Luego de un año de haber sido sancionada la ley que crea las llamadas Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social (Zidres), no hay ningún avance visible acerca de este tema.
Hoy su puesta en marcha sigue en veremos hasta que se conozcan los fallos de la Corte Constitucional a cuatro demandas que pretenden tumbar la ley o modificarla; una quinta demanda fue rechazada por el alto tribunal.
Una vez que se conozcan las decisiones, se les dará vía libre a un documento Conpes, que está siendo redactado en Planeación Nacional, y a una serie de decretos reglamentarios que expedirán los ministerios de Agricultura y Ambiente.
Por ahora, se tiene un avance del trabajo de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra), que indica en cuáles zonas no podrán establecerse Zidres.
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Así, con la expectativa de capa caída, se supo que no menos de dos empresas reforestadoras declinaron hacer sus inversiones en Colombia, mientras que una más, que arrancó sembrando desde antes, ve embolatado el proceso.
De las demandas, las más sólidas jurídicamente serán dirimidas por un conjuez tras un empate y se espera un fallo, retrasado por los temas de vacancia judicial, la posesión del conjuez y un permiso del mismo funcionario, por enfermedad.
Una demanda más tiene proyecto de fallo y debe ser llevada a sala plena, pues el plazo límite para que la Corte se pronuncie es el 7 de febrero; dos demandas más deben ser falladas por separado.
En general, las demandas buscan tumbar la ley totalmente o de forma parcial (desde temas como la prioridad a personas con altos estudios o temas de género).
Un segundo aspecto que tiene detenidas las decisiones de inversión es la necesidad de expedir un documento Conpes que determine la política pública sobre este asunto.
Acerca del tema, una fuente del alto Gobierno indicó que “dicho documento está en elaboración; por ahora, hacemos los análisis técnicos para la identificación de zonas potenciales.
“De todos modos, esperamos las decisiones que acerca del tema tome la Corte Constitucional” aseguró el funcionario consultado.
Un avance ha sido el decreto reglamentario 1273 del pasado 3 de agosto, que indica todos los aspectos de forma que deben tenerse en cuenta a la hora de constituir una Zidre.
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Dicha norma señala que no podrán constituirse en los resguardos indígenas o zonas de comunidades étnicas, en los territorios colectivos o en proceso de titulación, lo mismo que en parques naturales, páramos y humedales, entre otros sitios de interés medioambiental.
La delimitación de las áreas de interés, por ejemplo, deberá hacerse de acuerdo con los mandatos de los planes POT, PBOT y POD de las regiones.
Como requisitos generales, el decreto establece que los proyectos productivos deben cumplir mínimo ocho requisitos, así como otras indicaciones particulares que dé el Ministerio de Agricultura.
Otras iniciativas alrededor de las Zidres están en manos de los cultivadores de cereales, quienes a través de su gremio, Fenalce, han manifestado su intención de acogerse a estas.
Henry Vanegas, presidente del gremio, indicó que una docena de empresarios están a la expectativa de las decisiones de la Corte; entre estos figuran grupos menonitas estadounidenses, inversionistas argentinos y un grupo grande de colombianos.
“En total, esperan hacer inversiones para sembrar no menos de 35.000 hectáreas”, afirmó Vanegas.
Estas son las ZidresSegún la Ley 1776 que las creó, son territorios con aptitud agrícola, pecuaria, forestal y piscícola, identificados por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra), alejados de los centros urbanos, donde podrán ejecutarse proyectos de producción agraria de tipo formal, teniendo en cuenta la inserción del recurso humano, bajo criterios de desarrollo sostenible.
Entre otros aspectos, las Zidres promoverán la inclusión social y el desarrollo de infraestructura, y deberán priorizar las iniciativas destinadas a la producción de alimentos.
También buscan promover el desarrollo social y económico y permitir la creación de esquemas asociativos entre campesinos y empresarios.
JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ
Redacción ECONOMÍA Y NEGOCIOS