Aunque venía andando desde el año pasado, esta semana nace formalmente en Washington el Consejo Empresarial Estados Unidos-Colombia, que busca estrechar aún más las relaciones comerciales.
En el encuentro, que coincide con la visita del presidente Juan Manuel Santos, participan 40 presidentes de empresas e incluirá citas con funcionarios del gobierno Trump, congresistas y centros de pensamiento. Bruce McMaster, presidente de la Andi y quien encabeza la representación del país, explicó la iniciativa
¿Cómo surgió la idea?
Tuvimos un primer encuentro en Cartagena en noviembre, y planteamos la idea de un nuevo encuentro para definir una agenda conjunta. Pensamos en mayo, mientras se asentaba la nueva administración de Trump. Terminó coincidiendo con la visita del Presidente, pero la agenda es independiente.
No es una figura rutinaria para los estadounidenses...
Nosotros ya tenemos consejos empresariales con países como Chile, Perú, Alemania e Inglaterra. Estados Unidos solo tiene consejos con tres países de Latinoamérica.
¿Qué pretenden con la creación del consejo?
La lógica es que las relaciones empresariales superan las coyunturas políticas, y por tanto no deben depender de los gobiernos de turno. Estados Unidos tiene empresas con más de 60 años en el país. En el caso nuestro, muchas empresas como Cementos Argos, Alpina, Nutresa, Colombina ya tienen plantas de producción o gran presencia en ese país. Es un grupo que se constituye para defender la institucionalidad de la democracia, el capital privado, la empresa privada y la libre iniciativa.
¿Cómo operará el consejo?
El grupo está encabezado por la Andi en Colombia y la Cámara de Comercio de Estados Unidos. Hemos venido construyendo dos grupos con 20 empresas de ambos países. Por Estados Unidos están Coca Cola, Oxy, las farmacéuticas, entre otros. Por Colombia, además de las citadas, están Aviatur, Promigás, Alquería, Ecopetrol y otras. La idea es reunir a los presidentes cada seis meses o un año, en plenarias, y mientras tanto trabajar con comités que se han creado para cada área.
¿Como cuáles?
Hay uno para temas de petróleo que mira cómo aumentar la inversión en Colombia y qué hacer para que el país tenga más presencia en el sector petrolero de Estados Unidos. Hay otro para alimentos –por el crecimiento de ese sector colombiano en Estados Unidos– y uno para temas turísticos, donde hay gran potencial por la riqueza en fauna y flora, y podemos consolidarnos como un destino turístico a dos horas y media de Miami.
¿Cuál es el papel de los gobiernos en todo esto?
Los gobiernos no son parte. Lo que tenemos son permanentes solicitudes a ambos gobiernos. Bien sea que nosotros los ayudemos a ellos en esas solicitudes, o ellos a nosotros.
¿Hay temor empresarial ante la posibilidad de renegociación del TLC?
Hemos sentido todo lo contrario. Hay muy buena disposición del Gobierno de Estados Unidos, y por eso lo vemos como una oportunidad única.
¿Cree que el consejo puede ser un canal para quejas como la de los laboratorios en temas de patentes?
En Cartagena hubo referencias a ese caso que elevó la Cámara de Comercio estadounidense. Pero ese es precisamente el tipo de cosas que puede hacer este grupo más allá de las consideraciones políticas.
¿Cómo se enlaza este consejo con el TLC?
Queremos que se desarrolle bien. Como, por ejemplo, que los compromisos laborales no terminen siendo interpretados de manera que afecte nuestra competitividad.
Aunque eso nace del TLC, las normas recaen en las empresas, y este vehículo nos permite tramitar preocupaciones.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
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