el presidente que les dé el mismo amor a los que votaron por mí, a los que no lo hicieron o votaron en blanco”. Fue enfático al señalar que se trata “hoy más que nunca de unir a nuestro país, de construir”.
“Esta elección era la oportunidad que esperábamos para pasar la página de la polarización, de los agravios; yo no reconozco enemigos en Colombia, no voy a gobernar con odios, no tengo ni tendré odios hacia ningún colombiano. No existen en mi mente ni en mi corazón venganzas, ni represalias. Se trata de mirar hacia el futuro por el bien de todos los colombianos”, dijo el presidente electo ante sus seguidores, que no paraban de vitorearlo.
Tras esto comenzó a referirse a los asuntos que tendrán una clara incidencia en su gobierno. Duque dijo que esta tiene que ser una oportunidad para que nos unamos en contra de aquellas cosas que le han hecho daño a Colombia, y entre estas hizo énfasis en la corrupción. Por eso destacó que la bandera de su gobierno será la lucha frontal contra este flagelo, la politiquería y el clientelismo.
Y en ese sentido planteó que si bien acoge las propuestas planteadas en la consulta anticorrupción, que está en trámite, irá mucho más allá, porque lo que se busca es llevar a la corrupción a una derrota total y contundente.
Tras esto habló de “un reto más grande”, que será llevar a todos los rincones del país la seguridad de la mano con la justicia. “La seguridad tiene que volver a las calles de nuestra ciudad, tiene que volver a los campos de Colombia”, dijo.
Luego insistió en la necesidad de construir consensos para que Colombia tenga una justicia creíble, eficaz y cercana al ciudadano. En ese sentido se refirió a “una justicia de excelencia” con primeras y segundas instancias fortalecidas que permitan que el ciudadano tenga una respuesta oportuna. “Nosotros no vamos a fracturar la justicia”, agregó.
Enseguida tocó uno de los temas polémicos durante la campaña: la implementación de los acuerdos con las Farc.
“La paz es un anhelo que implica que pasemos la página de esa fractura donde se nos quiso dividir entre amigos y enemigos de la paz; hoy somos todos amigos de construir la paz, y debe ser una paz que ante todo preserve ese deseo de permitirle a la base guerrillera su desmovilización efectiva”, dijo.
Agregó que “esa paz que añoramos reclama correcciones”, y en sentido afirmó que tendrá modificaciones para que las víctimas de verdad sean el centro del proceso y se garantice verdad, justicia y reparación y no repetición. “Nosotros lo que le hemos dicho a Colombia es que no vamos hacer trizas los acuerdos, pero sí a garantizar que la paz sea para todos los colombianos”, agregó.
Durante su intervención, que se prolongó por unos 40 minutos, aseguró que este será el gobierno del emprendimiento que convierta a Colombia en el país de las microempresas, de las pequeñas, medianas y grandes empresas que generen empleo y permitan derrotar la pobreza. Y para ello anunció que se va a simplificar el sistema tributario.
Tras esto pasó a hablar de la necesidad de una reforma rural que permita combatir la pobreza y la desigualdad, que facilite llevar al campo educación, salud y prosperidad.
A los jóvenes les anticipó que su gobierno hará énfasis en la ciencia, la tecnología y la innovación. Pero también les dijo que su propuesta es que Colombia tenga que ser “el país de la sostenibilidad ambiental”.
Enseguida habló de una política de equidad en la que se pueda garantizar educación digna, con jornada única, con doble alimentación, con preescolar, bachillerato técnico en todo el territorio, y donde llegue la educación universitaria gratuita a los estratos uno y dos.
También anticipó que el sistema de salud debe dejar de ser “un negocio para algunos” para servirles a todos los colombianos, garantizando la cobertura, con buena remuneración de los médicos y donde se puedan cerrar las EPS que presten mal servicio y premiar a las que lo hagan bien.
En su discurso, Duque solo mencionó en una ocasión al expresidente Álvaro Uribe, su mentor. Lo hizo para agradecerle, así como también a su partido y a los sectores que lo acompañaron en esta campaña.
“Nosotros no vamos a despojar a nadie de los derechos que han adquirido en nuestro país, nosotros vamos a tener siempre una actitud constructiva”, dijo el presidente electo, quien señaló que busca es sacar adelante una agenda de reformas que pongan a este país a crecer, a expandir la clase media y a generar esperanza.
“Un presidente no hace milagros, y nosotros tampoco vamos a producir milagros de un día para otro, vamos es a trabajar”, agregó.
El nuevo presidente agregó que ha llegado el momento de estrechar la mano, de mirar hacia delante. “Aquí ya no hay espacio para seguir incentivando las confrontaciones y la ruptura, aquí ya no se trata de duquismo o petrismo, se trata de una Colombia para todos nosotros”, destacó.
Unidad. Ese fue el centro del discurso que pronunció ayer Marta Lucía Ramírez, la primera vicepresidenta electa en la historia de Colombia.
“Ya no importa quién votó por quién, ya solo importa que, como colombianos, nos abracemos todos. No importan las diferencias ideológicas, no importan las diferencias sociales” fue el llamado de Ramírez durante una emotiva intervención en la que por momentos se le iba la voz.
Según dijo la ahora vicepresidenta, tiene muy claro que por encima de todo, ella e Iván Duque no llegarán a la Casa de Nariño a “buscar honores, sino a servirle a Colombia”.
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