En una entrevista publicada el 4 de diciembre en EL TIEMPO, el presidente Iván Duque dijo que “yo creo que no hay ningún país en el mundo que se haya aventurado con una reforma tributaria en medio de una pandemia, primero porque hay que esperar la reactivación de la economía”.
Sin embargo tres días después su ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, no sólo dijo que se presentaba la reforma sino que le puso fecha. Dijo que se radicaría en el primer trimestre.
Cuando empresarios, expertos y ciudadanos comenzaban a discutir sobre los posibles contenidos de la reforma, en una entrevista publicada por La República, Duque repitió la misma frase de que ningún país se ha aventurado a una reforma en la mitad de la pandemia, y dijo que primero hay que pensar en la reactivación, antes que en medidas fiscales.
(Le puede interesar: 'Las razones para la reforma tributaria que se avecina en el país').
Se trata, a todas luces, de mensajes opuestos, en los que tanto el presidente Duque como el ministro Carrasquilla han sido consistentes a lo largo de este año, que cierra con una preocupante fragilidad económica derivada de la pandemia de covid-19.
No obstante, la confusión en torno a un tema de tanta trascendencia no es menor.
Desde la Casa de Nariño se insiste en que la prioridad del Gobierno Nacional en este momento son la reactivación económica y el plan Compromiso por Colombia, que es la hoja de ruta que se está ejecutando, de acuerdo con los lineamientos económicos del Presidente, pero no responden si Duque está rechazando que la reforma se presente en el primer trimestre.
Se afirma que el Ministro, que en múltiples oportunidades también se ha referido al plan (cuyo costo ascendería, según el Presidente, a 170 billones de pesos públicos, privados y público privados), debe analizar todos los escenarios posibles en materia económica, pero que sobre el tema de la reforma tributaria la posición clara y consistente del Gobierno la ha dado el Presidente.
(También: 'Los 4 puntos claves de la reforma tributaria, según Anif').
Ahora, tanto el presidente Duque como el Ministro– que incluso tiene listo el cronograma de presentación de la reforma al Congreso– argumentan que las decisiones tomadas por esta administración para mitigar la crisis, sumadas a un menor recaudo de impuestos a causa de la contracción de la economía, traen efectos que exigen un reordenamiento fiscal.
Vale decir, por ejemplo, que el centro de estudios económicos Anif estima, con base en datos del Ministerio de Hacienda, que este año las medidas de mitigación ejecutadas pasarán los 19 billones de pesos (10,6 billones se irán en el Paef y en Ingreso Solidario), y la deuda bruta del Gobierno central, como proporción del PIB, saltará de 50,3 por ciento en 2019 a 66 por ciento en 2020, según el Marco Fiscal de Mediano Plazo del Ministerio. Entre tanto, el recaudo de impuestos entre enero y noviembre tuvo un descenso anual del 17 por ciento, al llegar a 102,4 billones de pesos, de acuerdo con estadísticas de la Dian.
Además, comenzando diciembre el Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó que el país ya recibió los 5.400 millones de dólares bajo la línea de crédito flexible por 17.600 millones de dólares, que se usarán para satisfacer las necesidades de la balanza de pagos y dar apoyo a la respuesta a la pandemia.
El Presidente, valga decirlo, no ha negado tajantemente la necesidad de sacar adelante una reforma, pero ha insistido en que este no es el momento y ha insinuado que debe apalancarse en el crecimiento económico.
En su entrevista con EL TIEMPO el mandatario afirmó: “Usted me dirá cuál es el reto que tenemos en materia económica, yo creo que nosotros tenemos que seguir impulsando crecimiento. Ningún país en el mundo se ha aventurado a hacer reformas que no tengan el crecimiento como la piedra angular; y la segunda, nosotros tenemos que dejar una hoja de ruta para arreglar las arcas de la nación para los próximos años, es responsable después de un proceso de esta naturaleza”.
(Además: 'Comercio al por menor se ubicó en terreno positivo en octubre').
Al parecer, el problema no es si habrá o no reforma, sino cuándo. El ministro Carrasquilla es consciente de que la enorme deuda que le dejará al país la respuesta a la pandemia no se pagará en el corto plazo, pero sí que es necesario ir buscando las fuentes.
De hecho, reconoce que aspira a dejar presentada él mismo la reforma. Un insumo importante serán las recomendaciones de la Comisión de Expertos que estudia los incentivos tributarios que deberían desaparecer (lo que puede convertirse en una gran fuente de recaudo).
Desde el 18 de agosto, esta comisión trabaja en cinco ejes que son revisados por diez expertos, cinco extranjeros y cinco representantes del Gobierno, en cinco mesas, cada una presidida por uno de los expertos extranjeros, con una reunión por mes para preparar los insumos que son discutidos en sesiones plenarias.
En Manizales cayó un chance que parece un Baloto
Las verdaderas alzas del salario mínimo en el país
Si hoy perdiera su trabajo, ¿hasta cuándo le alcanzarían sus ahorros?
ECONOMÍA Y NEGOCIOS