El presidente Juan Manuel Santos ofreció a los cafeteros, que ayer cerraron su congreso gremial, en Manizales, la financiación para renovar 100.000 hectáreas por año, hasta el 2024, es decir, 600.000 hectáreas, algo más del 64 por ciento del parque cafetero del país.
Los recursos los aportará el Gobierno por medio de vigencias futuras que se dejarán comprometidas para este fin.
Ahora, en las cuentas de los cafeteros se tiene que el costo de renovar una hectáreas de café es de la renovación de una hectárea 10 millones de pesos; dos años para que comience a dar los primeros frutos, y la cosecha’ en serio’ comienza a recogerse tres años después.
Así las cosas, la cuenta por pagar será de 6 billones de pesos.
Al ser consultados sobre el tema, durante el evento gremial, los ministros de Hacienda y Agricultura no dieron detalles al respecto, pero se tiene calculado que no sea todo ese dinero el que el Tesoro Nacional les gire a los cafeteros.
Los recursos podrían canalizarse a través de tasas de interés subsidiadas en la línea especial de crédito (LEC), subsidios como el incentivo a la capitalización rural (ICR) y pagos en efectivo y en especie (una cantidad de fertilizante por cada palo renovado); los dineros del Fondo Nacional del Café también formarían parte de la bolsa.
“En este proceso deben poner todos”, dijo un cafetero consultado por EL TIEMPO.
Durante el discurso de clausura del 85.° Congreso Cafetero, el primer mandatario indicó que así podrán producirse los tres millones de sacos que le faltan a la caficultura colombiana.
“El año 2017 nos queda debiendo en materia de renovación de cafetales; el país se debe acoplar indispensablemente a una renovación de al menos 100.000 hectáreas por año con el propósito de mejorar la productividad, la competitividad y la rentabilidad para mantener la participación de Colombia en las exportaciones”, anotó Marcelo Salazar, presidente del evento gremial.
Por su parte, el ministro de Agricultura informó que esa cartera está impulsando un Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) para el sector cafetero que asegure recursos por ocho años para mantener la meta de renovación.
Por último, el presidente anunció la firma de una carta de intención (que pronto sería un convenio) para hacer que las familias que viven en zonas cafeteras sustituyan los cultivos de coca por cultivos de café.
El primer proyecto se pondrá en marcha en el municipio de Briceño, Antioquia, donde 500 familias sembrarán 1.000 nuevas hectáreas de café.
Con la puesta en marcha de este proyecto se esperaría que las nuevas áreas aporten un millón de sacos adicionales.
En su intervención, el presidente del congreso reclamó por la llamada ley de bancarización, que debe entrar en vigencia a partir del primero de enero del 2018, a la que calificó de distante y contraria a la realidad económica del sector rural.
“Es inconveniente para las cooperativas de caficultores y sus asociados, que deberán tributar sobre un costo el correspondiente a la compra del café.
“Es también inconveniente para los campesinos más pequeños, ubicados en zonas remotas, que deberán desplazarse más y pagar costos financieros, concluyó Marcelo Salazar al cierre del congreso de los cafeteros.
ECONOMÍA Y NEGOCIOS
Twitter: @TierrasyGanados
Comentar