Un ejemplo de los resultados positivos que trajo consigo la firma de convenios entre el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y las agremiaciones de productores, para ejecutar los programas de asistencia técnica, es el de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma).
Y es que, según lo dicho por Alcibíades Hinestroza –líder de asistencia técnica de tal federación–, lo importante, más allá de brindar insumos materiales a los campesinos, es enseñarles nuevas prácticas de cultivo y explicarles la importancia que tiene el manejo de los problemas fitosanitarios. No en vano, según Hinestroza, por el desconocimiento de los productores frente a estos problemas fue que, en algún momento, en Tumaco y en Puerto Wilches, las enfermedades arrasaron con 80.000 hectáreas de palma de aceite.
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“De ahí, la importancia de nuestro Centro de Investigación (Cenipalma) y de las Unidades de Asistencia y Auditoria Técnico Social (Uaatas), a través de las cuales hemos creado canales de comunicación para que los conocimientos acerca de las plagas y las enfermedades en los cultivos lleguen a todos los palmicultores”, señaló Alcibíades Hinestroza.
En la actualidad, Fedepalma está ejecutando un programa de 8.000 millones de pesos, con el que se benefician 5.000 pequeños y medianos productores, que están recibiendo asesoría técnica. Lo bueno es que, de esta suma, al menos el 50 por ciento fue aportado por el Gobierno, tras la firma de un convenio.
Así es el convenioAntes, para coofinanciar los programas de asistencia técnica, se le daba prioridad a los proyectos de los entes territoriales (municipios y departamentos). Entretanto, ahora, se brinda a los gremios mayor posibilidad de participar en las convocatorias del Gobierno y de elaborar, por cuenta propia, dependiendo de la cadena de producción, sus propios planes de asistencia técnica. Por ello, el apoyo brindado a Fedepalma.
Así, mientras que en el 2014 solo se firmaron nueve convenios con las agremiaciones de campesinos, en el 2016 este número aumento a 29.
Cabe resaltar que, entre el 2015 y el 2016, 496.840 productores colombianos fueron favorecidos con este programa, es decir, un 80 por ciento del total de beneficiados entre el 2010 y 2014, lo que, según la cartera de Agricultura, representa un gran avance. Además, durante estos dos últimos años se llegó a municipios de 27 departamentos del país, mientras que en el cuatrienio anterior la cobertura fue de tan solo 20.
“Los resultados reflejan nuestro compromiso para transformar el modelo de asistencia técnica. Todo nuestro trabajo está dirigido para que haya acceso y se aumente la cobertura y que quienes la brindan, no lo hagan en un tablero desde una oficina, sino que se dé en la finca, al lado del campesinos”, manifestó el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri.
Con los programas de asistencia técnica se busca que aspectos como el uso adecuado del suelo, el manejo y control de plagas, la administración de los recursos hídricos, las facilidades para la asociación campesina, además de la utilización de plataformas web, que antes estaban relegadas, pasaron a convertirse en una prioridad. Lo anterior debido a que uno de los problemas sigue siendo que los campesinos siguen trabajando con base en los saberes heredados por sus padres y sus abuelos.
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En Asopenco se educaUna de las agremiaciones favorecidas con la cofinanciación de su proyecto fue la Asociación de Ovinocultores, Caprinocultores y Profesionales del Nororiente Colombiano (Asopacon), que si bien se fundó para acoger a los campesinos de Concepción, Santander, se ha extendido a departamentos como Boyacá, Cundinamarca y Meta.
“Con el programa de asistencia técnica, que estamos implementando desde agosto, y que finalizará en diciembre, se están beneficiando 718 productores. En este caso, la cofinanciación por parte del Gobierno fue de 293 millones, mientras que nosotros, como asociación, solo colocamos 41 millones”, comentó César Pérez, representante legal de Asopacon.
Según Pérez, con el presupuesto recibido lo que se hace es dar semillas a los productores para los pastos y explicarles cómo sembrarlas, además de educarlos con el fin de que empiecen a implementar sistemas silvopastoriles para su ganado. Otro avance, de tipo científico, es el análisis coprológico que se les realiza a los animales para identificar problemas de nutrición. En estos casos, el veterinario formula vitaminas y medicamentos, y se capacita a los productores para que ellos mismos puedan administrarlos.
“Un aspecto que se debe resaltar es que con el apoyo económico a estos proyectos, también se está generando empleo. Por lo menos es el caso de Asopacon, donde los hijos de los asociados, que estudian ingeniería agronómica, zootecnia o administración de empresas agropecuarias, ponen en práctica sus conocimientos en los programas de asistencia técnica”, sostuvo César Pérez.
Rompiendo barrerasEntre las ventajas que trajo consigo la firma de convenios con gremios está extender la cobertura de los programas de asistencia técnica a todo el país. Eso es lo que piensa la directora ejecutiva de Asobúfalos, Ana Lucía Suárez.
“Con nuestro programa, que se basa en educar al campesino en torno al tema de cuidados de maternidad de las bufalinas y de los sistemas de ordeño, hemos llevado conocimiento a 320 productores, desde La Guajira hasta Caquetá. Este es un hecho histórico”, dijo.
Para Suárez resulta indispensable un apoyo constante a estos proyectos, en especial porque el sector bufalino está creciendo un 22 por ciento anualmente. “El aumento de producción se debe, en parte, a que no solo hemos llegado a medianos y grandes productores, sino a campesinos que no tienen más que cinco búfalos y que se asombran con nuestras intervenciones”.
EL TIEMPO
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