El petróleo tiene un largo futuro por delante. Y amenazas como la de los autos eléctricos no supondrán una fuerte caída en la demanda en los próximos 15 años. Esta es una de las principales conclusiones del informe de perspectivas de la Compañía Española de Petróleos (Cepsa), presentado en Abu Dabi, capital de Emiratos Árabes Unidos.
La petrolera, cuyo capital está en manos del fondo emiratí Mubadala, anticipa que la demanda global de crudo seguirá aumentando, aunque a un ritmo cada vez más lento, hasta crecer un 10 por ciento en el 2030. Este repunte se explica sobre todo por las necesidades de una clase media asiática en ebullición.
Pese a reconocer que las baterías serán cada vez más eficientes y que la importancia de estos vehículos va a más, la petrolera cree que los autos con motor de combustión acapararán en el 2030 una cuota del mercado global del 85 por ciento y dejará a los híbridos un 10 por ciento y 5 a los eléctricos. En ese momento, el parque de autos del mundo llegará a los 1.600 millones frente a los 1.000 millones actuales.
El informe sobre el que Cepsa levantará su estrategia para los próximos lustros pronostica para el 2030 una demanda global de petróleo de 105 millones de barriles al día.
Esta previsión se funda en un escenario base en el que la eficiencia para reducir el consumo de energía crezca un 20 por ciento, la economía global mejore un 2,6 por ciento anual y la penetración de los carros eléctricos en el parque de vehículos del mundo sea del 5 por ciento.
Pero incluso aunque estos automotores con baterías lleguen al ciento por ciento de implantación, la demanda de petróleo seguiría siendo muy elevada, tan solo un 20 por ciento inferior a la que se tiene en la actualidad.
“La electrificación de la flota de automóviles lleva mucho tiempo. Y su impacto es menor que el aumento de la eficiencia energética. Queríamos desmitificar el potencial de la electrificación”, aseguró Héctor Perea, director de Estrategia de Cepsa, en un encuentro en Abu Dabi.
Ciñéndose a España, la compañía petrolera estima que las ventas del carro eléctrico subirán al 15 por ciento de aquí al 2030, y que en ese momento solo habrá un 4 por ciento de ese tipo de vehículos por las calles españolas. Esto hará que la demanda nacional de petróleo decaiga un uno por ciento.
Cepsa apunta que el mix energético del 2030 seguirá dominado por el petróleo, gas y carbón, aunque admite la creciente importancia de las energías renovables. Estas proporcionarán más de la mitad del incremento eléctrico en los próximos 15 años.
LUIS DONCEL
Ediciones EL PAÍS, SL2017