El taponamiento del túnel auxiliar para desviar el río Cauca durante la construcción de la central hidroeléctrica Ituango en Antioquia, ocurrido el 28 de abril del 2018 y que produjo una contingencia de magnitudes importantes, tanto por el riesgo de avalancha como por la urgencia de una subasta de energía para cubrir un posible déficit eléctrico entre 2022 y 2023, obedeció a un error de diseño de la excavación, que al momento ejecutarse no se trató de forma adecuada.
Así lo concluyó el estudio ‘causa-raíz’ contratado por Empresas Públicas de Medellín (EPM) con la firma noruego-chilena Skava Consulting, cuyos expertos se basaron en la evidencia documental y analítica disponible, toda vez que físicamente se podían tomar muestras de la roca en diferentes puntos de la montaña.
Basándose en estos datos, Skava Consulting planteó como hipótesis más probable de la obstrucción “la erosión progresiva en zonas de debilidad de la roca, localizadas en el piso del túnel”, las cuales no fueron debidamente tratadas por una deficiencia en el diseño durante la etapa de asesoría.
Según el estudio, la erososión fue progresiva en una zona donde se
conjugan la presencia de discontinuidades geológicas (cizalla) a nivel del piso y el sector de mayor potencial erosivo del agua, inmediatamente después de la curva.
"El túnel, en el sector donde se presentó el colapso, estuvo sometido a distintos tipos de regímenes de flujo en un corto periodo de tiempo. Fluctuó entre flujo libre, en transición y presión más de una vez en pocos días. Dicho comportamiento contribuye a un daño acelerado en la capacidad estructural del túnel y el macizo rocoso circundante", recalca el documento.
Según explicó Leonardo Bustamante, gerente de Ingeniería de Skava Consulting, se estudiaron 28 hipótesis de diverso tipo, para analizar las posibles razones del colapso del túnel.
"Las cizallas son un tipo de fracturamiento del macizo rocoso que provoca que la roca este muy fracturada en pequeños pedazos", agregó.
(Encuentre aquí el informe completo de Skava y aquí el informe complementario de la misma empresa.)
"Esta zona de cizalla no fue tratada ni protegida en el piso del túnel, por un diagnóstico deficiente en la etapa de asesoría durante la construcción", aseguró el experto.
Y precisó que a la erosión, como causa física, se sumaron seis factores contribuyentes, particularmente singularidades como el tipo de soporte en el piso, es decir el perfil del suelo que genera fricción. Tambíen dijo que el túnel entró en presión por el agua, y dicha presión generó un nivel freático en la roca que no se disipó rápidamente.
"Estas oscilaciones hacen que el flujo de agua suba y baje y genere presión ", señaló.
Adicionalmente, el reporte Skava, de 71 páginas, precisó que además de poseer las mismas dimensiones, "los tres túneles fueron diseñados con sostenimientos
similares en paredes y bóveda. En el sector 2 de la GAD (túnel auxiliar) se diseñó y construyó sin losa de piso para los terrenos tipo I, II y III".
EPM señaló que las aseguradoras y reaseguradoras están haciendo sus propios estudios de causa-raíz, y con base en los resultados que ellos arrojen decidirán si pagan o no las pólizas por la contigencia.
EPM aseguró que le compartió el estudio al Consorcio Generación Ituango, compuesto por las empresas Integral Ingeniería de Consulta S.A. e Investigaciones Geotécnicas Solingral S.A., responsable del diseño y asesoría del proyecto, para que pueda aportar sus análisis al respecto.
De acuerdo con EPM, el túnel auxiliar de desviación, que operaría de manera temporal, fue pensado desde finales de 2013 (cuando aún estaban en construcción los túneles originales de desviación) como una alternativa que evitara un retraso adicional de un año o más en la construcción de las obras principales.
"Se hace referencia a retrasos adicionales, porque cuando EPM se hizo cargo del proyecto a través del contrato BOOMT, en marzo de 2011, el cronograma del proyecto ya tenía retrasos considerables, lo que podría afectar la oferta energética del país.
Dicho contrato contempla la construcción, operación, mantenimiento, explotación comercial y devolución, a los 50 años, de la central hidroeléctrica.
Por su parte, el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, recordó que EPM, para acelerar la obra y evitar el cobro de una garantía por parte de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), inició un plan de aceleración en el que cambió el diseño original del proyecto e incluyó por su cuenta el túnel auxiliar de desviación que terminó colapsando el año pasado.
De acuerdo con el mandatario regional, las obras del túnel se iniciaron en el 2015 sin licencia ambiental e, incluso, los diseños que se solicitaron al Laboratorio de Hidráulica de Curitiba (Brasil) fueron remitidos por esta entidad solo hasta julio del 2016, mientras que la licencia ambiental para la obra se comenzó a tramitar en agosto de ese mismo año.
“Tan no hacía parte del diseño original que cuando fueron a pedir la licencia ambiental el túnel ya estaba casi terminado”, agregó Pérez Gutiérrez. Y reveló que hace unos cuatro meses, en la junta directiva de la Sociedad Hidroituango, un representante de EPM pidió una certificación con la aprobación o no del túnel por parte de este órgano directivo, y se determinó que la junta no aprobó ni el túnel ni un solo peso de inversión para el mismo.
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