Más de cien millones de jóvenes latinoamericanos, es decir, el 64 por ciento del total, viven en hogares pobres o vulnerables, y uno de cada cinco, lo que equivale a 30 millones, es un ‘nini’: ni estudia ni trabaja.
Así se desprende del informe ‘Perspectivas económicas para América Latina 2017’, el cual analiza los retos y oportunidades de la juventud en América Latina y fue elaborado y presentado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en el XI Encuentro Empresarial, previo a la XXV Cumbre Iberoamericana.
La cumbre se celebró en Cartagena, precisamente bajo el lema ‘Juventud, educación y emprendimiento’.
En América Latina y el Caribe, los jóvenes de entre 15 y 29 años superan los 163 millones, lo que equivale a un cuarto de la población de una región que está en fase de ralentización.
Ese freno económico, destaca el informe, pone en riesgo los avances sociales, políticos y económicos de la última década y deja a los jóvenes en una encrucijada, pues se han generado expectativas que no se han cumplido.
Tras crecimientos económicos negativos promedio en la región en el 2015 y el 2016, tan solo se espera un ligero repunte en el 2017.
En consecuencia, “siete millones de latinoamericanos cayeron en la pobreza en el 2015”, la cual afecta a más de 175 millones de personas, un 29,2 por ciento de la población. Y en ese entorno, entre 25 y 30 millones de latinoamericanos pueden volver a entrar en la pobreza, advierte el estudio.
A día de hoy, “algo más del 64 por ciento de los latinoamericanos jóvenes –más de 100 millones– viven en hogares pobres o vulnerables y no han podido integrarse en la clase media, y una quinta parte de los jóvenes tienen empleos informales, mientras que las tasas de desempleo son casi tres veces mayores entre los jóvenes (11,2 por ciento) que entre los adultos (3,7 por ciento). Así mismo, los jóvenes más vulnerables dejan la escuela antes que los de sectores acomodados, y cuando llegan a los 29 años, casi tres de cada diez son ‘ninis’."
Y es que, según detalla el documento, “uno de cada cinco jóvenes de América Latina no tiene empleo, no estudia ni recibe capacitación, lo que en total suma casi 30 millones en esta situación”.
En Honduras, El Salvador, Guatemala y México se dan los más altos porcentajes, por encima del 25 por ciento, de un fenómeno que afecta más a las mujeres (76 por ciento) que a los hombres.
A ello se suma una alta tasa de deserción escolar en la educación secundaria, y que más de dos tercios de los jóvenes de Latinoamérica no tienen calificación universitaria o técnica superior.
Otra consecuencia es que alrededor del 50 por ciento de las empresas no encuentran fuerza laboral dotada, un problema particularmente apremiante en Perú, Brasil y México. Para promover las oportunidades, la Ocde propone ahondar en el emprendimiento como herramienta de desarrollo. Sin embargo, lo que se observa en América Latina es “la coexistencia de pocos emprendedores de alto crecimiento y muchos emprendedores de subsistencia”, mientras que el gasto público en programas de emprendimiento es escaso: un 0,04 por ciento del PIB, frente al 0,07 por ciento de la Ocde.
(Además: Jóvenes piden acciones concretas en la Cumbre Iberoamericana)
Debido a la crisis, hay más vulnerablesEl crecimiento del PIB en América Latina será negativo en el 2016, por segundo año consecutivo, y se ubicará entre –0,5 y –1 por ciento, según la Ocde, la Cepal y la CAF.
“Las débiles perspectivas de crecimiento mundial, los bajos precios de las materias primas y las dificultades para conseguir financiamiento han minado el potencial de crecimiento de la región”, asegura el reporte de las entidades.
La región no experimentaba dos años seguidos de contracción económica desde la década de 1980, tras la caída de 0,5 por ciento en el 2015, y eso ha planteado “retos para proteger y continuar con los avances socioeconómicos recientes, en especial la disminución de la pobreza”.
Ante esa situación, cerca de 7 millones de latinoamericanos cayeron en la pobreza, que ahora afecta a 29 por ciento de la población.
Además, entre 25 y 30 millones de ciudadanos más quedaron en situación de vulnerabilidad.
EFE Y AFP
Cartagena
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