¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Sectores

Gobierno de Gustavo Petro: entre el pragmatismo y la ideología / análisis

La condecoración se dio de forma privada.

La condecoración se dio de forma privada.

Foto:Presidencia

En el nuevo gobierno hay dos líneas de pensamiento muy distintas que estarán en permanente tensión.

Cuando a comienzos de la semana que termina fue presentado el informe final de empalme entre los gobiernos saliente y entrante, los diferentes medios de prensa resaltaron tanto las alertas como las recomendaciones sobre lo que debería hacer en los primeros 100 días la administración que hoy empieza. Más de un observador destacó igualmente el formato y la concisión del reporte, muy cercano al estilo de los que hace la prestigiosa firma de consultoría McKinsey.
Gracias a ello, se logró sintetizar en menos de 40 diapositivas un proceso descrito como sistémico, participativo y estratégico. Este comprendió 53.250 horas de reuniones en las que intervinieron 2.853 personas a lo largo de cinco semanas, distribuidas en equipos conformados con base en criterios que incluyeron experiencia, paridad de género o perspectiva regional.
Sin duda alguna, la magnitud del esfuerzo realizado no tiene precedentes. Aunque es usual que los que se van colaboren con los que llegan, aquí claramente el objetivo consistía en hacer la tarea de informarse bien antes de la transmisión de mando para acortar la conocida curva de aprendizaje.
Así mismo, salta a la vista que Gustavo Petro no dudará en tomar decisiones de manera temprana, algunas de las cuales romperán rápidamente con varias políticas impulsadas por Iván Duque. Desde la economía naranja hasta el eventual regreso de la fumigación con glifosato de los cultivos ilícitos quedarán relegados al olvido.
Si bien numerosos cambios estaban anunciados, quienes acostumbran a leer entre líneas subrayan que en algunos temas hay aproximaciones más positivas. Programas como Mi Casa Ya, que subsidia la compra de vivienda, o las Fábricas de Productividad, a cargo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, seguirán existiendo.
Adicionalmente, en materia económica hay una voluntad explícita de mantener las finanzas públicas en orden. Tal como lo subrayó Daniel Rojas, coordinador del empalme, la piedra angular del programa de gastos futuros del nuevo gobierno es la propuesta de reforma tributaria que será radicada prontamente en el Capitolio, pues se requieren ingresos con urgencia.
Aun así, en otras áreas aparecen posturas de corte dogmático. El caso más notorio es el de dar por terminados cuanto antes los pilotos en la zona de Puerto Wilches, de cuyo desarrollo se derivaría la decisión de poner en práctica o no la técnica de la fracturación hidráulica –más conocida como fracking– para la explotación de hidrocarburos en Colombia.

Mezclar ambos elementos resulta indispensable para un presidente que resultó elegido con el 50,4 por ciento de los votos depositados el 19 de junio, lo cual dista de ser una mayoría apabullante.

En lugar de acogerse a los resultados técnicos y la evaluación científica de los ensayos, todo apunta a que se impondrá la opinión a priori. Como señaló el columnista Moisés Wasserman, “los argumentos tienen el formato de ‘mejor no investigue, no vaya a ser que no nos guste el resultado’ ”.
El mensaje implícito de que habrá criterios distintos en el tratamiento de puntos específicos refleja un dilema entre pragmatismo e ideología, que marca el arranque de la era Petro. Según la Real Academia, el primero es la “preferencia por lo práctico o útil”, mientras que la segunda se define como el “conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona”.
Y en este caso se trata de los planteamientos consignados en la plataforma del Pacto Histórico, que mezcla posturas de la izquierda tradicional junto con un llamado a la acción frente al cambio climático y el abandono paulatino del “modelo extractivista”. Bajo ese punto de vista, una parte de la opinión espera que se aplique lo prometido durante la campaña electoral, mientras que otra aspira a una actitud más ponderada en la que se respete lo que venía funcionando en la práctica o se arreglen fallas evidentes sin hacer borrón y cuenta nueva.
En el parque Tercer Milenio ocurrió la posesión popular y espiritual de Gustavo Petro y Francia Márquez.

En el parque Tercer Milenio ocurrió la posesión popular y espiritual de Gustavo Petro y Francia Márquez.

Foto:@cantarranasur

Mezclar ambos elementos resulta indispensable para un presidente que resultó elegido con el 50,4 por ciento de los votos depositados el 19 de junio, lo cual dista de ser una mayoría apabullante. Si bien los sondeos muestran que la favorabilidad del nuevo inquilino de la Casa de Nariño supera ahora el 60 por ciento, cualquier dirigente experimentado sabe que la popularidad es efímera y que lo importante es generar condiciones de confianza para que el Ejecutivo pueda operar y logre las transformaciones que considera más importantes.
Por esa razón, irse para un extremo o el otro sería un error desde el punto de vista de la gobernabilidad. Dicho lo anterior, mantener el equilibrio y transitar por una línea que deje contentos a unos y otros constituye un desafío mayúsculo, pues las tensiones serán cosa del día a día.

Cuestión de banderas

Así mismo, salta
a la vista que Gustavo Petro no dudará en tomar decisiones de manera temprana, algunas de las cuales romperán rápidamente con varias políticas impulsadas por Iván Duque.

La conformación del gabinete hace evidente que hay dos grandes líneas de pensamiento en plena cohabitación: la de los petristas ‘pura sangre’ y la de aquellos que llegaron más tarde con su apoyo y forman parte de la variopinta coalición que respalda al Gobierno. Que las divergencias son evidentes es algo que confirmó el empalme, que transcurrió en general de manera cordial, pero en donde afloraron calificativos más extremos que otros.
¿Dónde prima más la ideología? Hasta la fecha, los mensajes más contundentes provienen de las nuevas titulares de las carteras de Ambiente y Salud, Susana Muhamad y Carolina Corcho, respectivamente. Igualmente, Irene Vélez, en Minas y Energía, o Gloria Inés Ramírez, en Trabajo, forman parte de la línea dura.
Por su parte, en Hacienda y Educación se nota el pragmatismo. Es incuestionable que tanto José Antonio Ocampo como Alejandro Gaviria usarán una partitura muy distinta a la de sus antecesores, pero a partir de otras consideraciones.
Para citar un caso, la necesidad de mayores impuestos es compartida por muchos economistas que reconocen que la carga tributaria de Colombia es relativamente baja y que las obligaciones entre los contribuyentes se encuentran muy mal repartidas. Nadie quedará contento si debe pagarle más a la Dian, pero así sea a regañadientes se reconoce que un esfuerzo adicional es requerido.
Dicen quienes lo conocen que Alfonso Prada, en Interior, es un contrapeso con los pies en la tierra, que sabe por dónde va el agua al molino. Sobra decir que su principal reto será no solo confrontar a los opositores, sino lograr la cohesión interna.
A primera vista, es válido afirmar que el pluralismo puede funcionar de manera armónica. Parafraseando el conocido refrán, cada zapatero tendrá la posibilidad de concentrarse en sus zapatos sin interferir en la labor de sus colegas.
Alfonso Prada, secretario general de la Presidencia de la República de Juan Manuel Santos y ex director del Sena

Alfonso Prada, secretario general de la Presidencia de la República de Juan Manuel Santos y ex director del Sena

Foto:Presidencia de la República

No obstante, en la práctica las cosas funcionan de manera distinta, comenzando por aquellas áreas que funcionan de manera transversal. Por ejemplo, el Ministerio de Ambiente es responsable de permisos indispensables para emprender proyectos en campos que van desde la infraestructura hasta la energía, pasando por la industria o la agricultura.
Al hablar en diferentes tribunas, Susana Muhamad ha señalado que está dispuesta a apretar clavijas y a corregir un supuesto sesgo en favor de los intereses privados y en contra de la sostenibilidad, algo que para más de uno es una señal de alarma. “Desde la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales se puede frenar la economía del país”, sostuvo un exfuncionario que prefirió hablar desde el anonimato.
También la intención de hacer una cirugía mayor en el sistema de salud ocasiona inquietudes. Con todo y sus problemas, el esquema vigente es un referente mundial por el bajo gasto de bolsillo de los usuarios y una cobertura casi universal.
Basta con señalar que en 2020 las EPS garantizaron 738 millones de atenciones y que el índice de peticiones, quejas y reclamos fue del 1,9 por ciento el año pasado. Aunque son necesarios múltiples correctivos, el riesgo de un deterioro es real si se aplican los remedios equivocados, lo cual incidirá de manera inmediata sobre el bienestar de la población y amenaza con exigir fondos adicionales.

Presiones de afuera

Los recién llegados, con poca experiencia en el manejo del poder Ejecutivo, descubrirán rápidamente que pasar del dicho al hecho es todo un reto.

Otros temas son igualmente espinosos. Un giro radical con respecto al tratamiento de los cultivos ilícitos y el narcotráfico levantará ampollas, sobre todo en Washington. La idea de que el Estado les compre la cosecha de coca a los campesinos suena bien, pero ponerla en práctica sería complejo, aparte de los recursos que demandaría.
Y las anunciadas negociaciones con el Eln tienen tanto de largo como de ancho en su desarrollo e implementación. Eso para no hablar del ambicioso propósito de la paz total que incluiría a grupos criminales como los que han enlutado a decenas de familias de policías en los últimos meses.
La propuesta del senador por Texas Ted Cruz en el sentido de llegar a suspenderle la ayuda del Tío Sam a Colombia –si esta última deja de colaborar en puntos como seguridad y defensa– muestra las potenciales repercusiones de dichos intentos en el terreno internacional. Al respecto no faltará quien diga que Bogotá podría jugar la carta de Pekín, pero en un mundo tan convulsionado es mejor andar con pies de plomo.
Lo anterior no inhibe a la Cancillería de adoptar una postura menos alineada o restablecer las relaciones con Venezuela. Una política exterior distinta será muy posiblemente la que confirmará de manera más temprana que soplan nuevos vientos en esta esquina de Suramérica.
Aun así, el diálogo y la búsqueda de consensos se convierten en un imperativo para evitar descalabros. Ello podrá sonarles muy mal a los más revolucionarios, pero le dará margen de maniobra a una administración cuyos grados de libertad son limitados y que está bajo presión para responder a las expectativas de la ciudadanía.
Los recién llegados, con poca experiencia en el manejo del poder Ejecutivo, descubrirán rápidamente que pasar del dicho al hecho es todo un reto. Conformar equipos puede tomar semanas que incluyen publicación de hojas de vida y expedición de decretos o resoluciones.
El peor escenario, entonces, es que pasen los meses sin que haya resultados para mostrar, mientras afloran los antagonismos y más de uno se atrinchera en los planteamientos dogmáticos para excusar su ineficiencia. Una vez más el liderazgo presidencial será determinante, algo que requerirá métodos de supervisión eficientes y dedicación permanente.
Incluso si eso no ocurre, la realidad se encargará de proveer su propia camisa de fuerza. Tras un arranque notable en 2022, la economía colombiana se encamina a un segundo semestre mediocre por cuenta de la lucha contra la inflación, que al cierre de julio superó el límite simbólico del 10 por ciento anual y es la más elevada en lo que va del siglo.
Controlar la espiral alcista surge como una prioridad, junto con mantener la credibilidad de inversionistas y consumidores en un país que muestra un elevado déficit en sus cuentas externas. Sería inconveniente que la tasa de cambio, afectada por el fortalecimiento del dólar y los vaivenes en las cotizaciones de los bienes primarios, suba más por cuenta del nerviosismo y encarezca de paso el costo de las importaciones.
Todo lo anterior lleva a esperar que el pragmatismo sea la nota dominante a lo largo de los años que vienen. De lo contrario serán los mercados los que se encarguen de recordarle a la administración que comienza que es mejor aconductarse si no quiere exponerse al desprestigio, el frenazo económico y las protestas de la opinión. Como bien dice Mauricio Reina, investigador asociado de Fedesarrollo, “el entorno internacional no es propicio para los heroísmos ideológicos”.
En tal sentido, no estaría de más que Gustavo Petro le pregunte a su colega chileno Gabriel Boric por qué buscó en la reciente Cumbre de las Américas a los principales fondos de inversión de Estados Unidos para darles un parte de tranquilidad. Este último de paso le podría contar lo que ha aprendido en estos difíciles cinco meses de gestión, en los que comprobó que una cosa es estar en la oposición y otra gobernando.
RICARDO ÁVILA PINTO
Especial para EL TIEMPO
En Twitter: @ravilapinto

Más análisis de Ricardo Ávila

icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO