Los municipios colombianos registraron durante el 2016 un deterioro en sus finanzas públicas, lo que llevó a un desequilibrio entre ingresos y gastos, explicado por la baja en las regalías y el aumento en sus gastos de funcionamiento.
Esto es lo que se desprende del Índice de Desempeño Fiscal (IDF) de Planeación Nacional, en el que “se muestra la gestión de los gobiernos territoriales frente a sus niveles de ingresos, gastos e indicadores de comportamiento fiscal”.
El IDF para los municipios pasó de 70,68 a 66,96; y para los departamentos, si bien la baja no fue tan significativa, la cifra evidencia un estancamiento: de 71,73 pasó a 71,71.
En este escalafón, en el cual Planeación tiene en cuenta categorías como capacidad de ahorro, inversión, respaldo para endeudarse y dependencia de las transferencias nacionales, el primer lugar lo obtuvo el municipio de Rionegro, Antioquia, mientras que el departamento con mejor desempeño fue Sucre.
Monterrey (Casanare), Cajicá (Cundinamarca), Nobsa (Boyacá) y Tenjo (Cundinamarca) le siguen a Rionegro entre los mejores, mientras que en la cola quedaron Tadó (Chocó), en el puesto 1.101; Topaipí (Cundinamarca), Cunday (Tolima), Curillo (Caquetá) y Fredonia (Antioquia), también en los últimos lugares.
El IDF establece cinco rangos, y el 51,3 por ciento de los municipios (565) quedaron en el vulnerable, es decir, están expuestos a desequilibrios por su alto grado de dependencia de la plata de la Nación. Solo 5,2 por ciento (57) están en el rango solvente; 27,5 por ciento, en el sostenible; 15,7 por ciento, en riesgo; y 0,3 por ciento (3 municipios) se ubicaron en el rango de deterioro.