Chocó ya no está solo. Los 345.000 millones de pesos que ha invertido el Gobierno Nacional durante los últimos años en el departamento así lo corroboran. Con estos recursos se construyeron 1.900 viviendas nuevas, con una inversión de 100.848 millones de pesos, además de 56 proyectos de agua y saneamiento con una inversión cercana a los 246.757 millones de pesos.
Frente a unos 4.000 quibdoseños reunidos el pasado 13 de septiembre, cuando se realizó la entrega simbólica de 1.500 viviendas en la Ciudadela Mía –de las cuales ya fueron asignadas 850 escrituras con las respectivas llaves de los hogares–, el presidente Juan Manuel Santos recordó: “La primera vez que vine a Chocó dije que el departamento había vivido de promesas y no de resultados. Y desde el 2010 nos propusimos cambiar esa situación”.
También se hicieron presentes en el evento el vicepresidente Germán Vargas Lleras y la ministra de Vivienda, Elsa Noguera.
Cada uno de estos 1.500 hogares gratuitos tiene un área de 45,5 metros cuadrados, distribuidos en tres habitaciones, sala comedor, cocina y zona de lavado de ropas. Además de contar con servicio de agua potable y una planta de tratamiento de aguas servidas, se construye un colegio de 24 aulas –con biblioteca, sala de informática y aula de arte, entre otras– para 940 estudiantes. Y el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) recibirá a 160 niños de primera infancia, obras hechas con el aporte de Minvienda, Fundación Argos y Coninsa Ramón H.
“Esta población jamás había tenido un proyecto habitacional de tal magnitud como la Ciudadela Mía, que, sin lugar a dudas, quedó como el barrio más lindo de esta capital”, dijo la ministra de Vivienda, Elsa Noguera.
Pero no solo Quibdó estrena viviendas; al municipio de Tadó llegaron 300 hogares nuevos –con andenes, zonas verdes y vías en el entorno– desarrolladas por la Corporación Diocesana Procomunidad Cristiana de Cartago, con una inversión de 13.592 millones de pesos, y en Itsmina se construyeron 100 viviendas unifamiliares con una inversión de 5.412 millones de pesos.
El agua es una realidad
Resulta una paradoja que en uno de los municipios donde más llueve en el mundo, los habitantes no contaran con servicio de agua potable. Años atrás, la cobertura en acueducto de los principales municipios del Chocó no superaba el 45 por ciento, en los mejores casos; hoy en día, y luego de una millonaria inversión de 246.757 millones de pesos en alcantarillado, saneamiento básico, riesgos y aseo, el departamento tiene otra historia para contar.
Con estos trabajos se benefician 315.382 habitantes y se ha podido contar con 6.415 empleos (directos e indirectos), de acuerdo con el Ministerio de Vivienda.
Quibdó, por ejemplo, siendo la capital del departamento, pasó, en menos de una década, de una cobertura del 28 al 82 por ciento.
En este municipio, aunque 2.200 familias ya cuentan con agua potable en sus hogares –1.500 de la Ciudadela Mía y 700 de otros sectores–, existe una gran dificultad para la conexión de los hogares al sistema de acueducto.
Teniendo en cuenta que la principal fuente de abastecimiento de los chocoanos ha sido el agua lluvia, muchas casas tienen instalados tanques de almacenamientos en los patios de sus casas, en los que han invertido, y dicen no necesitar el agua proveniente del sistema de acueducto. “No entiendo para qué, si ya tengo mi agua del cielo”, aseguró Celia, quien vive en Quibdó.
Sin embargo, el Ministerio de Vivienda, además de aclarar que el alcance del proyecto llega hasta la instalación del micromedidor y que la conexión del usuario al sistema es responsabilidad de la empresa prestadora de servicios y del beneficiario, invita a los chocoanos a conectarse:
“La recolección de lluvia se hace de manera artesanal sin cumplir con las medidas de higiene y manejo adecuado, y se corre el riesgo de contraer enfermedades como la diarrea. Adicional, en épocas de sequía, cuando el nivel de lluvia disminuye, puede afectar la cantidad de agua para el abastecimiento”, aseguró la entidad.
Sobre este mismo tema hizo énfasis el vicepresidente Germán Vargas Lleras durante su visita a Quibdó: “El municipio ya tiene acueducto y agua potable, para que su gente, a medida que se vaya conectando a las redes, deje de utilizar el agua lluvia, con todos los beneficios que esto trae en calidad de vida y salubridad”.
Si bien en Quibdó se ha hecho la inversión en agua más alta del municipio (94.142 millones de pesos), el caso del municipio de Itsmina (con 32.807 millones de pesos) es diciente, ya que la cobertura de acueducto pasó del 0 al 44 por ciento, y se garantiza la prestación del servicio las 24 horas al día.
En el caso de Bahía Solano, con una inversión de 19.814 millones de pesos, la cobertura pasa del 80 al 100 por ciento, con una continuidad de 24 horas.
Cruz Helena Martínez, de 40 años, asegura que “esa vivienda propia, para mí, significa ser rica; es una bendición de Dios”. Luego de vivir con sus tres hijos en una pieza en la que quedaba todo: la habitación, la cocina y la sala, Cruz Helena habla con alegría de lo que significará tener un baño aislado y un lavaplatos en su casa de Ciudadela Mía.
“Voy a pasar de un tanque con agua lluvia a ir a una ducha. Hay más higiene. Además, he estado en todos los eventos y he aprendido de peinados afro y cómo compartir con otras personas con las que voy a vivir en mi barrio. Imagínese cómo no voy a estar feliz”, concluyó.
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