La historia política de Colombia ha estado marcada por un fuerte presidencialismo. Desde la independencia, en 1819, hasta nuestros días se le ha confiado el destino de la sociedad a una sola persona, en una apuesta que implica, desde luego, enormes desafíos. Con la idea de corregir esto, la Constitución de 1991 hizo un diseño institucional para fortalecer las elecciones al Congreso y así lograr un Legislativo más representativo y plural que, de paso, sirviera de contrapeso al Ejecutivo.
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Ha corrido mucha agua bajo el puente desde entonces. Y el Congreso ha tenido que enfrentar en varias ocasiones el escrutinio de la opinión pública sobre qué tanto ha cumplido o no con esa función.
Elecciones 2022 en vivo: siga minuto a minuto la jornada electoral
Este domingo 13 de marzo, ese tema vuelve al primer plano de la agenda nacional al igual que la ilusión que ofrecen las urnas de elegir a un Legislativo que ayude a dar soluciones efectivas y ágiles a los problemas y necesidades de la gente y del país.
Sin embargo, las consultas interpartidistas han acaparado el protagonismo y han concentrado la mayor parte de la atención de la opinión pública en este doble proceso electoral.
En este contexto, la elección del grupo de personas que representará a todos los colombianos en el Senado, 108 curules, y en la Cámara (188), incluyendo las comunidades afro e indígenas y las inéditas sillas para las víctimas del conflicto, ha perdido un poco de atención. No se puede negar. Pero por lo mismo, hoy es necesario cambiar radicalmente eso y darles toda la importancia que tienen.
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En estas horas cruciales, los 38,8 millones de ciudadanos habilitados para votar recibirán los dos tarjetones en cada una de las 112.009 mesas instaladas en 12.512 puntos a lo largo y ancho de la geografía nacional. A estas se suman las que fueron abiertas desde hace una semana en 67 países para esa diáspora de connacionales presente en los cinco continentes.
Las elecciones de este domingo serán claves para el desarrollo del país en por lo menos una década
En ese acto tan sencillo de ir hasta la urna y marcar con una X al candidato de su preferencia se juega la estabilidad y el futuro de la Nación, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales. De esa dimensión son las votaciones de hoy. Un Congreso sólido, robusto será garantía de una institución que defienda las libertades democráticas. Pero además, las personas que lo integren son claves, pues deberán tomar decisiones trascendentales que nos afectarán a todos los colombianos durante años.
“Las elecciones de este domingo serán claves para el desarrollo del país en por lo menos una década”, dice Andrés Segura, consultor en asuntos públicos y docente de Ciencias Políticas. “Los elegidos para el Congreso tendrán que discutir reformas inaplazables como la tributaria, que deberá ser estructural (en momentos de inestabilidad económica), la pensional y de la justicia”, enumera.
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Para él, hoy se sabrá cuánto avanza el crecimiento de la participación de las fuerzas políticas no tradicionales en el Legislativo, y cómo esto va a incidir en la construcción de gobernabilidad del próximo Presidente de la República.
En efecto, el Congreso para el periodo 2022-2026 es la salvaguarda de la democracia constitucional colombiana. El ejercicio del control político a cargo del Congreso será fundamental a partir del 7 de agosto. Solo así se reivindicará el valor en este punto de la carta magna y se podrá pensar en hacer realidad propósitos colectivos, construidos en escenarios de consensos con el Ejecutivo y ejerciendo su función de contrapeso institucional.
“Las elecciones de este domingo son importantes no solo porque el Congreso en sí es una institución fundamental que vota las leyes y tiene prerrogativas esenciales como aprobar el presupuesto y las reformas tributarias, sino que, además, su composición va a ser crucial para determinar los márgenes de maniobra del futuro gobierno”, dice Yann Basset, director del Grupo de Estudios de la Democracia (Demos UR) de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario.
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Quejarse es una tradición tan colombiana como la de creer en la mala reputación de los congresistas. Según la firma encuestadora Invamer, en el último año la imagen desfavorable del Congreso llegó al 86 %.
Pero darle un vuelco a eso no solo es posible, sino que está en sus manos, pues son los ciudadanos los que van a entregarles el cargo a quienes hoy aspiran. Y de ahí la importancia de tomarse muy en serio esta cita con las urnas. En últimas, esto es como una entrevista de trabajo: si hay dudas sobre algún aspirante, uno no lo contrata, busca otro que ofrezca plenas garantías y coincida con lo que uno cree que es mejor para nuestra empresa, en este caso, Colombia.
El Congreso es el órgano de representación que canalizará los problemas de la ciudadanía
Hay 2.810 candidatos. Para el Senado, 919 en 25 listas. Y 1.487 candidatos para la Cámara en 326 listas. En las elecciones de 2014 hubo un alarmante número de votos nulos, 1’476.664, que si bien disminuyó en un 23% para el 2018, cuando hubo 1’137.133, este es sin duda un aspecto para mejorar hoy y en el futuro. El tarjetón puede ser difícil de manejar para muchos, pero la gente conoce relativamente bien la hoja de vida y el recorrido de quienes hoy les piden convertirse en sus representantes. El voto es secreto y en la urna cada quien tiene la libertad de seleccionar a quien considere que merece ese honor.
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Es notable el esfuerzo de muchos para que el elector tenga las garantías necesarias para ejercer a plenitud sus derechos. La Misión de Observación Electoral (MOE), por ejemplo, desplegó para hoy a 3.688 observadores y observadoras electorales nacionales e internacionales en 461 municipios de Colombia.
“El Congreso es el órgano de representación que canalizará los problemas de la ciudadanía y tramitará las soluciones a las demandas sociales y económicas expresados en las manifestaciones y agudizados durante la pandemia; es la oportunidad de reconocer el buen trabajo de algunos congresistas que aspiran a reelegirse, de evitar que lleguen políticos cuestionados y de incidir en la llegada de candidatos con buenas propuestas”, anota Patricia Muñoz Yi, directora de posgrados en Ciencia Política de la Pontificia Universidad Javeriana.
Hoy ocurrirá también un hecho inédito que demostrará la solidez de la firma de los acuerdos de paz entre la insurgencia armada y el Estado. Se elegirá a 16 representantes de las circunscripciones transitorias especiales de paz. La tragedia para los pobladores de una Colombia profunda, distante de los núcleos urbanos, es que la única expresión sonora era la del ruido de los fusiles. La idea es que a partir de ahora tengan voz que lleve el eco de sus angustias hasta el Legislativo.
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Son 404 candidaturas que se disputarán estos 16 espacios en la Cámara de Representantes. El requisito esencial para inscribirse era el de estar en el Registro Único de Víctimas (RUV). Allí hay nueve millones de colombianos que han sufrido en carne propia los más de 60 años de horror.
Para Magda Catalina Jiménez, de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la U. Externado, estas elecciones son importantes por ser parte importante de todo el proceso transicional de la paz, que es de largo aliento.
Borrón y cuenta nuevaNada de lo anterior les resta importancia a las consultas interpartidistas. Y si bien en el ambiente gravita la sensación de que hoy será un día definitivo para elegir al sucesor de Iván Duque, en esencia será un día de borrón y cuenta nueva.
Las tres coaliciones en competencia –Coalición Centro Esperanza, Equipo por Colombia y Pacto Histórico– tienen cada una cinco candidatos que se han empleado a fondo para convencer a sus seguidores de cuál es la mejor opción para representar a su bloque político.
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Se trata de una especie de primarias que tuvo su origen en las elecciones de 2018, aunque en esta ocasión terminaron de consolidarse. Y eso es bueno en términos de la participación ciudadana.
Por tratarse de un ejercicio interpartidista, el elector debe pedirle al jurado la tarjeta de su preferencia. De lo contrario, este no se la entregará. Los tres ganadores de las consultas (Coalición Centro Esperanza, Pacto Histórico y Equipo por Colombia) se enfrentarán a los candidatos ya inscritos de manera independiente a través de firmas o por partidos con personería jurídica como Verde Oxígeno, Centro Democrático y Salvación Nacional.
Hay, además, una incertidumbre por la definición que pueda tomar el partido Cambio Radical, que, si bien inscribió el viernes pasado un nombre poco conocido para la gran mayoría de la gente, esperará los resultados –la Registraduría tiene previsto darlos a conocer antes de las 6 de la tarde de hoy– para evaluar el camino por seguir para las presidenciales del domingo 29 de mayo.
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“En estas elecciones se establecerá el verdadero derrotero que servirá para determinar con cuánta fuerza podrían llegar los candidatos a mayo”, dice el analista Segura.
Esta misma noche empezará un intenso juego de cálculos y construcción de posibles alianzas de cara a lograr pasar a la segunda vuelta, que muchos ven hoy como inevitable, o para intentar dar la sorpresa de ganar en primera vuelta.
Hoy todos tenemos el derecho y el deber de elegir a conciencia. Al fin y al cabo, como dijo Winston Churchill, “la democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás que se han inventado”.
ARMANDO NEIRA
EDITOR DE POLÍTICA
En Twitter: @armandoneira