Los 11,8 billones de pesos que el Gobierno propuso en el proyecto de presupuesto de regalías para el bienio 2017-2018 podrían quedar en 13,4 billones, teniendo en cuenta que el Ejecutivo solicitó al Legislativo la venia para usar 1,6 billones de pesos de excedentes guardados en la cuenta del Fondo de Ahorro y Estabilización (FAE).
La decisión de usar esos recursos, para que el Sistema General de Regalías pueda disponer de más recursos y las regiones no sientan tan fuerte el impacto que dejará en estos ingresos la caída del precio del petróleo, queda en manos de los congresistas, pero la Contraloría General ha advertido que, si las condiciones de desahorro previstas se cumplieran a cabalidad, solo podrían desahorrar el 10 por ciento del saldo que el FAE tenía a diciembre del 2015, lo que daría menos de un billón de pesos.
Para el organismo de control, es riesgoso hacer un desahorro en medio de los lentos niveles de ejecución y los saldos sin usar registrados por $ 6,5 billones, los cuales reposan en la Tesorería Nacional.
La mejor salida, desde el punto de vista de la Contraloría, es “que terminen de ejecutar lo que hay”.
Hay que destacar que, aunque el proyecto presupuestal de regalías, que es el segundo más importante para la inversión en obras, después del general de la Nación, tiene un incremento de 12 por ciento en la inversión.
Las distribuciones previstas no son para nada despreciables. Así, a la región Caribe le corresponderían 3,6 billones de pesos; a la Central, 1,6 billones; al Eje Cafetero, 1 billón; a la región Pacífico, 1,6 billones; a la de Centro Sur, 1,2 billones, y a los Llanos, 1,7 billones.
El incremento en la inversión con estos recursos favorecería principalmente a los departamentos que reciben regalías directas porque en sus territorios es de donde se extraen los recursos minerales o petroleros.
También habría mayores asignaciones para los fondos de compensación y desarrollo regional, dos de los que apalancan la realización de obras en los departamentos y municipios.
Según explicó el ministro de Minas, Germán Arce, “se está discutiendo el exceso de ahorro que hubo en el bienio anterior. Retuvimos más ahorro del que exige la ley”.
Otro de los proyectos del Gobierno al que le falta un tramo, dentro de la apretada agenda del Congreso, es el de licores, al que le falta la votación de la conciliación, teniendo en cuenta que la Cámara aprobó un texto diferente al del Senado.
El martes por la noche, después de reuniones de los integrantes de la comisión de conciliación, con representantes del Gobierno, aún no había luz verde. Según confirmó el parlamentario Carlos Bonilla, hay dos puntos sobre los cuales no se logra acuerdo: “Uno ligado al alcohol potable, que era importante para la Cámara, y otro sobre gravamen en departamentos por ingreso de licor, lo que favorece a unos pero perjudica a otros”. Si se logra un punto intermedio hoy, la votación final sería la próxima semana.
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