En mayo, el recién nombrado ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, explicaba en una columna de opinión en EL TIEMPO cuáles serían los retos que debería asumir el gobierno que resultara ganador en las elecciones.
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De esta manera, Ocampo, quien se convirtió en uno de los primeros nombramientos del gabinete de Gustavo Petro, señaló algunos puntos que se deben tener en cuenta para los próximos años.
Según el Comité de la Regla Fiscal por los elevados déficit del Gobierno Nacional y de la deuda pública, se estimaba que era necesario hacer un ajuste fiscal de unos cuatro puntos del PIB, y Ocampo apuntaba que el grueso de ese ajuste requería una reforma tributaria estructural.
Ahora hay dos elementos que pueden cambiar el panorama, el primero es que se esperan mayores utilidades de Ecopetrol por la coyuntura de altos precios de petróleo y la segunda es el aumento de las tasas de interés nacionales.
"Otro problema importante es el que genera el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles. Este fondo ha arrojado desequilibrios casi permanentes, pero con la explosión de los precios internacionales de productos energéticos, el déficit puede alcanzar cerca del 3 % del PIB en 2022, según las estimaciones del Comité Autónomo de la Regla Fiscal", establecía Ocampo.
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La reformaDe acuerdo con el economista, los recaudos tributarios en el país son inferiores al promedio de América Latina y muy inferiores a los de un país de la Ocde.
"En muchos casos las tasas son altas, pero los beneficios tributarios también, lo que significa que la carga tributaria está mal distribuida. Los principales problemas están en el impuesto a la renta de las personas naturales, pero también en múltiples beneficios a sectores empresariales", señalaba.
Además, apuntaba que el informe de la Comisión de expertos en beneficios tributarios que coordinó la Ocde el año pasado estimó que los niveles efectivos de tributación de Colombia son del 19,3 % del PIB vs. un promedio de 33,8 % para los países de la Ocde.
"La gran disparidad es en el impuesto de renta a las personas naturales, donde en el país se paga el 1,2 % del PIB contra 8,1 % en la Ocde. El problema principal es la tributación de las rentas de capital, por lo cual la tasa efectiva de tributación es baja para los sectores de altos ingresos", estimaba.
También señalaba que para el caso de la renta a las personas jurídicas será necesario eliminar o reducir beneficios sectoriales y racionalizar los de las zonas francas. Y restablecer el impuesto al patrimonio de las personas naturales, elevar los impuestos a las emisiones de carbono y crear otros impuestos ambientales.
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