‘Hoy afuera hay más interés por Colombia’:
Bruce Mac Master, presidente de la Andi
¿Qué cambios le ha traído la paz con las Farc a la economía?
Los cambios tienen que ver con el acceso a lugares que eran vedados para la Fuerza Pública, los ciudadanos y las empresas. Eso ha hecho que se abra una nueva frontera de posibilidades, pero también de responsabilidades que aún debemos mirar cómo las vamos a afrontar. Estoy hablando de territorios a los que se debe atender en términos de presencia del Estado. Y en asuntos como seguridad, de ciudadanía, de democracia y de presencia de educación y salud. Sin embargo, el Estado tiene mayores responsabilidades fiscales, pero a la vez mayores restricciones fiscales respecto a las de hace muchos años.
En el largo plazo, se presenta una oportunidad para la agroindustria y también el sector turístico.
¿Cuáles son los cambios que la paz con esa guerrilla ha producido en su sector?
El beneficio de la paz es para la sociedad colombiana en sí misma. La terminación del conflicto armado es un de valor inmenso, invaluable. El hecho es que ya no existe una guerrilla con capacidad de hacer daño y eso es valioso para el sector.
Concretamente, ¿qué ha traído esa paz en términos de inversión nacional y extranjera?
Diría que ve un interés mayor que el pasado, y quien viaja y se sienta con representantes de los mercados internacionales observa que hay un interés, genuino e inmenso, que no existía sobre Colombia. Ya no hay la prevención de un país en medio de un conflicto armado.
¿En su sector han enganchado laboralmente a personas que dejaron las armas?
Siempre lo hemos hecho. Las Farc no son solo las personas que se desmovilizaron con el acuerdo, sino que son todos los miembros que habían salido del grupo antes. En eso venimos haciendo un trabajo inmenso con la Agencia Colombiana de Reintegración (ACR), para incorporar laboralmente exmilitares, exparamilitares y exguerrilleros, entre otros, a las empresas.
¿Hay planes inmediatos en su sector para emplear o apoyar el empleo de excombatientes de las Farc?, ¿cuáles son esos planes o apoyos?
Los últimos datos que tenemos es que 23.000 personas de las 52.000 atendidas por la ACR se han vinculado estos años a las compañías. También varias han vinculado a personas con discapacidad y que no tienen que ver con el antiguo conflicto. La Andi sacó un manual en asocio con la Organización Corona y la Usaid que guía a las empresas para la reintegración.
¿Cuál ha sido el aporte de su sector a la paz?
Estamos dedicados a esa tarea y hemos mirado con detalle la implementación porque el acuerdo no es para cumplirles solo a las Farc sino a la sociedad, porque fue construido para todas las partes.
Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC)
¿Qué cambios le ha traído la paz con las Farc a la economía?
No creo que haya tenido impacto alguno en la economía colombiana. Las cifras reportadas por el Dane muestran que no ha sido el mejor comportamiento.
¿Cuáles son los cambios que la paz con esa guerrilla ha producido en su sector?
Hay unos cambios positivos y otros de preocupación. Lo primero es que no hay más atentados terroristas en contra de la infraestructura y la población civil. No ha habido secuestros y tampoco atentados en contra de la Fuerza Pública, lo que genera una sensación de alivio en las zonas donde tuvieron presencia y concentración. Lo negativo ha sido el incremento desmedido de los cultivos ilícitos, lo que genera criminalidad, microtráfico e inseguridad rural.
Lo negativo ha sido el incremento desmedido de los cultivos ilícitos, lo que genera criminalidad, microtráfico e inseguridad rural
Concretamente, ¿qué ha traído esa paz en términos de inversión nacional y extranjera?
Lo que ha generado es expectativa, en la medida que los colombianos y extranjeros ven las oportunidades para invertir en proyectos agroempresariales y que en muchas de esas zonas ya no hay guerrilla.
Ahora, no hay una ley de tierras que dé la seguridad jurídica para la propiedad rural; los inversionistas seguirán en espera.
¿En su sector han enganchado laboralmente a personas que dejaron las armas?
Históricamente muchos sectores de la economía agraria han involucrado a personas que fueron integrantes en la guerrilla en sus actividades productivas, pero no tengo conocimiento de que haya habido una dinámica sustancial en ese sentido.
¿Hay planes inmediatos en su sector para emplear o apoyar el empleo de excombatientes de las Farc?, ¿cuáles son esos planes o apoyos?
Tenemos la expectativa frente a lo que pase con la reglamentación de la Justicia Especial para la Paz (JEP), de la ley de tierras, del catastro multipropósito y los demás elementos contenidos en la reforma rural integral; estas son las señales para la inversión y para una mayor generación de empleo con oportunidades laborales para los exintegrantes de las Farc.
¿Cuál ha sido el aporte de su sector a la paz?
El primero, la resiliencia de los millones de colombianos que se dedican al sector agrario y viven de él, aguantando los embates del terrorismo, los efectos del narcotráfico, el secuestro, la extorsión y todos fenómenos delincuenciales que vinieron de la mano de las Farc.
En segundo lugar, el hecho de que a pesar de esas situaciones críticas hoy tienen el compromiso de trabajar por un país más seguro con una producción de alimentos más competitiva y que garantice el abasto de alimentos.
Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombian del Petróleo (ACP)
¿Qué cambios le ha traído la paz con las Farc a la economía?
La desmovilización de una parte importante de esa guerrilla y la entrega de un número significativo de armas son positivas. Implementar los acuerdos, sin embargo, no ha sido fácil y genera incertidumbre. Igual pasa con la ocupación de espacios dejados por esa guerrilla por otros grupos y la llegada con cuenta gotas del Estado.
¿Cuáles son los cambios que la paz con esa guerrilla ha producido en su sector?
Muy positiva la reducción de atentados a oleoductos (en el 2014 hubo 90 y en el 2016 fueron 49). Infortunadamente, en el primer semestre hubo 31, la mayoría atribuibles al Eln. Pero es negativo el incremento de la protesta social. Si bien su explicación recae principalmente en el cambio del régimen de regalías y en el malestar en las regiones por la desaceleración, el aceptar como una verdad de a puño que con la paz se debe incrementar la conflictividad, en algunos casos se ha traducido en un incentivo perverso para quienes ven en ello una patente de corso para protestar, con o sin violencia, vulnerando los derechos de terceros.
Concretamente, ¿qué ha traído esa paz en términos de inversión nacional y extranjera?
En la medida en que la confrontación sea cosa del pasado y se supere la incertidumbre, deberíamos ser más atractivos a la inversión. Son claves, además del potencial geológico, la seguridad jurídica, poder operar y un régimen fiscal más competitivo.
¿En su sector han enganchado laboralmente a personas que dejaron las armas?
Sí. Varias empresas ya trabajan con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, que ha reconocido el trabajo de varias compañías.
¿Hay planes inmediatos en su sector para emplear o apoyar el empleo de excombatientes de las Farc?, ¿cuáles son esos planes o apoyos?
Se han incorporado exguerrilleros y se viene trabajando para que las compañías se vinculen a nuevos mecanismos relacionados con la financiación del posconflicto, como el de obras por impuestos y el desarrollo de proyectos productivos con poblaciones vulnerables.
¿Cuál ha sido el aporte de su sector a la paz?
La industria es uno de los pocos sectores formales con presencia histórica en muchas zonas golpeadas por la violencia. Ha sido aliada de las instituciones para la creación de empleo y para la inversión social.
Un estudio, con datos del DNP, entre municipios petroleros y no petroleros en Meta, Putumayo, Arauca, Casanare y Santander, señala que a aquellos con presencia petrolera les va mejor en el 70 por ciento de los indicadores del Índice de Pobreza Multidimensional que a los no petroleros.
ÓMAR AHUMADA, ROLANDO LOZANO Y JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ
Redacción Economía – EL TIEMPO@ELTIEMPO